jueves, 1 de marzo de 2007

Marlango


Leonor Watling y Najwa Nimri son actrices que tienen en común el tener a sus espaldas una trayectoria musical más que destacada. La primera como integrante del trío Marlango y la segunda embarcada en solitario. Las dos sacaron el año pasado sendos discos al mercado; en el caso de Marlango fue el segundo trabajo, titulado Automatic imperfection, mientras que Najwa ponía a la venta su tercer disco en solitario, Walkabout. Para otro momento dejo mi comentario sobre el disco de la pamplonica.

Marlango es un grupo formado por Leonor Watling, como voz, el pianista de formación clásica y director de orquesta cántabro, Alejandro Pelayo, a los que se unió posteriormente, el trompetista neoyorquino de blues, funky y latin jazz, Óscar Ybarra. El trío sacaría en 2004 su primer trabajo discográfico, disco de oro, y el año pasado el segundo en el que rezuman esencias de jazz, pop, blues, todo ello agitado, que no revuelto, para obtener un resultado absolutamente original, en el que también se pueden rastrear recuerdos a gente como Tom Waits, Sonic Youth o Mark Lanegan.

La edición especial del disco incluye un CD con 18 temas y un DVD con tres videoclips, la grabación de un concierto en la sala barcelonesa La Paloma además de un apartado de fotos.

"Todo el disco se construye a partir de esta canción [Automatic imperfection]. Es como esa pieza de dominó a la que das un toque y arrastra a todas las demás, su columna vertebral. La letra está plagada de imágenes que puedes elegir qué son, o simples postales o píldoras para tranquilizar un estado de ánimo. Su música remite inevitablemente a Las memorias de un amnésico, de Satie, y nació, casi sin querer, durante la grabación del primer álbum. Una curiosidad: cuando aún no tenía letra se llamaba Estocolmo, era algo frío y limpio. Tocándola en directo dan ganas de que no se termine nunca, igual que con Madness, las dos son canciones en espiral, sin principio ni final."

El disco está grabado después de haber estado tocando las canciones en distintos conciertos, de ahí que cuando llegaron al estudio el proceso de grabación fue muy rápido y en una sola toma, para componer un disco que remite, en cierto modo, a la atmósfera de los cabarets berlineses de entreguerras y también al de las películas, con sus correspondientes bandas sonoras, de David Lynch. Canciones que huelen a humo y whisky, a recuerdos y olvidos, a una medianoche en la que todo es posible menos tú, a perdedores que se aferran a un último hálito de desesperanza y buscan ocultarse en el calor de cuerpos ajenos.

Leonor tuvo sus primeros contactos con la música en grupos de jazz y soul madrileños, además de haber sido soprano en formaciones corales y de gospel. Como actriz ha participado en Son de mar, Hable con ella, Salvador o Tirante el Blanco, entre otros títulos.

Para los que no encontramos el panorama musical español especialmente estimulante, plagado de "triunfitos" y música de esa que los anglosajones definen como "easy listening", este tipo de discos no deja de ser una noticia más que esperanzadora. Una joya.

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