El siguiente paso en la estrategia de acoso y derribo a la que Audrey somete a Cooper, consiste en meterle por debajo de la puerta de su habitación una nota en la que aparece escrito: Jack El Tuerto. Cuidada caligrafía femenina y perfume, ante el que Cooper no puede evitar una expresión de placer, nos dicen claramente quien es la remitente.
Cooper acerca la nota a la nariz y siente como ese sentido le pone en marcha su memoria sensorial, su recuerdo del primer encuentro con la tentación que toma forma de mujer en Audrey, una adolescente de familia rica que tiene fijación con el agente del FBI desde la primera vez que lo ve.
Sin embargo, ni con Cooper ni con Audrey las cosas son tan claras, ya que el primero es un personaje tan influido por la filosofía oriental y el mundo de lo onírico, que no podemos saber a ciencia cierta cuáles son los recuerdos que el perfume trae hasta su memoria, ya que, al mismo tiempo, es un personaje del que, en este momento (episodio 2) todavía no sabemos nada sobre su vida personal, aunque poco a poco nos iremos dando cuenta de que una sombra le acompaña, un peso en el alma porque hay días que verdaderamente pesan en el alma. Tal vez en ese momento esté pensando, por un instante fugaz, en que enamorarse de Audrey es posible o el perfume le recuerde a un amor pasado, de esos que dejan huella y de los que nunca terminas por desprenderte del todo.
Audrey es un personaje lunar y, por lo tanto, mudable, capaz de mostrar cambios súbitos de estado de ánimo y con un algo indefinible que excita la curiosidad y nos llama, como canto de sirena, a adentrarnos en mares procelosos de los que sabemos peligrosos pero que no podemos hacer nada para resistir la tentación, aunque Audrey no llega a ser prototipo de femme fatale.
Mujer enigmática, de la que no podemos estar seguros de que esté efectivamente enamorada de Cooper, a pesar de que pondrá su vida en juego por ayudarle a descubrir al asesino de Laura. Puede que el agente sea otro capricho de Audrey, su forma de evadirse de una realidad basada en la mentira, en un seno familiar al que calificar de extraño no consigue abarcar la realidad. Acostumbrada a vivir entre secretos, en un hotel en el que hay más pasadizos ocultos que pasillos, y en el que todos tienen algo que ocultar en un mundo en el que cualquier parecido con la realidad parece pura coincidencia.
(Continuará)
2 comentarios:
bien!!!
me alegro que sigas con el analisis a twin peaks, siempre me a parecido genial la forma en que se planteo el personaje de cooper y las aristas que este tuvo en especial su relacion con audrey
saludos nuevamente desde chile
bye
alfredo
Gracias por el ánimo. De momento me voy a centrar en la relación entre estos dos personajes. Otro que me parece interesante es Dona, porque debajo de ese aspecto mojigato, hay una persona con un cierto talante manipulador y, sobre todo, incapaz de tener sentimientos de culpa.
Un saludo transoceánico.
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