miércoles, 1 de mayo de 2013

Joel Sternfeld: El color al servicio de la fotografía



Hijo de padres artistas nada hay extraño en el hecho de que Joel Sternfeld (Nueva York, 1944), eligiera el mismo camino de sus progenitores. En su caso optará por la fotografía en color desde que iniciara su andadura en 1970, un año en el que todavía el uso del color en la fotografía estaba muy asociado a la publicidad, lo que le llevará a ser uno de los pioneros en el uso de la fotografía en color con fines artísticos.


Un color que poco tiene que ver con la casualidad, de tal forma que si en el encuadre Sternfeld no encuentra la combinación de colores que quiere no llegará a tirar la foto, y eso a pesar de que cuando miramos sus instantáneas estamos tentados a pensar que el colorido que se ve es casual, pero no. “No hay nada de arbitrario en el uso del color. Él utiliza el color pero lo hace de un modo deliberado”, escribe Greg Fallis.


Un uso del color que aprendió de las teorías de Josef Albert durante sus estudios en la Universidad acerca de la Escuela de la Bauhaus, y la relación que establecía Albert entre los colores y los estados de ánimo, con las experiencias y con el momento concreto, ya que no se percibe de la misma forma un color cuando tiene relaciones con unos colores que con otros, de ahí que la relación con lo que le rodea sea muy importante.


Es la relación entre color, forma y emoción lo que hace que no podamos ver las obras de Sternfeld sin percibir una forma de mirar irónica o abiertamente humorística. Eso puede verse en las series fotográficas en las que los protagonistas son profesionales como abogados o corredores de bolsa, chavales que vuelven a casa desde el colegio o grupos de turistas que dejan al niño en un corralito mientras se asoman a ver algún paisaje atractivo.


En otras ocasiones no será tan así, como por ejemplo en esas instantáneas que extrae de calles anónimas, de aparcamientos, de espacios naturales. Imágenes que adquieren una nueva dimensión cuando sabemos que allí fue asesinado Harvey Milk, el primer cargo público abiertamente homosexual, donde fue abatido Rodney King, o el lugar del asesinato de Martin Luther King.


Eso lo cambia todo y nuestra mirada también lo hace, esos lugares no son simples espacios creados por la mano del ser humano, sino que además son espacios modificados en lo sustancial, lugares que ya nunca más van a ser lo que fueron.


“El objeto de la imagen puede cambiar, la cámara puede cambiar, el acercamiento puede cambiar, pero el trabajo de Joel Sternfeld permanece intacto gracias a una visión consistente y coherente”. Greg Fallis otra vez.

Más información: Forbes, The J. Paul Getty Museum, Utata.

3 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Otras visiones de la realidad increíbles con la luz y el foco de este fotógrafo, que refleja la realidad sin ambages. Saludos

balamgo dijo...

Muchas gracias Alfredo, ha sido un estupenda clase de autores de fotografía. Es un tema que me gusta mucho.
Un abrazo.

Alfredo dijo...

PACO: Una realidad muy particular, tanto cuando está habitada como cuando nos deja esas imágenes de calles vacías.

Buen finde!

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BALAMGO: Todavía me queda alguno más al que iré dando salida en los días siguientes.

Un abrazo!