Olvido, 1987-1989. |
“Sobretodo en los años 90 yo intente
desvincularme de todas las exposiciones de arte político a las que me
invitaban, porque yo creo que la producción que tiene directamente que ver con
política en verdad es una parte relativamente pequeña dentro de la producción
artística en general. Y en mis muestras yo intenté siempre huir de la cosa
panfletaria. Porque yo se que dentro del arte, dentro del campo del arte, los
trabajos tienen que dialogar con la historia del objeto artístico, trabajar
dentro de esa evolución”.
“Es cierto, es que sin sentido del humor,
no hay nada. Marcel Duchamp hablaba de eso, que el humor era su principal
material de trabajo. La vida está llena de humor. Uno de los tres consejos que
yo he retenido de la memoria de mi padre es que la vida es tan difícil, dura,
triste, que a él los que lo emocionaban eran quienes reían. Yo siempre busqué
esa instancia de risa en mi obra y en la vida”.
“En los años 70 yo estaba un poco
desilusionado con el arte. En el 63 había visto un dibujo en una exposición de
arte africano que me gustó mucho y me llevó a ir corriendo a la librería a
buscar papel, tinta china y dibujar, pero en el 67 yo comencé a trabajar con
los espacios virtuales, que fue para mi una tentativa de poner orden, porque en
los años anteriores todo estaba muy caótico, así que cambie el dibujo por otros
materiales”.
“En una época el arte y la religión se
confundían y los dibujos de las cavernas, esas inscripciones rupestres, los
hombres buscaban el sitio ideal para dibujarlos, con luces de antorchas, que
generaba un movimiento muy diferente al de las luces artificiales con las que
fueron descubiertas. Después de un tiempo, en Grecia, el arte y la arquitectura
eran la misma cosa, y al pasar el tiempo queda muy clara la diferencia entre
ambas; luego hay una relación entre arte y representación de la realidad, y
cuando aparece la fotografía esa diferencia se torna visible, y así
sucesivamente, el arte ha ido separándose, dislocándose, geométricamente de las
otras disciplinas o creencias con las que se la ha asociado”.
“Como te decía, cuando llegué a Nueva
York, en mi crisis de no saber hacia dónde seguir con mi obra, trabajaba la
geometría, los espacios, etc. Y seguía haciendo mis dibujos africanos, que eran
los que me daban de comer (risas) En esos dibujos la cabeza no entraba, las
ideas se iban a otros lados. Hubo un día en que ambas cosas se encontraron, los
dibujos y los “Espacios Virtuales”… entonces mis obras comenzaron a nacer en
mis dibujos”.
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Insercoes em Circuitoes Ideologicos. Projeto Coca Cola. |
“Al principio estaba más preocupado por
los espacios y por la investigación. Siempre comprometido, claro. Pero, en
1969, tres horas antes de que se abriera mi primera gran exposición el Museo de
Arte Moderno de Río, el museo fue cercado por la policía política y ordenaron
el desmantelamiento de todo. “La reacción interna y externa fue inmediata y mi
radicalización definitiva”.
“Me conformo
con que la gente sepa que siempre se puede empezar de cero. No se transformarán
grandes cosas, pero si una o dos personas salen conmovidas, yo estaré contento.
El arte tiene que seguir criticando a la política. Huyo del panfleto, pero
quiero reflexión”.
El País.
El País.
Más información: Museo Reina Sofía, Wikipedia, Arteselección, Arte de Madrid.