Magnífica
serie de ocho episodios la que nos regala la televisión pública danesa,
estrenada aprovechando el 150 aniversario del hecho histórico, que no es otro
que la guerra entre Dinamarca y Prusia por el domino de los territorios de
Schleswig Holstein, en un momento en el cual los prusianos, con Bismarck y
Moltke al frente de los ejércitos del Kaiser Guillermo I, estaban dando forma a
la potencia militar germánica previa a la definitiva unificación alemana.
Unos años
antes, los daneses habían logrado una victoria militar sobre el mismo
territorio, aunque desde el punto de vista político no se alcanzó el mismo
éxito, y eso les animó a incluir dentro de su constitución la anexión de ese
territorio ya de lengua y cultura germánicas. Esa situación provocará la
reacción prusiana y la inevitable guerra.
Un conflicto
que, como muy bien cuenta la serie, estuvo alimentado por un nacionalismo
ciego, con un presidente y predicador, Monrad, con antecedentes de problemas
mentales, al que elevan a la categoría de visionario, y con el apoyo de las
élites políticas, financieras y culturales, no dudará en lanzar al país a una
guerra que no tenía ninguna oportunidad de ganar.
A través de
dos hermanos, Peter y Laust, iremos viendo como la alegría de la vida de
trabajo duro en un campo lleno de luz, de alegría, de fiestas de la cosecha, se
va a convertir en una experiencia primero vivida como una aventura y devenida
después en profunda pesadilla, después de la cual ya nada volverá a ser lo
mismo, ni las personas, ni la sociedad danesa ni nada de nada.
Hermanos
enamorados de la misma mujer, Inge, y esa situación, junto con la guerra,
aportará grandes dosis de dramatismo a la historia, en algunos momentos
comparables a los grandes dramas decimonónicos, que no hace más que dar más
lustre a una gran historia capaz de atrapar tanto por las relaciones entre los
personajes como por la forma de contar los aconteceres bélicos, con un nivel
comparable al de cualquier superproducción cinematográfica. Tanto es así que no
falta quien la compare con grandes series bélicas como Hermanos de sangre, The
Pacific o Hijos del Tercer Reich, comparación a mi modo de ver muy acertada.
La parte
histórica se une a una historia contemporánea, entre una joven problemática que
coquetea con la delincuencia y un anciano dependiente al que empezará a cuidar.
A través de la lectura de un antiguo diario, ambos irán descubriendo partes de
sus propias historias personales, a través de un relato de un conflicto tan absurdo
como la presencia de tropas danesas en Afganistán, siguiendo el paralelismo que de forma sutil se establece entre ambos aconteceres en la propia serie.
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