martes, 7 de abril de 2015

Julian Opie: “Todos somos símbolos de la humanidad”


City Walkers, 2014.

“Aunque no creo que tenga un mensaje que difundir, no me interesa la comunicación cuando estoy elaborando una pieza. No pienso en el espectador si no en adecuar mi estilo para que funcione, para que salga lo mejor posible.”

Daniel, 2012.

Julian Opie es un artista británico multidisciplinar, que lo mismo se mueve en el terreno de la pintura, la escultura, la instalación o el vídeo. Para este artículo únicamente me voy a referir a su faceta como pintor que le ha llevado a ser considerado como uno de los grandes referentes del retrato contemporáneo.

Walking in the Rain, Seoul, 2015.

Ello gracias a su particular forma de reducir los rasgos de sus modelos a elementos muy básicos, con perfiles delimitados por líneas de contorno en negro, muy evidentes, casi al modo de algunos dibujantes de cómic, con superficies de color planas, detalles muy escasos pero que, al mismo tiempo, individualizan muy bien cada una de sus obras, de tal forma que no tenemos la sensación de estar viendo siempre el mismo rostro, sino que somos capaces de reconocer distintas personalidades.

I had made a couple films of rippling water, 2005.

Una forma de pintar que debe mucho al uso de las tecnologías, por medio de fotografías tratadas por ordenador, convertidas después, de la mano de programas informáticos, en elementos figurativos y una aplicación del color análoga a la que hacen esas mismas herramientas. Con ello obtiene unas imágenes luego trasladadas a distintos soportes, tipo vinilo, plástico o papel.

Woman taking off a summer dress, 2003.

Independientemente del medio que utilice Opie para llevar a cabo sus obras, sí hay algo que permanece en el fondo como una constante, y no es otra cosa que el simbolismo, es decir, el tratamiento de las figuras humanas o de los objetos como elementos simbólicos de un todo, como partes de un complejo social y material. Según los criterios que maneja Opie, cuando entablamos relación visual con una persona o un objeto, desde ese mismo momentos estamos poniendo en pie una relación profunda, al vincular eso con un macrocosmos de relaciones profundas.

Detective, 2014.

Como él mismo ha dicho en alguna entrevista, un Ford Escort es más que un coche, es un elemento que tiene que ver con el mundo que nos rodea, con preguntas del tipo ¿cuánto habrá costado este coche? ¿a quién pertenece? y otras similares, que nos llevan a considerarlo como una parte más del sistema social y material que nos rodea, y que es el que Opie quiere poner de manifiesto.

Lily, eyes straight, head straight, 2013.

De vuelta a las personas a las que retrata, éstas pueden ser igualmente famosos como Kate Moss, o personas perfectamente anónimas, personas a las que vemos pasar por delante de nosotros cuando estamos sentados en una terraza, y que desarrollan ante nosotros coreografías realmente sorprendentes igualmente interpretables en clave de sistema de relaciones sociales.

Evening sun, 2013.


Si nos fijamos en las posibles influencias en el arte de Opie, es imposible no tener en mente el arte Pop, e incluso el minimalismo, sin embargo, es sorprendente conocer la faceta de coleccionista de Opie relacionada con obras de los siglos XVII y XVIII, de las que extrae detalles y elementos que luego aparecen reflejadas en sus obras, así como de la estampa japonesa o del manga.


Más información: Wikipedia, Tate [en], The Guardian [en], Journal of Contemporary Art [en].

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