lunes, 8 de octubre de 2007

Shortbus (John Cameron Mitchell, 2006) (yI)

Película peculiar por varias razones. La primera porque la elección de los actores se hizo por medio de un casting que se convocó vía Internet, entre otras cosas, porque el director tenía claro que ningún actor con cierto renombre querría participar en una película que habla de sexo con tanta sinceridad. De hecho, cuando ya tenía los actores elegidos y se había empezado a trabajar sobre la historia, dos de ellos decidieron descolgarse del proyecto por miedo a truncar sus carreras.

También es interesante el proceso de creación de la película, ya que el director quiso implicar a los actores al máximo, de tal forma que el guión fue creciendo a partir de una serie de improvisaciones creadas por ellos mismos. Para ello, el director alquiló un loft en Nueva York y allí los tuvo viviendo juntos y trabajando durante todo el tiempo de ensayos y de rodaje. La protagonista, la actriz chino-canadiense, Sook-Yin Lee, tuvo que demandar al gobierno canadiense por despido improcedente cuando la despidieron de la emisora de radio en la que trabajaba, en el momento en el que se supo cual iba a ser el argumento de la película. Sook-Yin consiguió que los tribunales declararan improcedente el despido.

La película también estuvo a punto de naufragar por problemas económicos, ya que nadie quería meterse a producir una película que contaba una historia en la que el sexo está siempre presente. Sólo gracias al apoyo de significativas figuras de la industria cinematográfica, pudo el director recaudar los dos millones de dólares que costó. Al final el premio a tantos desvelos vino de la mano de un estreno, fuera de concurso, en el Festival de Cine de Cannes donde fue muy aplaudida.


Este película reúne a una terapeuta sexual, Sofía (Sook-Yin Lee), que es incapaz de tener un orgasmo. A su consulta acude una pareja de homosexuales, James (Paul Dawson) y Jaime (PJ DeBoy) quienes se están planteando abrir su relación a una tercera persona. Éstos descubren el problema de Sofía y le recomiendan que visite un local que se llama Shortbus, donde se reúne gente sin inhibiciones para charlar, tomarse una copa, y practicar diferentes modalidades de sexo, dentro de un ambiente de total respeto y tolerancia. Allí, Sofía conocerá a una dómina bisexual, Severin (Lindsay Beamish), incapaz de mantener una relación normal con otras personas lo que le impide tener esa vida "normal" que le gustaría tener.

A pesar de la presencia evidente del sexo, esta película no va sólo de sexo, sino que se utiliza como un vehículo para hablar de cosas más profundas, como la soledad, la inadaptación, los deseos ocultos que todos llevamos dentro, de inseguridad, de miedo. Como dice uno de los personajes: "ahí hay mucho dolor". Son personas que viven en el Nueva York post 11-S, y que tienen puestas sus esperanzas en sentir amor. Ya lo dijo el director: "Todo tiene que ver con el amor o con su ausencia".


Película que aunque tiene escenas francamente prescindibles como una autofelación, eyaculación incluida, o una micción en la bañera (ambas al principio de la película), totalmente prescindibles, por otro lado tiene algunas de las escenas de mayor ternura que yo he visto en el cine en una historia en la que los personajes se desnudan emocionalmente, nos ponen delante sus traumas, sus miedos, que también pueden ser los nuestros, que los convierten en sus peores enemigos y que encuentran cobijo en la colectividad, en ese abigarrado conjunto de personas que se dan cita en Shortbus, donde todas esas cosas carecen de importancia y nadie juzga a nadie.

El uso de los colores también contribuye a esa atmósfera especial que tiene la película, transformando los valores tradicionales que les otorgamos. Así, las escenas que transcurren llenas de luz son en las que salen a la luz los fantasmas de los personajes, mientras se mueven en un mundo sin líneas que seguir, perdiendo el camino. La noche, la sombra, el rojo, el negro, dar forma al placer, a esos momentos en los que los senderos aparecen con mayor claridad. Una banda sonora fantástica redondea la sensibilidad y el humor que empapan a toda la cinta.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía esta película pero gracias a tu entrada he descubierto un proyecto cinematográfico muy interesante. Me ha cautivado la forma en que se ha rodado y el guión improvisado de estos desconocidos "actores".
Un abrazo.

P.D. A partir de ahora ya sólo me limitaré a responderos en vuesros blogs respectivos por falta de tiempo.

Alfredo dijo...

Sí que es interesante y además on bastante éxito, más en Europa, donde vemos las cosas de otro modo, que en los USA. Interesante y para ver.

Un saludo!

Sonrisa de luna dijo...

ainsssssssss otra peli de la que no tenia ni la menor idea, pero esta bien enterarse de estas pelis y todo te lo debo a ti jejejeje, si es que eres mi heroe¡¡, ajajajaj
besitos cielo y que tengas un buen dia

Alfredo dijo...

Pues ala, a verla, no sé a que estás esperando ya. Y déjate de héroes que luego siempre se nos acaban desmoronando.

Una pregunta: ¿Sabes quién inventó los zapatos de tacón?

Respuesta: Una mujer a la que una vez besaron en la frente.

Un abrazo y buen cumple!

Clara dijo...

Por ahora soy la única persona que haya visto el film y podré por lo menos comentar algo de ella :)

Me gustó mucho la sinceridad de la película, la naturalidad y la desdramatización del sexo. Como tu bien dices, el sexo es solo un vehículo para hablar de otros temas y francamente a veces es el único vehículo para algunos problemas.

Recuerdo que no me gustó el final. Exactamente no recuerdo por qué fue, pero la sensación que me quedó fue que se cargaron todo el trasfondo sentimental para acabar como algo frívolo y sin sentido.

Original, entrentenida, pero para mi gusto le faltó el remate final.

Eso sí, merece la pena verla.

Un saludo!

Nosotras mismas dijo...

Gracias por enseñarme algo nuevo.

Besos.

Alfredo dijo...

CLARA: El final es ciertamente tirando a nostalgico, anuncia un mundo que se acaba, el fin de un espacio de libertad que no tiene cabida en la ñoña sociedad americana. Es un final y un inicio para todos los personajes. El tema musical de cierre me parece maravilloso.

Coincido contigo que es un film para ver.

Un abrazo!

NOSOTRAS MISMAS: Gracias por abrir este contacto que espero que se siga manteniendo.

Un saludo!

Margui. dijo...

No entiendo por qué te parece que hay "escenas francamente prescindibles"?? Al fin alguien habla de un tema desde otra perspectiva, me parece super válido.

Alfredo dijo...

Hola Margarita. La película a mí me gustó mucho, y sólo me sobran la autofelación y la escena del pis en la bañera, pero eso no quita para que la película me parezca muy buena. Estoy de acuerdo contigo que es una visión diferente no sólo de las relaciones de pareja, sino de otras cosas.

Bienvenida y gracias por el comentario.

Un saludo!