lunes, 31 de enero de 2011

On Kawara (Japón, 1933)


Resumiendo mucho y dejando una frase del país de Perogrullo, podríamos concretar la base fundamental de este peculiar creador nipón: la propia conciencia del paso del tiempo es lo que nos hace tomar conciencia de que estamos vivos.

En buena lid, ahora toca que intente explicar un poco más esa frase que por sí misma no parece decir gran cosa. La noción del tiempo que pasa, esas rutinas que tenemos todos los días que nos ponen el marco de referencia de nuestra existencia, son susceptibles de ser convertidas en arte de la mano de un japonés del que parece que no existe ninguna fotografía, no concede entrevistas, no habla de su obra o no se sabe si acude o no a sus propias exposiciones.


Nacido y formado en el país del Sol Naciente, lleva muchos años residiendo en Nueva York. Antes de llegar a la ciudad de los rascacielos, trabajó en una serie de pinturas en las que el protagonista era el cuerpo humano en descomposición, influido, como no podía ser de otra manera, por las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Unas obras que fueron destruidas por el propio autor.

En 1965 llega a Nueva York y un año después empieza a hacer una serie a la que llama Today (Hoy), unas pinturas muy simples con una fecha pintada en blanco sobre un fondo uniforme. Obras que realiza en un día y si no es así, simplemente las destruye. En ellas refleja fechas que tiene algún tipo de significado para el artista.


De igual modo, construirá One Million Years (Past), un libro en el que aparecen escritas a máquina, uno por uno todos los años entre 998.031 a.C. y 1969. Un millón de años ni más ni menos, y dedicado “Para todos aquellos que nacieron y murieron”. Libro en 10 volúmenes que tuvo su continuidad con One Million Years (Future), en este caso desde 1969 al 1.001969, y dedicado en este caso “Para el último”. Libros que luego tuvieron su traducción oral, con una pareja leyendo los años uno por uno, en una acción que se llevó a cabo en espacios expositivos, pero también en diversas calles y plazas.


Durante algún tiempo, On Kawara estuvo enviando telegramas diarios a varios amigos suyos con un único mensaje: “I am still alive” (Sigo vivo). En I went recoge mapas donde señaló lugares por los que había transitado en un día determinado, y es que para este artista el desplazamiento es una forma de conocimiento fundamental. En I read (1966-1995), reunió 18 volúmenes con noticias de prensa leídas a lo largo de esos años, algunas con anotaciones propias.


Kawara va así construyendo su propia memoria diaria, y nos dice a todos que está vivo, mantiene su propia existencia y su obra es la prueba de ello, y en la medida en que nosotros la estamos contemplando también demostramos y reafirmamos nuestra presencia en el mundo.

“Su arte retrata la existencia del tiempo y su propia presencia, pero no es sólo un trabajo representativo: se detiene también en el movimiento y traza una separación tajante entre lo estético y lo conceptual.” (Agustín Marangoni)

miércoles, 26 de enero de 2011

Blanca Andreu

Di que querías ser caballo esbelto, nombre...

Di que querías ser caballo esbelto, nombre
de algún caballo mítico,
o acaso nombre de tristán, y oscuro.
Dilo, caballo griego, que querías ser estatua desde hace diez mil años,
di sur, y di paloma adelfa blanca,
que habrías querido ser en tales cosas,
morirte en su substancia, ser columna.

Di que demasiadas veces
astrolabios, estrellas, el nervio de los ángeles,
vinieron a hacer música para Rilke el poeta,
no para tus rodillas o tu alma de muro.

Mientras la marihuana destila mares verdes,
habla en las recepciones con sus lágrimas verdes,
o le roba a la luz su luz más verde,
te desconoces, te desconoces.

De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall (1980)

*****

Marina del color del amor

Eres la estrofa azul, el poema verde
que mi amor me recita con su sonrisa roja
que me canta mi amor
con alma gigantesca y dedos negros.

Eres el verso azul inacabable
hecho de estrellas y de cielo líquido
sembrado de naranjas y de lunas
donde ata mi amor sus pensamientos.

El sueño oscuro (1994)

*****

Ofrenda

Decidme, agua, fuego furioso, nuvia del infierno,
sobre la grande mar redoblan los tambores
del enemigo viento y retumban como campanas
los lingotes de cobre en la sentina.
Decidme, lastre o mercancía, fardos de especias, negros
fueron sacrificados al gran ladrón, fueron por la borda,
sombras raptadas, ropas, animales
y una mujer.

Capitán Elphistone (1988)

Más en esta página.

lunes, 24 de enero de 2011

Apuntes de espera (Alba González Sanz, Ediciones Torremozas, 2010)


Apuntes de espera es el primer poemario que publica la joven filóloga asturiana, Alba González Sanz (Oviedo, 1986). Publicación que le ha llegado después de haber ganado el XI premio Gloria Fuertes de Poesía Joven convocado en 2010.

Paisajes urbanos que se van o que vienen para quedarse, personas que lloran, que aman, que se recuerdan desde la distancia, viajes a lomos de metáforas acompañadas por mitos o personajes literarios, poemas que narran pequeñas historias de crecimiento, de camino hacia el mundo de las personas autónomas con la memoria como equipaje.

Esto no se hace
por teléfono.
Hacen falta ropa, lágrimas
un muerto.
Un rostro arañado,
el pelo a medias
cubriendo las manos.

Llorar no se hace
por teléfono.

*********

Si fuera como la lluvia que golpea
esta ciudad con el fervor
de un cincel segando piedra
caería sobre mis recuerdos de arena
- toda mi debilidad - porque hubo
cuando no me amaste
con la pasión del agua
que mató a Vallejo.

*********

Como si no bastase la distancia
nos herimos cordialmente
acostumbrados a los viajes de las palabras,
a su filo.

Como si a nuestras pieles no les sobrasen
las noches-soliloquio y la extrañeza
de otro sabor de amanecer.

Como si no nos conociéramos
o al contrario
supiéramos de cierto minar defensas,
nuestras vísceras en barbacoa verbal.

Porque nos echamos de menos
y el dolor crea.

De esta misma autora podemos encontrar en el mercado La urbanidad del ladrón, editado también en 2010, en este caso con la editorial zaragozana Eclipsados, formando parte de la colección de poesía en la que publican autores jóvenes y primeros libros.

martes, 18 de enero de 2011

Vusi Mahlasela



Tomo prestadas las palabras de la premio novel de Literatura en 1991, la también sudafricana Nadine Gordimer, referidas a este cantante al que en su país conocen simplemente como “La Voz”. Y es que la trayectoria musical de Vusi Mahlasela sigue la estela de la historia de ese país desde los tiempos de la lucha contra el sistema del apartheid hasta la llegada del primer presidente negro al poder.

Nuestro protagonista de hoy, nació en el año 1965 en Lady Selbourne, un barrio de la ciudad de Pretoria, aunque pronto se fue con su abuela a una ciudad a las afueras llamada Mamelodi. Allí dice que empezó a cantar al mismo tiempo que empezaba a hablar, y allí también se construirá su primera guitarra con fragmentos de bidones metálicos y redes de pesca para las cuerdas. Mamelodi es una ciudad que tiene fama de ser la cuna de muchos de los grandes escritores y cantantes sudafricanos, una fuente de la que Mahlasela supo sacar todo el provecho posible.

Años difíciles en los que los negros tenían que tener permisos para desplazarse de una ciudad a otra, y en los que Mahlasela empezó a teñir sus canciones del compromiso social y político que sigue manteniendo hoy en día, haciendo sus propias composiciones para cantar a las injusticias que el sistema racista sudafricano sometía a la mayor parte de la población.

Una música que está poderosamente enraizada en la tradición del continente negro, en el folk, el jazz africano y el estilo vocal autóctono conocido como mbube. Mahlasela pone su voz profunda al servicio de unas letras optimistas, poéticas para cantar a la esperanza de futuro del continente africano, tanto de autoría propia como de reconocidos poetas sudafricanos.



Su primer disco, editado en 1992, se titulo When you come back, lo dedicó a todas aquellas personas que se habían tenido que exiliar del país por causas políticas, por defender la aplicación de los derechos humanos a las poblaciones oprimidas en Sudáfrica, y dos años más tarde intervendrá en el concierto de toma de posesión de Nelson Mandela, y, más recientemente, se le pudo ver y escuchar en el concierto de apertura del Mundial de fútbol que tuvo lugar en su país.

Desde aquellos inicios de los años 70 y 80, hasta el triunfo en los 90 fuera de las fronteras de su país, con giras por Europa, Estados Unidos y la propia África, Mahlasela pone lo mejor de su talento en unas canciones que nos hacen llegar todos los ecos de un continente rico en músicas, en belleza, en preservación de culturas milenarias con sus correspondientes sonidos, que Mahlasela canta desde lo más profundo con una extraordinaria habilidad musical para reflejar todos los cambios sociales que ha experimentado el país.

Cedo la palabra al propio Vusi Mahlasela para cerrar este artículo: “Quiero que mi música sea accesible a todos los oyentes porque creo que realmente tengo algo que decir en términos de realidad, para ayudar a remover esas espinas que tenemos clavadas las personas, espinas de las que no siempre nos damos cuenta pero que hacen que nos desangremos, como el dolor, la pena, la envidia y muchas otras”.

lunes, 17 de enero de 2011

Happy cumple!!

Las obligaciones cotidianas han hecho que me olvidara de que el 8 de enero fue el cumpleaños de este blog. No sé muy bien si tiene algún sentido destacar esta fecha en especial, si celebrar el paso del tiempo tiene algún sentido o solo es una forma de enmarcar hechos, lugares, distancias, acontecimientos que pensamos que tienen alguna relevancia, y tal vez la tengan para uno mismo pero tampoco siempre. Tal vez sean fechas para ser conscientes de donde estamos, de que tramo hemos recorrido y de si merece la pena seguir transitando por esas veredas que ayudan a poner algo de sentido a ciertos sinsentidos alumbrados bajo farolas que, según se mire, oscurecen más que alumbran.

Este siento que es un día para dar las gracias a todos los que os habéis significado como seguidores de este lugar, en el que supongo que, al menos de cuando en cuando, encontráis algo que os hace pararos durante un instante fugaz en sus letras, en sus músicas, y, sobre todo, de agradeceros a ese puñado de seguidores habituales, a algunos de los cuales he tenido la gran suerte de poder conocer en persona, el aliento y el apoyo que dejáis en todos y cada uno de vuestros comentarios.

Para todos, para mí, este video con un poco de jazz.

Jazz Pianist Eric Lewis

miércoles, 12 de enero de 2011

Thomas Schütte (Oldenburg, Alemania, 1954)


“Al situar las figuras por encima del punto de vista del espectador, Schütte subraya la distancia insalvable que nos separa de ellas una vez que asumen el papel del Otro.”

“Las maquetas de Schütte abarcan un amplio espectro de tipologías constructivas: tribunas o miradores, villas y estudios, casas para una sola persona (lugares para el retiro solitario y rural), una gasolinera y un búnker. Presentadas sobre mesas que indican metafóricamente una especie de no lugar, connotan una sociabilidad que se repliega hacia el interior, un estilo de vida privado y retraído que contrasta con el compromiso con el espacio social que sirve de premisa a los monumentos y memoriales del artista.”

“Aunque desde que empezó a exponer internacionalmente Schütte ha sido considerado ante todo escultor, sus primeros pasos los dio en el terreno pictórico. En 1975, tras terminar el curso de orientación de la Academia de Arte de Düsseldorf, se apuntó a las clases de pintura de Gerhard Richter.”


“En Große Mauer, obra compuesta por unos 1.200 “ladrillos”, pequeñas pinturas abstractas realizadas en un lenguaje gestual, el soporte arquitectónico es una parte integral de la identidad y la función de la pieza, mientras que el efecto ilusorio enmascara ingeniosamente la noción de arte relacionado con el lugar.”

“A mediados de los años noventa, se concentró en el motivo de la figura femenina recostada. En un primer momento abordó este insólito tema, que luego generaría gran cantidad de obras en bronce, aluminio y acero, a través de estudios de cerámica ejecutados con rapidez. Consciente, por supuesto, de que es imposible recobrar un ideal por medio de la imitación y de que, por el contrario, rehacer equivale a desfigurar, Schütte ha seguido jugando con un sofisticado concepto de parodia, burlándose de sí mismo, como se pone de manifiesto en su reciente trío de perros fantásticos.”


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“Lo importante es el proceso, el trabajo de indagación, el puro juego. Lo suyo es cuestionar la obra de arte, crear mundos ambiguos, en palabras de Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía.”

“A lo largo de toda su vida, Schütte ha tocado todos los soportes: acuarelas, fotografías, escultura, pintura, instalaciones, maquetas arquitectónicas....Sus grandes series son un compendio de todos los formatos y de múltiples fuentes de inspiración (la pintura antigua, la arquitectura). Todo son historias inacabadas y cargadas de humor.”


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“Yo puedo trabajar con todo tipo de técnicas, herramientas y materiales. Pero no atiendo a fórmulas. De alguien como Claes Oldenburg se puede aprender mucho, por ejemplo. De un boceto sobre cartón se puede lograr algo monumental. Además de eso, yo no le tengo miedo al color, como le sucede a muchos escultores. Ni le temo al tamaño.”

“Me gusta trabajar la cerámica. La prefiero al plástico o a otros materiales nuevos. También me gusta el grabado, a pesar de que hace unos años casi se dejó de hacer. Para mí es más fácil que lo digital.”


domingo, 9 de enero de 2011

Jason Rhoades (Newcastle, California, 1965 - Los Ángeles, California, 2006)


A los 41 años de edad este artista norteamericano sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida y truncó una carrera muy prometedora, a tenor de los ejemplos que su potencia creadora nos ha dejado. Estaba casado con la también artista australiana Rachel Khedoori, que tiene una hermana gemela, Toba, asimismo dedicada al mundo del arte.

Precisamente en el año de su muerte, se pudo ver en el CAC de Málaga una de las extravagantes, barrocas e inclasificables instalaciones de Jason Rhoades, a la que tituló con un impronunciable Tijuanatanjierchandelier. Instalación en la que otra vez nos pone delante de un gran bazar, abigarrado con objetos comprados en una jornada compulsiva en bazares de la ciudad mexicana de Tijuana y en la marroquí de Tánger, además de Los Ángeles y la propia Málaga, para elaborar una metáfora sobre las fronteras, sobre los territorios creando, al mismo tiempo, un territorio totalmente personal, una nueva frontera.


Sin embargo, lo que más llama la atención de esa obra, título aparte, es encontrarse con 7.000 término recogidos de distintas lenguas, español incluido, referidos a la vagina escritos con neones de colores brillantes que contribuyen poderosamente al barroquismo pop, con toques irónicos duchampianos y claves Fluxus, de la instalación.

En ocasiones se ha puesto de manifiesto las peculiares interconexiones que plantea Rhoades en sus obras, como en aquella en la que unió las figuras de Immanuel Kant con el mito erótico Emmanuelle, y en la que hacía un juego de palabras entre Kant y cunt. Estética pop exacerbada para criticar precisamente ese consumismo social utilizado como una suerte de somnífero para distraernos de nuestros miedos e inseguridades cotidianas.


La carrera de Rhoades empezó en el año 1994 con la muestra que hizo en la Rosamund Felsen Gallery, en Hollywood Oeste, titulada Swedish Erotica and Fiero Parts, donde ya se pudo apreciar el peculiar universo creativo de Rhoades, que integró su propio coche, un Pontiac Fiero, como parte de la exposición.

Un artista que utilizaba el propio espacio de la galería como una parte más de la obra, y como se dice en el obituario que publicó el periódico The Guardian, fue el creador de “una versión escultórica del expresionismo abstracto cubriendo las salas no sólo de pared a pared, sino también desde el suelo hasta el techo. Sus instalaciones dan la sensación de ser junglas atrapadas o el escenario de un accidente aéreo”.

Todo con un aspecto caótico, hecho para transitar por su interior, y con el apoyo en una estética colorista muy pop, para unos espacios en los que conviven “desde caracolas de mar, loros, delfines, plátanos, maracas, serpientes, sombreros mejicanos o cuchillos hasta los que indiscutiblemente pronto vemos que el artista ha adquirido en su paso por la ciudad andaluza, como los castizos botijos o las tazas-pechos. Una gran instalación que hace del reciclaje un método y de la aglomeración caótica una estética cercana al mercado de pulgas, a la heterogeneidad del mismo y a las ambulaciones que implica”, como escribe Bea Espejo en su artículo Jason Rhoades Tijuanatanjierchandelier.

martes, 4 de enero de 2011

Ángel Orensanz (Larués, Huesca, España)


"En la escultura española contemporánea el papel de excepción de Orensanz se basa en el fenómeno mágico de una creación maquinalmente imaginativa, formalizada en lo más alucinante, concebida a través de la rareza onírica, ese céfalo director de orquestra que no falta a cita del bizarro testimonio metálico del constructor de imágenes." (Mario Ángel Marrodan)

Abro este artículo con esta cita recogida de la web de Dolores Sierra, de la que también recojo la cita con la que se cierra este texto. Y lo hago porque creo que con esas citas se resume bastante bien algo del peculiar, complejo universo artístico de un aragonés polifacético y capaz de expresarse a través de multitud de medios, técnicas y canales. En este caso no he puesto el año de su nacimiento en el título ya que me he encontrado con fuentes que apuntan al año 1940 y otras a 1951.


Su educación artística tiene lugar en primera instancia en Barcelona, para luego pasar por distintos países de Europa, con una estancia en París desde donde saltará a Nueva York en los años 80, ciudad donde tiene su base creativa en una antigua sinagoga del Lower East Side, que se ha convertido además de en taller, en un lugar en el que se celebran conferencias, convites y bodas, y por el que han pasado personalidades de todo tipo relacionados con el mundo del cine, la música o incluso la política.

En la Gran Manzana trabajará en la decoración del mítico Estudio 54, y con numerosos arquitectos como Marcel Breuer, Martin Gelber y John Portman. Siempre interesado en que su obra sea vista por la mayor cantidad de personas posible, Orensanz gusta de introducir sus obras en el medio natural o urbano, y así pueden encontrarse obras suyas en lugares perdidos del Pirineo, o en parques públicos o plazas de algunas ciudades de los Estados Unidos, Europa, o Asia.


En muchas ocasiones se trata de obras efímeras que consisten en telas de colores dispuestas en el entorno, y con las que ha creado en su fundación-sinagoga, una versión aérea, como él la llama, de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Obras muchas de ellas colocadas en medio de los elementos naturales, del agua o la nieve, y que después puede llegar a dinamitar para grabar el proceso de explosión y destrucción de la obra.

El cilindro es una de las figuras geométricas clave en la obra de Orensanz, lo mismo que las varillas metálicas que clava en el suelo y que colocadas en entornos naturales adquieren un aire totémico, como si algún pueblo estuviera delimitando los límites de su territorio. Obras que en ocasiones tienen un claro mensaje social, político, pacifista, como cuando en 1999 recorrió diferentes partes del mundo portando una obra en contra de la guerra de Kosovo, o la instalación que ejecutó para condenar la masacre de las bombas atómicas arrojadas sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

"Yo creo que lo más importante que Orensanz ha aportado a la escultura es su superación. No, superación no es la palabra. Amplificación del concepto de cuerpo escultórico. (…) En Orensanz no hay que entenderlo como una afloración del pasado o de lo extraoccidental. En Orensanz se produce la superación de la escultura mediante la elevación a hábito artístico de un presupuesto específicamente occidental de hoy." (José María Moreno Galván)

lunes, 3 de enero de 2011

Sherlock



La BBC decidió el año pasado recuperar para la pequeña pantalla al inmortal detective Sherlock Holmes y su fiel doctor Watson, salidos de la no menos inmortal pluma de sir Arthur Conan Doyle, de cuyo fallecimiento se cumplieron en 2010, 80 años.

Motivos más que suficientes para que la televisión pública británica se pusiera manos a la obra, para producir otra miniserie de tres capítulos de 90 minutos de duración cada uno: Estudio en rosa, El banquero ciego, y El gran juego.

Una serie con el acierto de traer a los tiempos contemporáneos a esos dos personajes a los que dan vida para la ocasión los actores David Cumberbatch y Martin Freeman, que reproducen bien las características fundamentales de un Holmes intelectualmente arrogante, y un Watson que pone el contrapunto perfecto.



El doctor Watson es un veterano de la guerra de Afganistán, y Holmes es un joven consultor de la policía, capaz de sorprendentes y ágiles deducciones a partir de unir elementos minúsculos a los que el común de los mortales no prestamos la menor atención pero que hablan de lo que somos aún mejor que nosotros mismos.

De los tres capítulos el que me ha parecido más interesante es el primero, el que consigue transmitir un mayor misterio, una mayor tensión en el desarrollo de su historia, con un final francamente tenso y brillante. El resto de capítulos con tener su interés, se quedan por detrás del que abre temporada.

Salvo el pequeño detalle de que ahora Holmes no estimula su cerebro en periodos de aburrimiento con cocaína sino con parches de nicotina, lo que resulta cuando menos chirriante, se ha respetado el fondo de una personalidad sociópata, tan preocupada por detener al malo como por demostrar que siempre tiene razón, con una adaptación a los tiempos modernos. Así, Holmes utiliza el móvil, Internet, y tiene una web en la que comparte sus conocimientos.

En definitiva, una serie entretenida, de la que se anuncia otra minitemporada de otros tres episodios para el próximo otoño, que seguro que disfrutarán todos los aficionados a las novelas de Doyle.