Igual que digo que el año pasado disfruté con mucha intensidad cada uno de los tres días que dura el Spoken World, digo que este año me he aburrido incluso con más fuerza de la que disfruté el año pasado. Y es que los responsables del festival prepararon un programa en el que las propuestas parecían una prueba de resistencia para los sufridos espectadores, y que muchos de ellos no lograron superar a tenor del número de personas que, sobre todo el sábado y el domingo, abandonaron el patio de butacas.
Entrando en la harina del primer día del Spoken, el programa doble os deparaba la aparición sobre el escenario de un trío de artistas asturianos como son Sergio Rodríguez, que se encargó del aspecto sonoro; el videojockey, Rob Loren; y el poeta Carlos Barral, que fueron los que dieron vida a un espectáculo que titularon Performance Lírica-Recital Trifásico.
Una propuesta que ya se inició de una manera extraña, y es que el poco público que nos dimos cita en el patio de butacas, recibimos, sin que sea capaz de encontrar una explicación al asunto, a los actuantes sin un solo aplauso, de una forma fría que no iba a mejorar con el paso del espectáculo. Concebido como la agrupación de poemas de diferentes temáticas en bloques, y apoyado el recitado en música e imágenes, en una fusión que creo que no cumplió con las expectativas de sus autores.
Un espectáculo que avanzó a saltos, con pausas que Carlos Barral utilizó para explicar el contenido de su poesía, algo que a mi entender resultaba innecesario y que rompía el ritmo constantemente. Algo a lo que no ayudó la posición indolente (reclinado en un sofá) del poeta ni el tono monocorde que desplegó durante todo el tiempo. Tampoco la música ni el apoyo visual fueron memorables.
Les siguió en el escenario lo mejor de los tres días de Spoken. Y es que el novelista británico Irvine Welsh nos regaló un momento de enorme sobriedad, sólo él y su voz para leernos el primer capítulo de su nueva novela titulada Crime, y un relato corto incluido en uno de sus libros en el que se recogen varios de estas historias breves.
Con la lectura del capítulo que abre su nueva novela, volvió a demostrar su talento como novelista, su capacidad para generar una prosa que tiene un mucho de surrealista y un profundo sentido del humor (negro), algo que quedó absolutamente patente en la segunda historia, en la que una familia disfuncional totalmente se encuentra de repente que la madre pierde las piernas después de ser arrollada por un tren, lo que “estropea” la tarde que el padre de familia tenía pensado pasar viendo el fútbol después de que la familia pasara por un pub. Una historia delirante, plagada de tacos, y con un ritmo en ocasiones frenético, y que nos recitó como tenía que ser. Una delicia.
3 comentarios:
He pasado un rato muy ameno en tu casa, he aprendido cosas nuevas y escuchado buena música.
No cabe duda que llevas una intensa vida social.
Yo no hubiera aguantado hasta el final, eres un caballero.
Gracias por pasar.Conozco a Chus desde hace muuuuuchos años ;-)
Abrazos nuevos.
El primer día fue soportable, los otros dos fueron de craneo. De nada, fue un placer reencontrarme con tu espacio. Lo dicho, bienvenida de nuevo.
Un abrazo!!
Muchas gracias Alfredo.
Otro para vos ;-)
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