Con su trabajo se ha convertido en uno de los fotógrafos contemporáneos más influyentes, con una obra en la que no deja de lado ningún tema social: la pobreza, las madres solteras de pocos recursos, el vandalismo, el racismo, la decadencia de los nativos canadienses, y muchos otros. Para ello, Wall recurre a unas composiciones que parecen sacadas directamente de la realidad, pero que están pensadas minuciosamente antes de iniciar las sesiones, en las que utiliza modelos profesionales, para conseguir unas imágenes que luego serán tratadas digitalmente y colocadas en una caja metálica e iluminadas desde atrás, lo que da a sus obras un aura realmente especial, y que pasa a convertirse en un elemento más de la fotografía.
Muchas de las composiciones que podemos ver en la obra de Jeff Wall, están inspiradas en obras de arte clásicas, fundamentalmente de artistas como Manet, Delacroix, Cezanne o el japonés Hokusai. El fotógrafo no se limita a recrear esas obras de arte ya clásicas, sino que las distorsiona hasta el punto de que, en ocasiones, es muy complicado encontrar el punto de referencia inicial.
El realismo que encontramos en las fotografías de este canadiense, ha sido definido por él mismo como “casi documental”, ya que nos ofrece una recreación de un momento que muy bien pudo ser visto en vivo por el propio autor, pero que recrea para dar origen a algo que se acerca mucho a la realidad primigenia, pero que ahora se ha convertido en una recreación, como si estuviéramos delante de un escenario cinematográfico que nos intenta trasladar a un determinado ambiente o momento histórico. Así, cada una de sus fotografías se convierten en un objeto único.
Wall llena sus escenarios, bien sean urbanos o de interiores, de pequeños detalles, esos que nos obligan a acercarnos a mirar la fotografía de cerca para poder apreciarlos, para luego volver a alejarnos para comprender la composición completa, en las que introduce personajes que a veces se nos presentan como monumentales, añadidos a unos interiores en los que apenas si caben, mientras que en otras ocasiones se nos aparecen en toda su frágil humanidad, caídos debajo del mobiliario, aprisionados en un interior plagado de bombillas, bajando por escaleras decrépitas o en celebraciones que tienen algo de inquietante.
Desolación, es lo que encontramos en muchas de las composiciones de Wall, la derrota de los hombres y de las mujeres contemporáneas, incapaces de cruzarse por la calle con alguien de un grupo étnico diferente sin torcer el gesto en una mueca de desagrado. Una humanidad de suburbio que acaba formando parte de lo que podríamos llamar la “ciudad oculta”, esas otras realidades que conviven con la nuestra pero a las que rara vez prestamos atención.
7 comentarios:
Mis exiguos conocimientos fotográficos no sirven para valorar el trabajo de Jeff, sólo una observación, si hasta las miradas son preparadas, -según consta en la wiki-, hasta que punto es fotografía?, valeeeeee, ya sé que la RAE lo define a la antigua pero para mí es atrapar un instante único e irrepetible, un instante mágico, una luz fantástica...y eso cambia con cada click.
Seguro que su puesta en escena es genial, no tengo el gusto.
Saludinos...click, clik clikkk
No conocía a este genio de la fotografía que a decir verdad más parecen cuadros que fotos...
Efectivamente la derrota de la humanidad contemporánea es debida a ese "suburbio" interior latente que nos amordaza los sentimientos de compasión y de sufrimiento ante el dolor ajeno.
Besos multicolores de nuestra parte.
La foto de la chica en su dormitorio es impresionante...¿Porqué no harán exposiciones de esta magnitud y contenido en mi ciudad? :(
Besotes!!
FUGA: Haces un comentario muy interesante. Creo que simplemente se trata de opciones diferentes. En este caso es un fotógrafo que utiliza todas las herramientas que tiene a su alcance para crear sus obras, como lo hacen un escultor, un pintor o cualquier otro. Este hombre también crea instantes tremendamente especiales.
Besos!!
*************
MILA: Sí que tiene algo de pictórico en sus obras, y la influencia del grabado japonés es bastante clara en algunas, y la composición basada en pinturas muy conocidas. Coincido plenamente contigo en esa falta de empatía que tenemos hacia los demás.
Abrazos chicas!!
************
MONIK: Coincido contigo en la apreciación por la foto de la chica, que tiene un aire, si quieres lejano, a Hopper. Exposiciones de este tamaño tampoco las hay por aquí, así que el mal es de muchos, algo que ya sé que no consuela.
Abrazotes!!
Bueeenass
claro que me pase! no ves que soy una pequeña-gran maruja!
Solo que soy un poco ignorante en todas estas cosas que escribes, asi que opte por la discrecion... ver, oir y callar..
Pero te seguire y seguro aprendere mucho :)
sensibilidad, realismo, recreación, empatía, indiferencia, de todo nos sugiere esta obra, y ahí está lo bueno, nos guste o no, nos conmueve. La foto de esa habitación llena de lámparas de luz oprime, descoloca, invade. Un abrazo amigo asturiano.
CANDE: De eso se trata ese asunto, de intercambiar conocimientos unos con otros, y por lo que he visto en tu blog también tienes cosas de las que yo no sé nada, así que todos a apredender de todos.
Vuelve cuando quieras, bonita!!
***********
CASANDRA: Comparto contigo las sensaciones que produce esa foto de ese hombre de espaldas rodeado de bombillas, una foto que cuanto más miro más oscura me parece.
Besos!!
Publicar un comentario