viernes, 4 de mayo de 2007

La maldición de la flor dorada (Man cheng jin dai huang jin jia, Zhang Yimou, 2006)

En esta ocasión el cineasta chino, Zhang Yimou traslada su película hasta el siglo X de nuestra era, momento en el que la dinastía Tang era la dueña de los destinos de China. Esta dinastía pasa por ser una de las más suntuosas del país, algo que se refleja muy bien en esta película en la que todo es excesivo. La ambientación en la Ciudad Prohibida de Pekín, muestra con mucha claridad esa suntuosidad en el colorido de los pasillos, la riqueza de los vestidos, la complejidad de los interiores, un enorme patio decorado con millones de crisantemos.

La utilización del color es una constante, con ejércitos negros, rojos, amarillos o grises; con un palacio imperial de fuerte luminosidad frente a otro palacio de tintes negros, encajonado entre montañas, en un lugar de esos donde no puede uno más que sentirse enterrado en vida. Los crisantemos, las alfombras, los faroles, todo parece combinarse al servicio de una película donde lo aparente acaba imponiéndose a un guión bastante flojo.

En medio de ese ambiente tan recargado que llega a cansar a la vista, se desarrolla una historia de celos, ambición, amor, traición, todas ellas emociones básicas en el ser humano que combinadas en las dosis adecuadas pueden provocar un estallido de proporciones incalculables.
La tragedia que se desarrolla a lo largo del metraje adquiere en su culmen una dimensión shakesperiana, próxima a Otelo, ese personaje al que un pañuelo (aquí un pañuelo bordado también tendrá un papel importante) es capaz de despertar los celos más demenciales y que acaban provocando la muerte de aquello que más quiere, entre otras muertes. Tragedia que el director no explota hasta sus últimas consecuencias dejándonos con la sensación de que le falta ese algo que redondee la película y de que sobran alardes visuales.

La pretensión es la de hacer un melodrama de dimensiones épicas, cuando lo único de épico que tiene esta película, es el aburrimiento que por momentos se apodera del espectador ante la excesiva lentitud con la que se van desarrollando los hechos, en un desarrollo de la historia que en ocasiones se para totalmente y parece que no volverá nunca más a coger un cierto ritmo que la lleve hasta el final.

Final ciertamente apoteósico con una batalla en la que antes de las posibilidades informáticas habrían tomado parte en ella miles de extras, para dar vida a unos ejércitos que despliegan un arsenal coreográfico que despierta por un instante del sopor del resto de la película, para terminar con océanos de sangre en medio de un mar de crisantemos dorados.

La que se dice que es la película más cara de la historia de China (algo fácil de creer una vez vista), naufraga por la falta de complejidad de unos personajes más bien planos, a que siempre están a un mismo nivel tanto psicológico como interpretativo, a excepción de Gong Li que si hace una interpretación destacada, en unos actores ante los que uno se queda con la sensación de que no están aprovechados al máximo, pero es que los personajes son como son y hacer más con ellos sería una tarea casi para titanes. Habrá que esperar a la próxima.

9 comentarios:

Alfredo dijo...

a mi me gusto la pelicula...tiene una estetica buenisima...oye de paso te felicito por el comentario de tamara de lempicka, interesantisimo.

un abrazo!!

John Trent dijo...

Yimou, cuando se mueve en espectaculos más comerciales de este tipo, mantiene un estilo visual rompedor, apabullante. Tanto Hero como La casa de las dagas voladoras son muestras de ello. Pero tambien es capaz de incidir, ambas veces, en los mismos defectos: ritmo irregular y guion por debajo del aspecto visual. Con todo, son buenas peliculas.

No he visto, ni creo que finalmente vaya a ver al cine, su nueva película, aunque espero algo similar...aunque más espectacular.

Daniel Mercado dijo...

Este director me ha gustado en otras de sus películas. Me queda la curiosidad por ver esta película, así haya cometido el pecado de leer tu crítica antes de verla, y pueda que vaya con prejuicios. Sin embargo, y como dicen, "guerra avisada, no mata moros".

. dijo...

haa...bueno....a mí me había hablado sobre el cine oriental...peor tampoco,...pensé que guera tan interesante!! jejeje.....rtres post buenísimos le dedicaste!! y vi el de Happy Birthday (se me chanfleó la "H")...para la "Mornroe"...jje-...¿tanto que no pasaba por acá?...bueno....yo ni siquiera actualizo mi ost...je...sabés?...Yo participo en blogs de cultura (cuando necesite ayuda de cine, te pido! jajajaj ya q estamos...jajja)..si querés pasá a visitarlos...esta es la semana "argentina"..¿por qué será?? jajaja....Blog de Musica: http://wwww.quediario.com/blogs/20774. Blogs de Lectura en: http://www.quediario.com/blogs/18186 y también hay de exposiciones y cocina....vas a ver...los nombres por ahí...o sino en mi blogs los links!! más facil....jeje...sólo que no podés comentar....bueno..si querés si....poer te tenés que registar...y todo eso...una miércoles!! jejej...espero que estés bien...¡Besotes y buen comienzo de semana!!

Alfredo dijo...

Tocayo, siento no coincidir esta vez contigo en relación a esta película. Para eso dicen que para gustos hay colores. Tamara de Lempicka fue todo un personaje, casi más interesante como personaje que como pintora. Tuvo una década buena como pintora pero luego se apagó. De todos modos, es un icono de unos años de gran efervescencia cultural, política, social. Siempre un placer que te pases por aquí.

John Trent, no estoy seguro que esta película sea más espectacular que las que citas, aunque el aspecto visual de esta es impresionante, el problema es lo que eso nos oculta todo lo demás que se pierde en el infinito y más allá, además de tener, en mi opinión, algunos problemas con el montaje. Escenas de lucha hay pocas, aunque las que hay duran un buen rato. Gracias por volver por aquí.

Daniel, como le decía a mi tocayo chileno para gustos hay colores, y seguro que hay gente a la que le parece una gran película y seguro que tienen razón. Yo con el cine oriental (chino y japonés, porque el coreano es otra cosa) tengo una doble sensación: o me parecen mortalmente aburridas o de una belleza extraordinaria, como el caso de Carta de una mujer desesperada, a la que algunos críticos no pusieron muy bien, pero que a mí me llena de emoción.

Luna, gracias por pensar que te puedo ayudar en algo relacionado con el cine. Si lo puedo hacer no dudes en que lo haré. Me pasaré a echar un vistazo a esos blogs que me recomiendas.

Un saludo muy afectuoso para todos y gracias por vuestros comentarios. Feliz semana!!

Alvaro G. Loayza dijo...

Estoy de acuerdo contigo en muchos aspectos, sobre todo en que en base a su grandilocuente y despampanante dirección artística se diluye una película de pobre contenido narrativo. Otra vez las coreografías de yimou salvan a la peli del aburrimiento que tu mencionas en varias ocasiones, y pese a que no soy un detractor tan convencido como tú, creo que tu crítica ataca a la película en sus verdaderos talones de aquiles. Saludos!!!

Alfredo dijo...

Gracias por tu aportación, Álvaro. Como ya decía en otro comentario anterior, con el cine chino y japonés fundamentalmente, o me aburro mucho o disfruto mucho. En este caso durante un buen tramo de la película me pasó lo primero, sobre todo porque pienso que se podría haber contado lo mismo con bastante menos.

También puede ser que yo lo esté mirando sin ser capaz de desprenderme de mi punto de vista occidental, y si tuviera la empatía suficiente para ponerme en su lugar a lo mejor opinaba de forma diferente, pero eso es algo que ya nunca sabré.

Gracias otra vez y un saludomuy cordial!!

Anónimo dijo...

creo que eres un poco cruel en la crítica acerca del ritmo de la película ya que creo que ese ritmo lento y en ocasiones cansino es algo propio del cine oriental e incluso de su propia forma de entender la vida (en algunos temas, por lo demas coincido plenamente con tus valoraciones.

Alfredo dijo...

El ritmo lento no tiene porque ser sinónimo de aburrimiento. He visto películas orientales de ritmo lento que no me parecen en absoluto aburridas porque van contando cosas aunque sea despacio, pero es que aquí hay momentos en los que la película se para del todo, y si a eso unimos una pretenciosidad que mete miedo tenemos un coctel que mete miedo.

Encantado de puedas volver a estar entre mis visitantes asiduos. Gracias.

Nos vemos!!