domingo, 4 de noviembre de 2012

La misteriosa normalidad de Alex Katz



Trio #4 (2007).
Considerado como uno de los antecedentes del arte pop, Alex Katz (Nueva York, 1927), tiene unos referentes artísticos vinculados a los finales del siglo XIX y principios del XX europeos. Cuando estaba finalizando sus estudios en la Cooper Union, en el estado norteamericano de Maine, uno de sus profesores le recomendó que fuera a visitar una exposición sobre Matisse, que le dejó una impresión absolutamente duradera porque “nunca pensé que nadie podía pintar de esa manera”, tal y como le reconoce en una entrevista a Phong Bui.

The Black Dress (1960)
Con el conocimiento que tenía del cubismo, especialmente de Picasso, otra de las figuras que considera influyentes en su pintura, es la del francés Pierre Bonnard, al que conoce en la segunda mitad de los años 50 de nuevo por medio de una exposición de su obra. De este pintor le interesó la forma de pintar por medio de la pintura, es decir, dejando en segundo plano la línea delimitadora de contornos.

Ted Berrigan (1967)
En ese periodo de formación en Maine, un estado al que regresa todos los veranos para pintar sus paisajes al aire libre, se dedicó a intentar dibujar y pintar a la mayor velocidad posible, prácticamente produciendo un cuadro al día durante unos diez años, obra que luego terminaría por destruir una vez que ya había obtenido las enseñanzas que consideró necesarias.

Sunset 6 (2008)
A contracorriente, en unos años en los que no se consideraba hacer eso, Katz empezó a pintar tomando como base fotografías, hecho que justifica por el hecho de que las instantáneas “tenían dos cosas que me interesaban mucho; una es que eran planas y la otra que tenían nostalgia”, al mismo tiempo que “estaba más interesado en la energía que en la apariencia de las cosas”, según explica en la entrevista ya citada.

Reflection with Kirsten (2008)
De ahí que los retratos, los paisajes, las composiciones de Katz recojan momentos intrascendentes, sacados de la normalidad de cualquiera de nosotros pero, al mismo tiempo, trasladan un aire de excepcionalidad, de sofisticación, de elegancia o, como dice el comisario David Barro, “una normalidad que contiene misterio”.

Purple Wind (1998)
Barro, en el catálogo de la muestra que le dedicó el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa que se pudo visitar entre los pasados meses de abril y septiembre, explica que Katz “fue capaz de llevar el pequeño argumento, el mínimo gesto, a la gran escala del arte americano, como si de una pantalla de cine de la época se tratase. De ahí sus planos americanos y sus primeros planos, que magnifican a los personajes. También el aspecto liso de sus cuadros, como si alguien los hubiese pulido para robarles el significado”.

5 comentarios:

Jesus dijo...

No conocia este pintor, los cuadros muestran un instante fugaz, como el viento pero llenos de vida

PACO HIDALGO dijo...

Yo tampoco conocía a Alex Katz, pero es cierto lo que dices, su pintura, aparentemente tan simple, escondo un halo de misterio, de interrogante que la hace compleja. Es cierto tambien que anticipa la estética pop. Me ha gustado conocer su obra. Saludos, Alfredo y mejor semana.

balamgo dijo...

Como ha dicho Hidalgo, también a mi me ha interesado mucho conocer y la obra de A. Katz. Excelente entrada com es habitual.
Un abrazo.

Alfredo dijo...

JESUS: Cotidianidad elevada a la categoría de arte, de una forma muy personal. Especialmente interesantes, al menos para mí, sus retratos.

Un abrazo!

*****

PACO: Aporta ese algo más que distingue a los artistas de más nivel del resto. Eso intangible pero no por ello menos presente y que nos hace sentir cosas diferentes.

Saludos!

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BALAMGO: No te creas que hace mucho tiempo que he descubierto a este pintor, es bastante reciente, pero es que el arte es tan amplio y variado que es normal que se nos escapen cosas, por eso es emocionante el hallazgo.

Un abrazo!

Natàlia Tàrraco dijo...

No acaba de conmoverme o es eso lo que intenta, lo veo con estilo realista de diseño, lo veo frío, lo veo "déjà vu", manejador de colores planos, y un discurso equívoco, diría disperso.

Regresé de Viena y aún no estoy muy fina, espero subir entrada con tiempo.
Besito amigo mío.