martes, 20 de marzo de 2012

Louise Lawler, la fotografía del espacio


Nacida en Bronxville, Nueva York, en 1947, Louise Lawler empieza a desarrollar su carrera artística a finales de los años 60, momento en el que deja la universidad y se instala en Manhattan. Ahí empieza un desarrollo artístico a lo largo del cual se viene centrando en destapar algunos de los mecanismos que están detrás de lo que podríamos llamar la industria artística.

Y eso a través de unas fotografías que tienen mucho de irónico, de sacar a la luz situaciones que en muchas ocasiones están ocultas para el espectador. Indaga a través de sus fotos en las razones por las que las obras de arte se sitúan de una determinada manera en las galerías, en las paredes de los museos, en las casas de los coleccionistas, en las de subastas, para descubrir que nada es inocente, que todo obedece a algún tipo de razón aunque nos sea incomprensible.


En realidad las fotos que hace Lawler de obras de artistas de gran relevancia (Warhol, Richter, Mondrian, Koons…) más que hacer que nos fijemos en la obra, lo que consiguen es que nos fijemos en el entorno, en lo que las rodea, en los lugares que las acogen. Imposible que no llame la atención ver un Mondrian colocado detrás de un armario, un conejo de Koons valorado en 80 millones de dólares situada encina de una nevera, o ver como una mujer lleva en las manos una escultura de Picasso como si llevara un objeto totalmente anodino.


Como escribe Birgit Pelzer: “Inmovilizando las operaciones de inclusión y exclusión, de reunión y de ruptura, las imágenes de Lawler revelan una forma personal de relacionarse con las obras de otros artistas para, a partir de ellas, crear su propia obra.”


Y luego añade: “Más allá de la puesta en duda de los poderes, los sistemas, las autoridades, existe el lugar singular que estos fríos análisis dan a una actividad de la mirada singular, una sensibilidad sin pathos, sin nostalgia, sin lamentos, sin militancias, que no propone la adhesión a ninguna postura, sino más bien una visión llena de perplejidades, una constatación funcional de la nueva gestión de los asuntos simbólicos, las aventuras frágiles de una relación en el presente marcada por la separación.”


En su caso Lawler no toma partido pero nos deja un conjunto de fotografías en las que predomina la ambigüedad, y en las que habla de las relaciones del arte con “los mecanismos económicos del deseo, el intercambio, el prestigio, el género y el poder”, en palabras de Todd Alden.

5 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Natàlia Tàrraco dijo...

Muy interesante poner en solfa el ARTE, a través de una mirada con prespectiva distante, relativa.
Te felicito Alfredo, nos traes a mujeres artistas en un empeño muy loable, diverso, analítico.
Ahora que en París le dedican una justa revisión a la genial Artemisa.
A la espera de tus nuevas, un besito.

omar enletrasarte dijo...

interesante,
saludos

PACO HIDALGO dijo...

Y también parece la fotógrafa del vacío. Bastante interesante su mirada particular de la realidad. Abrazos.

Alfredo dijo...

NATALIA: Siempre está bien poner en solfa lo que uno hace para no caer en la tentación de sacralizar las cosas. Un punto de mirada irónica nunca está de más.

De momento no tengo ninguna noticia nueva.

Buen finde!!

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OMAR: Me alegro de que te lo parezca.

Un saludo!!

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PACO: Es cierto que también el vacío tiene su presencia en la obra de esta fotógrafa tan particular.

Un abrazo!!