miércoles, 13 de junio de 2012

Salvador Cidrás, identidad en construcción



La culpa del ojo, 2007
“Me interesa el conflicto que surge en un joven cuya vida gira en torno a conseguir dinero para divertirse el fin de semana sin un claro sentimiento afectivo hacia el entorno”.

“Las imágenes –apunta el artista- responden a instantes en que la actitud del retratado es en unos casos de presencia arrogante, de erotismo forzado e ingenuidad. Todas me interesan como imagen del mito de la eterna adolescencia, de valor de la juventud (…) El tratamiento y uso que doy a la imagen se equilibra entre la abstracción y la figuración, oposición también entre la imagen en positivo y negativo, lo natural y los artificial”.

“En mi trabajo profundizo sobre las cuestiones relativas al joven adolescente, su apariencia física como referente de la cultura popular, el ocio y forma de pasar el tiempo. Imágenes ambiguas en las que se pulsiona arrogancia-vulnerabilidad, imitación-deseo, rituales-grupo, identidad-apariencia. El resultado explora las cesiones e imposiciones del escenario capitalista actual”.

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“Cidrás reflexiona sobre la juventud como valor, incidiendo especialmente en el universo masculino adolescente y en las relaciones simbólicas presentes en sus entornos cotidianos. El artista replantea el espacio expositivo adaptando elementos y prácticas urbanas para reconstruir los estereotipos del mundo adolescente, y explorar los aspectos narrativos que interfieren en la construcción de su identidad.”

All slaves, 2009
“Salvador Cidrás (Vigo, 1968) se dio a conocer a mediados de los años noventa con una serie de esculturas y dibujos que registraban la epidermis de la naturaleza, que prolongó posteriormente con un conjunto de paisajes (incluso urbanos) realizados sobre diseños de madera pintados con colores vivos y tintas planas.”

Debajo del neón verde, 2005
“En la actualidad, si bien algunos elementos de su vocabulario anterior apuntaban ya al momento presente, Cidrás basa su trabajo en la reconstrucción de modas culturales alternativas, reflexionando sobre determinados comportamientos sociales a través de la imagen, cuyo tratamiento y uso vienen presididos por una fuerte vocación experimental gracias a la combinación de infinidad de formatos.”


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Dos veces giro, 2009
“La pintura de Cidrás es por completo informalista, relacionada con el neo plasticismo en el que la invención de morfologías insinúa huellas dactilares, aserramientos de maderas, visiones entomológicas al microscopio. Se trata, pues, de lo insólito; de lo que la mirada no capta directamente, y es preciso idear, recrear, elaborar, pacientemente, con indudable primor, pese a la aparente despreocupación. A veces recurre a formas corpóreas, aproximándose a la naturaleza, que transforma con aportaciones mínimas, pero efectivas. En la pintura de Cidrás parece habitar un gran silencio y un absoluto reposo.”


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“Cidrás decide imponerse sobre la delicada articulación de espacios como productos analógicos en un cruce quiásmico entre sociedad y cultura, arquitectura y high design, transparencia e influencia.”

Esgazados, 2008
“Este planteamiento, no por efímero menos eficaz, viene a sugerir un espacio de “grado cero” virtual, des-ideológico, fenomenológicamente integrado, que interioriza la exterioridad: una escena confortable (no autocomplaciente, sino líquidamente nihilista) desde donde se ve el mundo. Cabe preguntarse entonces, qué hay tras estas imágenes, qué queda por recoger si el éxito de la representación es precisamente su muerte dialéctica sobre lo real, donde el poder de esa fuerza ilocucionaria del propio lenguaje sugiere precisamente otra descarnada postulación en la constitución de nuestro propio imaginario: la de escrutar la identidad de los cuerpos opacos.”


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Tres veces fallen, 2009
“La obra de Salvador Cidrás (1968) se inspira en lo que parece una fascinación por lo nuevo, lo que ya se larva en los modos de existir en la sociedad primermundista. Ello explicaría que en su trayectoria se encuentre el diseño de nuevas arquitecturas, la fijación por lo urbano y lo adolescente y sus espacios independizados al margen de los adultos. Conecta esta voluntad de pensar eso que aún no es pero sí, con la convivencia multidisciplinar de técnicas o soportes (pintura, dibujo, foto, still, vídeo, pieza, instalación…). Además, quizá puede encontrarse una equivalencia en lo incompleto de los predicados de sus obras. Cidrás no encierra sus obras en conclusiones, quedando su sentido siempre abierto al que las contempla o habita. El artista vigués propone contextos de penetración de lo nuevo, reconstrucciones que cada uno debe a su vez reutilizar a su conveniencia.”

“La visión dibujada de unos chicos a través de una valla metálica en un parque, una camiseta del grupo punk The Ramones, la tinta de ese sello que otros chicos borran de su propia piel en un vídeo hecho de equivalencias y disonancias, un somier, a su vez también valla (colocado verticalmente), hecho de pulseras metálicas con nombres de chicos grabados, dibujos de jóvenes semidesnudos, la pared de la galería como mural provisional para pintadas con plantilla inspiradas en el arte callejero, confusa, dislocada... última bala plateada. ¿El “ahora” es un algo pesimista e inquietante “ya veremos”?”

3 comentarios:

balamgo dijo...

Sigo con sumo interés los artículos tuyos, de cualquiera de ellos, siempre se aprenden cosas...
Abrazos.

Anónimo dijo...

Maravilloso tu blog

Alfredo dijo...

BALAMGO: Gracias y me alegro de que tus visitas te merezcan la pena. Te agradezco el comentario.

Un abrazo!!

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ROBERTO: Muchas gracias!

Un saludo!