La lección (Eugene Ionescu), Las sillas (Eugene Ionescu), Magma (Roberto Corte), Ñaque (Sanchís Sinisterra), Gasolina con capullos (Chechu García y Roberto Corte), Fin de partida (Samuel Beckett), Hasta que la boda nos separe (Roberto Lumbreras). Todos esos son montaje del grupo de El Entrego, Barataria Teatro, que he tenido la oportunidad de ver y todos ellos me parecieron excelentes.
Un grupo al que vengo siguiendo desde hace ya varios años y que me parecen de lo mejor que uno se puede encontrar en el exiguo panorama teatral asturiano. Así que en cuanto tuve una oportunidad me fui a ver Las grosellas, un texto basado en un relato corto de Chejov adaptado por el propio director de la compañía, Roberto Corte.
Una obra que ni fú ni fá, pensada únicamente para contarnos el cuento chejoviano con la disculpa de una familia muy cerca de ser disfuncional, que se reúne para celebrar el cumpleaños de la niña revolucionaria, aunque nos quedamos con la duda de si es una joven rebelde o una pija disfrazada de alternativa de subvención, y que cae en todos los tópicos de una juventud de aspecto rebelde pero que sólo se queda en malcriada.
Para poder quedarse con los euros que le corresponden por el cumpleaños, primero tiene que resistir al abuelo disfrazado de ruso contándole el cuento de Chejov, que va cayendo entre trago y trago de vodka, hasta llegar al final sin más trascendencia. Una hora de función que se pasa indiferente ante un montaje insulso en el que únicamente cabe destacar la composición de personaje que hace Silvino Torre, mientras que Jorge Moreno, Eva Vallines y Cristina Cillero tienen que lidiar con unos personajes planos y que no dan juego interpretativo digno de mención. Esperemos que haya sido un simple tropezón en una trayectoria por lo demás muy brillante.
9 comentarios:
Me imagino la decepción después de seguir su trayectoria y la expectativa que habrías puesto en el espectáculo.(El arte y la creatividad se agotará en algún momento o solo son tropezones?)
Un abrazo.
Espero, efectivamente, que sólo haya sido un traspiés, aunque la situación general del teatro asturiano no invita al optimismo. Y es que el tedio crece. Iremos viendo a ver como van evolucionando las cosas.
Abrazotes!!
Home, yo tamién la vi,los personaxes nun me paecieron tan planos, lo del gatu y la conversación telefónica final tuvieron mui bien, quizás meter el cuentu enteru de Chejov ye lo que lastra la obra, pues los textos de Roberto Corte siempre resulten, tan fechos pal escenariu y eso siempre se nota.
Esos momentos que citas a mí me dejaron bastante frío, como el resto de la obra en general, y coincido contigo en que meter el cuento completo es un error, en un dramaturgo que, por otro, lado venía destacando por la calidad de sus propuestas.
Esos momentos que citas a mí me dejaron bastante frío, como el resto de la obra en general, y coincido contigo en que meter el cuento completo es un error, en un dramaturgo que, por otro, lado venía destacando por la calidad de sus propuestas.
La verdá que depués de "Travesía de nieve sobre Bagdad", con un texto mui redondu y "la ascensión",tampoco esperaba esti cuentu de Chejov, la propuesta sigue siendo arriesgada y diferente de lo que se fai nel teatru asturianu actual, pero pienso que'l cuentu lastra la obra. El veteranu de Kronstad puede ser de la revolución del 34 o la guerra civil(acercándose al públicu)y los actores no teníen que ser personaxes chejovianos, si non, actuales. Algunos cachinos sí me prestaron, pero'l cuentu... y l'actitú ¿rusa? de los personaxes nun me convencieron. A ver per onde van les nueves propuestes de barataria...
Travesía no he tenido la oportunidad de verla, y sí es verdad que Barataria ofrece algo distinto al panorama del teatro asturiano, muy volcado, al menos esa es mi impresión, con los textos de los clásicos y muy poco con lo contemporáneo. Sin duda, Barataria tiene crédito para esperar algo bueno en el próximo montaje.
Hace tiempo que no entraba en este blog al que, agradezco, el seguimiento que hace de parte de nuestro panorama teatral. En no pocas ocasiones he coincido en apreciaciones (criticas buenas y malas) del que autor del blog, aunque por supuesto no siempre. Esta es una de esas ocasiones. Coincido en que Barataria es un grupo más que interesante y a mi me suelen interesar mucho sus propuestas. Destacaría Travesía de Nieve sobre Badgdad y, por supuesto, las grosellas. Creo que el texto de Corte que acompaña al precioso cuento de Chejov (a mi me gusto escucharlo entero mientras el viento y otros efectos sonoros arrullaban mis oídos) es muy interesante y no refleja la vida de una niña pija y “refalfiada” sino que se intenta acercar al complicado jardín de pintar los problemas de un sector de la juventud al que no pocos de sus mayores (no se si el autor de este blog) únicamente ven como niños malcriados sin problemas que lo han tenido todo desde la niñez. Sobre todo es un texto contemporáneo con profundas raíces en el presente y que a mi, por ejemplo, me resulta mucho más interesante y actual que, por ejemplo, “Hasta que la boda nos separe”, montaje por otra parte de impecable factura. Respecto a lo que nos ocupa, por supuesto que el trabajo de Silvino Torre es magnífico pero yo destacaría, en esta ocasión, la interpretación de Cristina Cillero que me ha parecido soberbia. Jorge Moreno y Eva Vallines están más que correctos.
No suelo escribir por el ciberespacio pero ya que me pongo sigo. Únicamente me gustaría plantear (quizás sangre por la herida pero honestamente pienso que no) que ya está bien de criticar con tanta ligereza al “panorama teatral asturiano”. Con unos apoyos económicos que harían (hacen) sonrojar a los que la Ciudad de Melilla destina a las artes escénicas y con una nula presencia en los medios de comunicación del teatro asturiano (ni un espacio en la TPA por el amor de…) en Asturias hay más de 40 compañías (proyecto teatrales) con vida produciendo espectáculos de gran calidad y otros más mediocres, como en todos los sitios. Pero creo que, sinceramente, si en algo destaca el Teatro asturiano es en que difícilmente en ninguna otra comunidad autónoma se encuentre quien haga más con menos. Pienso, lo digo sin ningún ánimo de ofensa y si con alguno de sana polémica, que decir esto es caer en un análisis provinciano del que pecan muchos de nuestros responsables culturales. En defensa del autor de este blog diré que, aunque en alguna ocasión no coincida con sus apreciaciones, si se molesta en ver producciones asturianas.
Bueno, lamento el testamento, únicamente me gustaría animar a que proyectos como este que hacen visible al teatro (tb. Al asturiano) proliferen en el ciberespacio.
Besos muchos.
Agradecerle la extensión del comentario y la corrección con la que expresa sus opiniones, algo que no siempre es así.
Conozco bastante bien las condiciones precarias en las que los grupos asturianos se ven obligados a desarrollar su actividad, pero eso no puede ser una excusa para presentar algunas propuestas encima de un escenario, y, efectivamente, la sensación que dan nuestras administraciones es que el teatro no les interesa lo más mínimo, y diría aún más, la cultura no les interesa en absoluto.
Yo animo a la gente a que vaya al teatro y, por supuesto, que conozca lo que hacen nuestros grupos, y yo es algo que voy a seguir haciendo, por supuesto.
Vuelvo a darle las gracias por el comentario y espero que se siga pasando por aquí y expresando con total libertad su discrepancia o su coincidencia.
Un saludo!!
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