Esta serie ya
va por el país austral por la cuarta temporada (yo solo he visto la primera y a
ella limito este artículo), mientras que en Alemania, Austria, Gran Bretaña y
Holanda, ya tiene sus propios remakes,
siendo a su vez un remake de otra serie también australiana titulada Prisoner,
emitida en aquel país entre 1979 y 1986.
La serie está
ambientada en una prisión femenina, a la que llega una mujer de clase media,
con casa en lo suburbios de la ciudad, víctima de la violencia de su marido y
después de perpetrar un intento de asesinato. El golpe de realidad que se lleva
Bea cuando entra por las puertas de la prisión, lógicamente, va a ser de
grandes dimensiones mientras intenta entender cuáles son las reglas básicas de
supervivencia, encontrándose como se encuentra en medio de la lucha entre una
convicta por asesinato, Jacs, y una concursante de un reality de cocina, Franky Doyle.
Con el paso de
los episodios iremos conociendo a todas las mujeres que forman el microcosmos
carcelario, incluidas las funcionarias y las dos alcaides que se suceden en la
temporada, junto con algunos personajes masculinos, y las interacciones entre
ellos, no sólo dentro de la prisión sino también fuera. Un mundo exterior
dominado en buena medida por los hombres, y en el cual las mujeres terminan
siendo víctimas y pagando las consecuencias.
Se genera así
una sensación extraña que da que pensar. Cómo unas personas afectadas por unas
circunstancias determinadas, terminan por reaccionar violentamente y, en
consecuencia, pagando su deuda con la sociedad, mientras que otras, igualmente
culpables de actos considerados delictivos, no sufren las mismas consecuencias.
Los dos mundos únicamente aparecen separados por pequeños detalles, por situaciones
que terminan por decidir dramáticamente los destinos de las personas.
Los dramas
personales, familiares, afectan a todos por igual, generándose situaciones de
tensión que terminan explotando dentro de los muros de la prisión, a veces
también fuera, configurando un espacio en el que se mezclan las drogas, el sexo
y la violencia, en el cual, todo el mundo desconfía de todo el mundo o, al
menos, debería de hacerlo, porque nadie es lo que parece ser.
3 comentarios:
Alfredo, muy bien presentada.
Circunstancias, situaciones, consecuencias...diferentes, corren diferente y ciertamente deciden el destino de las personas.
Un beso.-
Te lanzo este premio dardos desde
http://biombohistorico.blogspot.com.es/2015/04/premios-dardos-2015.html
Magnífico blog
CALAMANDA: A veces situaciones muy pequeñas, decisiones en su momento mínimas, con el tiempo se terminan convirtiendo en determinantes en nuestro recorrido vital.
Un abrazo!
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VICENTE: Pues muchísimas gracias. Inesperado regalo el que me haces y que me sirve para darte también las gracias por visitar este espacio.
Un abrazo!
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