domingo, 9 de diciembre de 2012

George Shaw, el tiempo que pasa


Ash. Wednesday 7 am (2004-2005)
Nacido en Coventry en 1966, George Shaw, ahora residente en Devon, tiene en las dos millas cuadradas en las que desarrolló su infancia y juventud su punto de inspiración fundamental para unas obras de paisajes urbanos que, si por un lado tienen un aire clásico, por otro están enraizadas en lo contemporáneo.

Landscape with Dog Shit Bin (2010)
El propio artista reconoce que muchas veces se queda sorprendido de ese aspecto clásico que pueden llegar a tener unas pinturas realizadas con el pigmento que los aficionados a las miniaturas utilizan para pintarlas, lo que da a sus cuadros ese aspecto de pintura antigua.

Scenes from The Passion. The Cop Shop (1999-2000)
Paisajes los de Shaw que no muestran preocupación por lo factores atmosféricos, sino que nos muestran paisajes urbanos de esos que podemos encontrarnos cualquiera en nuestro día a día, salvando las distancias y las formas de construir. Paisajes de la memoria, del recuerdo sobre los que podemos extrapolar nuestros propios paisajes, los colores, las sensaciones.

The Assumption (2010)
Barriadas obreras en las que se ven árboles solitarios que apenas si adornan un parque infantil en el que parece que hace mucho tiempo que no juega ningún niño, calles después de la lluvia, con una niebla capaz de difuminar los contornos más allá de una valla metálica, espacios traseros cruzados por graffitis inútiles.

The Time Machine (2010)
Lugares por los que no pasa nadie, en los que la ausencia de la figura humana nos lleva a suponerla, a intuirla detrás de esas ventanas débilmente iluminadas, de esas esquinas más allá de las cuales tiene que haber alguien, de esos caminos en el bosque sin huella humana por ningún lado. La ausencia de la presencia.

The Back Tahat Used To Be The Front (2008)
La sensación de tiempo que pasa, de vida y de muerte, de permanente cambio a pesar del estatismo, de que parece que en los cuadros de Shaw no pasa nada, está ahí presente, o al menos así lo siente el artista que reconoce haber heredado de su padre esa preocupación por el paso del tiempo, y el gusto por las películas de directores como Ken Loach o las sitcom británicas en las que los obreros son sus protagonistas.

Scenes from The Passion. The Way Home (1999)
Cuadros al modo de fotografías que ilustraran un libro de memorias, no en vano son los paisajes primigenios, esos en los que hizo sus primeros aprendizajes, se cogió la primera borrachera y tuvo una primera experiencia sexual, al modo de cualquier otra persona. De ahí la familiaridad que podemos llegar a sentir con esos paisajes aunque no sean los nuestros, pero que podrían haberlo sido si las circunstancias de nuestro nacimiento hubieran sido otras.

No Returns (2009)
Es la rendición al misterio de lo cotidiano reforzado con esos títulos de resonancias bíblicas, que elevan casi a la categoría de lo sublime lo que no son más que lugares en los que tal vez lo normal sea que no ocurra nada de especial mención, lugares en los que la rutina se ha impuesto y a los que Shaw saca de esa rutina para convertirlos en un escenario del recuerdo.

Más información: Channel 4, The Guardian, BBC, Art in America.

9 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Un gran artista, sin duda. Es cierto lo que dices, tiene algo de los paisajistas de la Escuela de Barbizon, que también inmortalizaban pequeños asuntos del paisaje sin importancia; aquí, la mirada es distinta, pero tiene el mismo espíritu de captar lo insignificante, lo que nadie se para a mirar. Un fuerte abrazo y buena semana.

Natàlia Tàrraco dijo...

Las encrucijadas de la vida.
Excelente trabajo, besito y fructífera semana.

Alfredo dijo...

PACO: Rincones de su infancia y adolescencia, paisajes de la memoria convertidos en universales, en fragmentos de nuestros propios recuerdos.

Un abrazo!

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NATALIA: Efectivamente recovecos vitales traducidos en forma de paisajes urbanos o rurales pero con ese algo más.

Un beso!

casss dijo...

Hay formas de expresión que despiertan mi admiración (y una cierta envidia, porque debe ser maravilloso estar dotado de ese poder de expresión y comunicación)
En este caso, alguna fibra de mis sentidos vibró con las imagenes por distintos motivos.

un fuerte abrazo.

balamgo dijo...

Me gusta; lo encuentro muy próximo, cercano y muy vital.
Un abrazo.

Ana dijo...

pinta la vida cotidiana en la que todos nos vemos reflejados, le da un toque urbano pero distinto.

Un saludo.

ChilinOsvaldo dijo...

Excelente! que buen trabajo! felicitaciones

Celia Álvarez Fresno dijo...

Te envío mi cariño y una deseo de Feliz Navidad.
Celia

Alfredo dijo...

CAS: Comparto tu sentimiento de admiración hacia aquellos que son capaces de crear arte con sus manos su mente. Cuando brilla el talento a los demás solo nos queda disfrutar con ello.

Un abrazo!

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BALAMGO: Una vitalidad que nos llega a pesar de que sus obras están vacías, o casi, de seres humanos o animales, pero así y todo estás esperando que en cualquier momento doblen la esquina o se asomen a una ventana.

Buena semana!!

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ANA: Son esos paisajes urbanos en los que podemos llegar a reconocernos, esas calles por las que caminamos o esos bosques por los que paseamos. en sus cuadros te sientes, al menos yo, como si fueras el único transeúnte en ese momento.

Un saludo!

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CHILIN: Gracias por la visita y el comentario. La obra de este artista es de esas que merece la pena pararse a echarle un vistazo detenidamente.

Un abrazo!

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CELIA: Muchas gracias, mis mejores deseos para ti y los tuyos.

Un abrazo!!