Después de poder ver en directo por vez primera al turco Omar Faruk Tekbilek, al viernes siguiente tuve la oportunidad de asistir a un concierto de los suecos Hedningarna (Los Paganos), un grupo de esos absolutamente inclasificables, un cuarteto que tiene un repertorio en el que confluyen el folk nórdico, con los sonidos del rock y los ritmos electrónicos (rave, tecno), y en la que los instrumentos tradicionales, tecnología mediante, se convierten en emisores de unos sonidos totalmente inesperados.
Ellos son Anders Stake Norudde (niquelarpa, gaita sueca, flautas), Hallbus Totte-Mattson (zanfona, ud), Christian Svensson (percusión) Magnus Stinnerbom (viola). Ellos desplegaron una energía altamente contagiosa sobre el escenario de un Teatro Jovellanos que presentó una gran entrada, para ir desgranando ese sonido tan característico que los hace inconfundibles, y con los que se cerró el ciclo de Músicas del mundo que ha ofrecido el teatro.
Escuchar a este grupo obliga necesariamente, a modificar los conceptos que se manejan en torno al folk para abrirse a una nueva galería musical que con raíces muy profundas en la tradición de los bosques infinitos y las nieves casi perpetuas (durante el concierto era inevitable que se vinieran a la imaginación esos paisajes que definen de una manera muy clara a Escandinavia), y con los pies a caballo de todos los ritmos contemporáneos, algunos de los cuales tienen que ver con Jimmi Hendrix o Led Zeppelín.
Después del concierto, incluyendo dos tandas de bises, uno sale abrumado del patio de butacas, incapaz de asimilar completamente lo que ha estado escuchando, tal es la riqueza de la propuesta musical de Hedningarna, de tal forma que hay que dejar reposar esas sensaciones para empezar a detectar todo lo que hay detrás de los temas. Músicos realmente excepcionales aunque se hecha de menos la presencia de las voces femeninas de Anita Lehtola y Liisa Matveinen, que dan a las melodías de Hedningarna un matiz esplendoroso.
Ante la ausencia de esas voces, los cuatro músicos que salieron al escenario no dieron tregua a un respetable entregado a la sonoridad contundente, radical en muchos aspectos, pero no exenta de sensibilidad cuando es necesario, manteniendo el ritmo endiablado que ha venido caracterizando a este grupo desde su fundación allá por el año 1989, en la provincia de Dalarna en la que existe una fuerte tradición de violinistas, y a la que vuelven con regularidad para encontrar inspiración para sus discos, aunque ya hace tiempo que no sacan ningún trabajo discográfico al mercado. Por ahora el último disco de Hedningarna es un recopilatorio de 18 temas grabados entre 1989 y 2003, y que lleva por título Hedningarna, 1989-2003.
6 comentarios:
Me encantan estos ritmos de violines...cuidados acordes y música muy melódica...precioso...
Besos!!
He comprobado que tus fines de semana empiezan musicalmente mucho mejor que los mios y me das envidia sana, eh.
Esta música al ser atemporal es bueno invertir en ella adquiriendo el cd.
Me apunto a tomar ese café que invitas en la "foto del día" ya que aqui hace un frío que apetece a estas horas.
Te mandamos besos felices.
Alfredo,
No te pierdes una, qué lujo Omar y después Hedningarna, me encantan y Gijón está que se sale...
Estoy segura de que ese recopilatorio merece la pena.
Hacía tanto tiempo que no oia nada de este grupo, qué bien que hayas traido tus impresiones hasta aquí.
Un saludo,
Estel J.
BONSAIMUSIC: La verdad es que ha sido casual que hayan coincidido Omar Faruk y Hedningarna, dos estilos contrapuestos totalmente, en una semana. En el caso de los suecos nada mejor para empezar un fin de semana con energía porque cañeros son un rato, pero también son mucho más que eso.
Si por ahí hace frío, aquí hace calor pero no deja de llover.
Besos chicas!!
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ESTEL: Me alegro de encontrar a alguien que comparte gusto por Hedningarna, algo que no suele ser habitual. El recopilatorio no lo conozco pero sí tengo dos de sus discos: Hippjok y Trä, y son los dos fantásticos.
El concierto de Omar fue una pasada total, disfruté muchísimo viéndolo en directo, y efectivamente la programación cultural de Gijón es la mejor de Asturias con diferencia.
Abrazos!!
Omar y Hadningarna es cierto que no tienen nada que ver, pero para mí los dos son esenciales, y es verdad que ha sido una suerte haber podido disfrutar de sus conciertos.
Abrazos!!
Hola, soy el autor de la primera foto, que no está tomada en el teatro Jovellanos sino en FolkPlasencia año 2007. Te agradecería que al menos mencionases su fuente, http://viellektric.blogspot.com
Saludos.
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