lunes, 12 de septiembre de 2011

Nikhil Chopra (Calcuta, India, 1974)


A punto de hacer su trabajo de graduación en la Universidad de Ohio, en los Estados Unidos, este artista indio sintió una especie de epifanía, así al menos lo define él mismo, que le llevó a reencontrarse con sus raíces asiáticas y empezar a desarrollar unas originales performances en torno a la idea de la identidad, del espacio, de la historia y de los paisajes tanto naturales como urbanos.

Son tres los personajes fundamentales a través de los cuales Chopra desarrolla sus acciones: sir Raja, Yog Raj Chitrakar y el más reciente el tambor solista. Son personajes que Chopra reconoce que tienen algo de autobiográfico.

“Mientras sir Raja es la quintaesencia del rey o príncipe indio europeizado, Yog Raj Chitrakar es el delineante o pintor de paisajes de la era victoriana o del cambio de siglo, que viaja en expediciones como un explorador que escribe crónicas del mundo que descubre”, dice el propio autor en su página web, en la que no da ninguna clave acerca del tercero de los personajes.

Chitrakar está basado en la figura de su abuelo, que tuvo la oportunidad de estudiar en Alemania y Gran Bretaña en los años 30, y que durante años fue un apasionado pintor de los paisajes de la Cachemira. De ahí que en las performances de Chopra aparezca pintando los paisajes que le acogen, urbanos o naturales, y los pone en relación con su propia historia o presente.


Pinturas que hace en la misma calle o en el interior de una galería artística ataviado como si fuera uno de esos británicos que en el siglo XIX tomaron posesión de la India para convertirla en la auténtica joya del imperio colonial británico. Performances en las que se rodea de toda una suerte variopinta de objetos conseguidos en mercadillos de viejo, objetos que llevan a la performance sus propias historias, su propio reflejo del paso del tiempo.


Performances las de Chopra en las que se le puede ver realizando acciones de lo más cotidiano (comer, lavar la ropa, asearse…), algunas dotadas de un contenido autorreferencial como es el caso del afeitado de la cabeza, acción que en algunas culturas se relaciona con la muerte de un ser querido y a la que Chopra dota de un contenido de renacimiento, de vuelta a la existencia.


Con su trabajo Chopra investiga como puede “adentrase en lo personal y en lo colectivo, en la historia cultural para, entre otras cosas, explorar cuestiones como la identidad, el papel que juega la autobiografía en ello (…) También trato de analizar el proceso de transformación como algo consciente y capaz de ser experimentado físicamente y representado en mi trabajo a través de la performance”. (Cita extraída de la web oficial del artista)


De la misma fuente extraigo esta cita: “Mis performances deben de ser vistas como un relato en el que se cruzan historias familiares, una narrativa personal y la vida cotidiana. El proceso de convertir eso en una performance es una forma de acceder a ello, de excavar, extraer y presentarlo ante el público”. Más adelante añade que “mi sentido de la identidad está profundamente conectado con mi sentido de la localización en el tiempo y en el espacio”.


2 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Como siempre en tus entradas, Alfredo, muy interesantes, pues nos presentas obras y métodos de trabajo de artistas no muy conocidos, como los perfomances de este autor indio; me encantó la frase de "sentir su epifanía". Que tengas buena semana.

Alfredo dijo...

Me pareció curiosa la utilización de esos personajes decimonónicos para hablar de temas tan contemporáneos o, más bien, atemporales, porque en todo tiempo y circunstancia los grupos humanos nos hemos preguntado y lo vamos a seguir haciendo, acerca de la identidad, como se forma y pq es q somos como somos tanto como individuos como como colectividad.

Un abrazo y buen inicio de curso!!