miércoles, 18 de junio de 2014

Tim Gidal, pionero del fotoperiodismo



Nacido en Munich en el seno de una familia judía de padre ruso y madre lituana, Tim Gidal (1909-1996), terminará por convertirse en uno de los primeros fotoperiodistas de la historia, y eso después de pasar por las universidades de su ciudad natal, Berlín y Basilea, para estudiar historia y economía y terminar con un doctorado en filosofía.


Una titulación que tardó varios años en conseguir después de que la fotografía se cruzara en su camino y empezara a dedicarle el tiempo que distrajo de sus estudios. Fue gracias a uno de sus hermanos que consiguió una Leica de pequeño tamaño que fue el adelanto técnico, junto con el modelo de la empresa competidora Ermanox, que permitió tomar imágenes que con las anteriores cámaras de gran tamaño eran muy difíciles de conseguir.


Fue en una revista muniquesa donde empezó Tim Gidal su carrera de fotoperiodista, dando los primeros pasos de una carrera que tendrá en las personas, en la herencia judía y en los sucesos históricos los anclajes fundamentales de su carrera, siempre utilizando la cámara como en medio con el que conseguir un fin.


El ascenso del nazismo le hizo abandonar su país y pasar a vivir en Suiza. Era el año 1933 y el año antes hace su primer viaje a Palestina, que irá seguido de un segundo viaje en 1935 donde, durante dos años, levantará acta con su cámara de la situación social y política que se vivía en Tierra Santa. Sin embargo, las condiciones no eran propicias para su forma de entender la fotografía, en un ambiente más interesado por las imágenes de propaganda.


Eso le llevó, ya con la Segunda Guerra Mundial en marcha, a enrolarse en el ejército británico para ilustrar con sus imágenes la revista Parade, dirigida a las tropas, hasta alcanzar el puesto de máximo responsable de los reporteros de guerra para la zona del norte de África, primero, y de Oriente Medio y Asia, después. Un tifus le hizo dejar de lado la relación con la milicia y eso le hizo perderse la invasión de Italia y todos los aconteceres bélicos que sucedieron a continuación.


Después del conflicto, la necesidad de garantizar una fuente regular de ingresos, le hizo asentarse con su mujer y su hijo en Nueva York, ciudad en la que se dedicará más a la enseñanza que a la fotografía, lo que supuso un importante hiato en su carrera, tanto que incluso hay expertos que consideran que esa mudanza arruinó totalmente su carrera como fotoperiodista.



De todos modos, desde los años 70 su obra fue puesta en el lugar que se merecía, y las exposiciones empezaron a sucederse en diferentes instituciones museísticas del mundo en las que se pudo apreciar la calidad de una obra capaz de penetrar la superficie de la realidad y combinar el arte y la fuerza expresiva.

Más información: Independent [en], Universalis [fr]. 

3 comentarios:

balamgo dijo...

Saludos Alfredo!
Extraordinario y muy interesante post. No conocía hasta ahora al personaje.
Un abrazo.

calamanda dijo...

Hola!,
sí, ciertamente, comparto las palabras de Balamgo, has hecho una nueva entrada interesante para mí, no conocía a Tim Gidal. Realidad y fuerza expresiva en sus fotografías. Son muy bonitas.

Saludos,
un abrazo.-

Alfredo dijo...

BALAMGO: Seguro que un gran aficionado a la fotografía como eres, sabrás apreciar incluso mejor que yo, las aportaciones de este fotógrafo absolutamente espectacular.

Un abrazo!

*******

CALAMANDA: Un auténtico pionero en lo que será el fotoperiodismo, siempre en guardia para dejar constancia de la realidad con un toque artístico. Un grande.

Un abrazo!