City Walkers, 2014. |
“Aunque no creo que tenga un mensaje que
difundir, no me interesa la comunicación cuando estoy elaborando una pieza. No
pienso en el espectador si no en adecuar mi estilo para que funcione, para que salga
lo mejor posible.”
Daniel, 2012. |
Julian Opie es
un artista británico multidisciplinar, que lo mismo se mueve en el terreno de
la pintura, la escultura, la instalación o el vídeo. Para este artículo
únicamente me voy a referir a su faceta como pintor que le ha llevado a ser
considerado como uno de los grandes referentes del retrato contemporáneo.
Walking in the Rain, Seoul, 2015. |
Ello gracias a
su particular forma de reducir los rasgos de sus modelos a elementos muy
básicos, con perfiles delimitados por líneas de contorno en negro, muy
evidentes, casi al modo de algunos dibujantes de cómic, con superficies de
color planas, detalles muy escasos pero que, al mismo tiempo, individualizan
muy bien cada una de sus obras, de tal forma que no tenemos la sensación de
estar viendo siempre el mismo rostro, sino que somos capaces de reconocer
distintas personalidades.
I had made a couple films of rippling water, 2005. |
Una forma de
pintar que debe mucho al uso de las tecnologías, por medio de fotografías
tratadas por ordenador, convertidas después, de la mano de programas
informáticos, en elementos figurativos y una aplicación del color análoga a la
que hacen esas mismas herramientas. Con ello obtiene unas imágenes luego
trasladadas a distintos soportes, tipo vinilo, plástico o papel.
Woman taking off a summer dress, 2003. |
Independientemente
del medio que utilice Opie para llevar a cabo sus obras, sí hay algo que
permanece en el fondo como una constante, y no es otra cosa que el simbolismo,
es decir, el tratamiento de las figuras humanas o de los objetos como elementos
simbólicos de un todo, como partes de un complejo social y material. Según los
criterios que maneja Opie, cuando entablamos relación visual con una persona o
un objeto, desde ese mismo momentos estamos poniendo en pie una relación
profunda, al vincular eso con un macrocosmos de relaciones profundas.
Detective, 2014. |
Como él mismo
ha dicho en alguna entrevista, un Ford Escort es más que un coche, es un
elemento que tiene que ver con el mundo que nos rodea, con preguntas del tipo
¿cuánto habrá costado este coche? ¿a quién pertenece? y otras similares, que
nos llevan a considerarlo como una parte más del sistema social y material que
nos rodea, y que es el que Opie quiere poner de manifiesto.
Lily, eyes straight, head straight, 2013. |
De vuelta a
las personas a las que retrata, éstas pueden ser igualmente famosos como Kate
Moss, o personas perfectamente anónimas, personas a las que vemos pasar por
delante de nosotros cuando estamos sentados en una terraza, y que desarrollan
ante nosotros coreografías realmente sorprendentes igualmente interpretables en
clave de sistema de relaciones sociales.
Evening sun, 2013. |
Si nos fijamos
en las posibles influencias en el arte de Opie, es imposible no tener en mente
el arte Pop, e incluso el minimalismo, sin embargo, es sorprendente conocer la
faceta de coleccionista de Opie relacionada con obras de los siglos XVII y
XVIII, de las que extrae detalles y elementos que luego aparecen reflejadas en
sus obras, así como de la estampa japonesa o del manga.
Más información: Wikipedia, Tate [en], The Guardian [en], Journal of Contemporary Art [en].
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