Atardecer en Allande. |
Después de las
tres primeras visitas del día a la iglesia de santa María de Celón, el castro
de San Chuis y la capilla de san Martín de Beduledo, y pasado ya el mediodía
tocó rendir visita a la capital municipal, Pola de Allande o La Puela.
Población principal de un municipio de algo más de 342 kilómetros cuadrados,
divididos en 17 parroquias y con una población inferior a las dos mil personas,
lo que genera una densidad de algo menos de seis habitantes por kilómetro
cuadrado.
Ayuntamiento de Pola de Allande. |
Sus límites
municipales conviven con los de los concejos de Villayón, Cangas del Narcea,
Ibias, Tineo, Illano, Pesoz, Grandas de Salime y el gallego de Negueira de
Muñiz en la provincia de Lugo. De poblamiento antiguo relacionado con la
cultura megalítica, continuada por los asentamientos castreños y la presencia
romana, después de unos oscuros tiempos altomedievales, en el siglo XIII
conseguirá la carta puebla documento del que deriva la denominación de Pola, al
igual que ocurre en el resto de Polas asturianas.
Monumento al emigrante en la capital municipal. |
Una “pola” es
un documento por medio del cual se conceden determinados privilegios a los
habitantes de una zona determinada, y que en la Edad Media se utiliza para
hacer atractivo el asentamiento de población en zonas que se pretendían
repoblar o potenciar. Por una buena parte del municipio discurre el recorrido
primitivo del Camino de Santiago.
Vista del concejo de Allande desde un mirador en el puerto del Palo. |
Para los
amantes de la gastronomía en Pola de Allande, la referencia tiende a ser La
Nueva Allandesa, aunque hay otros establecimientos como es el caso del Casino,
que también tienen fama por sus fogones. En esta ocasión elegimos el primero
con la intención de disfrutar de su menú degustación a base de pote asturiano,
fabada, pudin de verduras, repollo relleno y churrasco, amén de un surtido
variado de postres.
Braña del Campel. |
Para la tarde
dejamos la visita a la braña del Campel, uno de esos lugares, lástima de la
lluvia, en los que Asturias en general y Allande en particular, se abren en
toda su belleza natural y hacen que el eslogan de Asturias paraíso natural,
cobre auténtica carta de naturaleza. Situada entre el puerto de la Marta y
Bustantigo, pertenece a la parroquia de Santa Coloma. Se trata de un conjunto
de viviendas de piedra con campos cercados utilizados por los pastores para
llevar sus ganados a pasar los meses de primavera y de verano.
Braña del Campel. |
Con algo de
lluvia y con la niebla empezando a difuminar los contornos de las cimas que
rodean la braña, el paisaje se abre ante nosotros para disfrutar del silencio en
un enclave paisajístico y humano único, próximo a un camino inmemorial conocido
como la Carreiriega de los Gallegos que enlaza los valles del Narcea y del
Navia.
Vista del embalse de Grandas de Salime. |
Entre chubasco
y chubasco la intención era la de llegar hasta el municipio vecino de Grandas de Salime, capital del
concejo del mismo nombre, y visitar el magnífico museo etnográfico y no menos
magnífico castro del Chao San Martín, visitas que tuvieron que quedar para una
próxima ocasión. Sin embargo, si nos detuvimos a ver el embalse de Grandas de
Salime, una obra impresionante sobre el río Navia, inaugurado en 1954, y para
cuya construcción fue necesario construir un teleférico entre el puerto de
Navia y el embalse, de 36 kilómetros de longitud, que en su momento fue el
mayor de España.
Vista del embalse. A la izquierda restos de construcciones levantadas durante su construcción. |
Todavía son
visibles elementos como silos y tolvas, y del poblado construido para albergar
a los trabajadores, muchos de ellos condenados por sus ideas políticas o por
haber luchado en el ejército de la República, y también muchos de ellos muertos
a lo largo de la obra ante la indiferencia general. Por eso, cada vez que pasó
por la zona no puedo evitar un recuerdo para todos ellos.
2 comentarios:
Precioso y bien explicado itinerario!
Un abrazo.
Es una zona de Asturias que no conocía tan a fondo y que es una auténtica maravilla.
Un saludo!
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