viernes, 5 de octubre de 2012

Johnny Otis, el padrino del rhythm and blues


Blanco, hijo de emigrantes de origen griego, crecido en un barrio de mayoría negro en San Francisco en 1921, en el estado norteamericano de California, nunca entendió eso de las barreras raciales ni del racismo. Tanto fue así que terminó por convertirse en uno de los mejores propagandistas de la música negra en los Estados Unidos y “culpable” de la carrera exitosa de muchos músicos negros.

A lo largo de su vida no solo con su ejemplo de colaboración musical incesante, sino que supo transformar eso también en compromiso político en la lucha por los derechos civiles, y aunque fracasó en su intento de ser elegido diputado al Congreso californiano, sí estuvo al lado de un senador afroamericano y publicó numerosos escritos en los que daba cuenta de su compromiso político y social. Años más tarde, se convertirá en predicador y en agricultor ecológico hasta su fallecimiento el pasado mes de enero.


Y es que acercarse a la personalidad de John Alexander Veliotes, requiere no solo ver su faceta musical como productor, percusionista, músico, compositor, sino que también hay que ver su labor política, religiosa, literaria e incluso artística.

En la Secundaria, Johnny Otis empezó su relación con la percusión en la banda del colegio, mientras en su tiempo libre frecuentaba la trastienda de los locales en los que se reunían los músicos de color de su barrio. Eso le permitió crecer entre el jazz urbano y el blues.

Un ambiente del que nacería su primer éxito, Harlem nocturne, ya como parte de una banda de jazz formada por afroamericanos en la ciudad de Los Ángeles, a la que llegó después de haber pasado por varios grupos de swing. Esa banda era la Harlan Leonard’s Rockets, en ese momento grupo residente en el Club Alabama.

El responsable de que Otis se trasladara de San Francisco a Los Ángeles, fue Nat King Cole, que también le recomendó que se enrolara con la banda de Harlan Leonard, y acompañará al saxofonista Lester Young y al cantante y pianista Charles Brown.



Eso fue en 1945 y dos años más tardes abrirá con Ali Bardu, en la ciudad del cine, el Club Barrelhouse, en el barrio de Watts, que se convertirá en un lugar mítico musicalmente hablando.  Como descubridor de talentos, a él le deben su despegue personalidades como Etta James, que le mintió sobre su edad para poder cantar con Otis, Little Richard, Jackie Wilson o Johnny Ace, todos ellos figuras fundamentales de la música de raíz negra de los Estados Unidos.

A Little Richard y Big Mama Thorton, por citar solo dos, les produjo algunos de sus grandes éxitos y ahí empezó también a definir su propio estilo musical, su particular forma de interpretar el R&B, con un estilo que Fernando Navarro define como “a medio camino del blues rural y un novedoso sonido de ciudad”.

En 1955 pondrá en marcha su propio sello musical, Dig Records, para grabar sus propios temas y los de los músicos que iba descubriendo, y en plena ecolosión del rock and roll, firma por Capitol Records arranque del Johnny Otis Show, y pondrá en marcha un programa en una televisión de Los Ángeles.

Las dificultades económicas generadas en la postguerra mundial, hizo que Otis recortara su orquesta manteniendo “dos saxofones, trompeta, trombón, añadí una guitarra de blues, un pianista de boogie-woogie y un percusionista. Eso era lo que la gente quería”, según explicó el propio Otis en alguna ocasión.


Durante más de medio siglo irá desarrollando una influyente carrera musical, hasta que en 1990 se traslada con su mujer hasta la localidad de Sebastopol, al norte de California para convertirse en agricultor ecológico y seguir manteniendo su programa semanal de radio, escribir su autobiografía titulada Upside Your Head, y aparecer en diferentes festivales. En 1994 fue incluido en el Rock and Roll Hall of Fame por su faceta como intérprete.


4 comentarios:

balamgo dijo...

Excelente entrada!
Llevabas tiempo sin hacerlo, todo bien?
Abrazos.

Alfredo dijo...

La sobrecarga de trabajo me ha impedido mantener la regularidad que me gustaría con el blog y con todos los que habitualmente os pasáis por aquí. Espero que pronto pueda volver al ritmo habitual.

Muchas gracias por preguntar.

Un abrazo!!

calamanda dijo...

Balamgo tiene razón, está magnífica!, y en cambio yo me estoy dando cuenta de lo "pegada" que estoy en música.

Estoy casi segura que si te preguntara adivinarías casi seguro que me quedo con el primer vídeo, decirte que esta música, después de muchísimo tiempo, ha hecho que recuerde películas americanas que yo veía siendo muy pequeña en blanco y negro.

Un beso!.-

casss dijo...

Excelente.
Es inagotable lo que hay detrás de nuestro por conocer. Es inagotable la curiosidad que nos alienta cada día por conocer y disfrutar más de todo ese bagaje que amigos como vos, nos aportan.

un fuerte abrazo