martes, 24 de junio de 2014

Horst P. Horst: el fotógrafo de la alta sociedad, las estrellas de cine y la elegancia


Mainbocher Corset, 1939.

“Me gusta hacer fotografías porque me gusta la vida, y adoro, por encima de todo, fotografiar a las personas, porque, por encima de todo, amo a la humanidad” (Horst P. Horst)

Black Corset, 1948.

“La elegancia de sus fotografías (…) es capaz de conducirte a otro lugar, muy hermoso (…) La intocable calidad de los retratos es realmente interesante porque te distancia de los retratados (…) es como estar viendo a alguien de otro planeta (…) y deseas que esa persona exista, quieres conocerla y realmente te quieres enamorar de esa persona” (Bruce Weber)

Marlene Dietrich, 1942.

Empiezo este artículo con sendas citas procedentes del fotógrafo protagonista y de un compañero que fue influido con fuerza por las enseñanzas del germanoestadounidense. Dos citas que hablan de algunas de los puntales de la obra del que fuera fotógrafo de Vogue durante la friolera de 60 años, lo que le convirtió en un testigo de excepción de la vida de la alta sociedad europea y norteamericana, del mundo de la moda a los dos lados del Atlántico, y del mundo de las estrellas de cine.

Barbara Paley, 1964.

HorstP. Horst (1906-1999) fue un fotógrafo de moda vanguardista con los pies asentados en el ideal de belleza clásica, pero también las enseñanzas de la Bauhaus, el Romanticismo y el Surrealismo. Todo ello combinado para dar origen a unas imágenes cargadas de sensualidad, de belleza, con una forma de entender la iluminación de sus modelos muy renovadora y atrevida.

Ingrid Bergman, Vogue, 1959.

De padre comerciante, Horst estudió en la Universidad de Hamburgo, antes de dirigirse hacia París para estudiar con el arquitecto Le Corbusier. En la capital francesa conocerá al aristócrata George Hoyningen-Huene, al que próximamente dedicaré un artículo aquí mismo, a la sazón fotógrafo de Vogue y que acabaría tomando como ayudante, y también como modelo ocasional e incluso como amante, al alemán.

Fashion, Lucien Lelong, Bijoux boucheron, 1937.

En noviembre de 1931, Horst publicó su primera fotografía en Vogue Francia, y al año siguiente una exposición de sus imágenes fue destaca por The New Yorker lo que supuso el espaldarazo definitivo para el arranque de una carrera que ya no se detendrá, y eso a pesar de que su primer contacto con Vogue en los Estados Unidos le supuso un fulminante despido, sin que eso supusiera la pérdida de la confianza de la edición francesa de la revista.

Male Nude, 1950.

Con la Segunda Guerra Mundial, se asentó de forma definitiva en los Estados Unidos, pasó un periodo como fotógrafo del ejército, para luego volver a donde había dejado su carrera, es decir, retratando a las grandes estrellas de los estudios de Hollywood, a la alta sociedad internacional, aristócratas y miembros de familias reales europeas, pero también realizando fotografías de interiores y bodegones.

Más información: Wikipedia [en], Vogue [en].

2 comentarios:

balamgo dijo...

Es un gran placer contemplar fotografías de Horst P. Horst.
Gracias por traerle.
Un abrazo.

Alfredo dijo...

Placer compartido :)

Un abrazo!