martes, 28 de julio de 2009

Merce Cunningham (Centralia, Washington, 1919 – Nueva York, 2009)

“Dado que el bailarín trabaja con su cuerpo, el más fuerte y al mismo tiempo el más frágil de los instrumentos, la necesidad de organizar y entender la manera en que se mueve es urgente y necesaria. La técnica de danza es la disciplina de las propias energías a través de la acción física en función de liberar esa energía en el instante deseado.”



El pasado domingo 26 de julio, fallecía en Nueva York el que pasa por ser el renovador de la danza contemporánea en el siglo XX, el bailarín y coreógrafo, Merce Cunningham. Un creador que no sólo influyó en si disciplina, sino que junto a su pareja profesional y personal, el músico John Cage, extendería esa influencia a otras artes, no en vano con él trabajaron Robert Rauschenberg, Jasper Johns o Andy Warhol. Y es que el concepto que tenía Cunningham de sus espectáculos le acerca a postulados de una obra de arte total, en la que se daban la mano la danza, como no, la pintura, la arquitectura, el vestuario, la música, el uso de nuevas tecnologías…, todo trabajado por separado para confluir en un espectáculo único.

Fue en su ciudad natal, Centralia (Washington) donde Cunningham empezó su relación con el baile y la danza, primero a través del ballet y luego, cuando entra a formar parte de la compañía de otra grande de la danza como fue Marta Graham, con las formas contemporáneas. Con Graham estuvo desde 1939 hasta 1945, y en 1944 empezó a poner los pilares de lo que sería su carrera fuera de la compañía. Ahí estuvo su encuentro con John Cage, fallecido en 1992, que puso música a ese primer solo de Cunningham, quien no formaría su propia compañía hasta 1953, en el Black Mountain College.



El movimiento corporal fue siempre la preocupación clave del coreógrafo, a partir de lo cual creaba unas coreografías en las que el azar juega un papel muy importante, además de estar al margen de la música que las acompañaba, y es que, como explica Marta Celis en su artículo sobre la muerte del bailarín: “la danza, la música, el vestuario o la escenografía se conciben deforma completamente independiente entre sí por lo que sólo la casualidad puede hacer que en medio del escenario, los bailarines se muevan al ritmo de la música por unos instantes, o las luces se balanceen siguiendo el movimiento del cuerpo humano.”

Merce Cunningham mantuvo su espíritu multidisciplinar y experimental, durante toda su carrera como quedó demostrado en su obra que al fin y a la postre, sería póstuma, titulada Nearly Ninety (Cerca de 90), en la que participaron músicos como Sonic Youth, John Paul Jones (Led Zeppelin) y el japonés Takeshi Kosugi que compusieron la música, la escenógrafa Benedetta Tagliabue, y con vestuario de Romeo Gigli.

“El objetivo de la técnica no es hacer cosas espectaculares sino hacer bien lo poco o mucho que se haga. No exhibir pero sí transmitir la cualidad del espíritu humano a través de la acción disciplinada del cuerpo.”

4 comentarios:

DIANA-CHAN dijo...

tan hermoso

Alfredo dijo...

Cierto.

Ana Sloane Street dijo...

Vaya, no lo conocía. Lástima no haber sabido de él antes... descanse en paz...

Alfredo dijo...

Nunca es tarde. Ahora nos quedan sólo las grabaciones y la influencia que deja detrás suyo.

Saludos!!