lunes, 19 de noviembre de 2007

Kroke





The sounds of the vanishing world

La tierra, el agua, el aire y el fuego se hicieron música. Es la única forma que tengo de explicar todas las sensaciones que me dejaron los polacos de Kroke (Cracovia en yiddish), después de haberlos visto actuar el directo sobre el escenario del Teatro Jovellanos de Gijón.

Kroke es un grupo que basa su música en la tradición klezmer (de kley “instrumento” y zemer “cantar”), es decir la música tradicional instrumental de los judíos de los países del este de Europa, que fusionan con el jazz o la música de los gitanos del orbe balcánico.

El grupo lo forman el violinista Tomasz Kukurba (virtuoso que demuestra que los extraterrestres ya están entre nosotros, porque parece imposible que un mortal llegue a tocar un instrumento como él lo hace), el acordeonista Jerzy Bawol, y el contrabajista Tomasz Lato, a los que se une el percusionista Tomasz Grochot. Ellos han compartido escenario con gente como Van Morrison o Ravi Shankar, por citar sólo dos, además de contar con Steven Speilberg entre su club de incondicionales.

Partiendo de la tradición judía, la reelaboran con todo tipo de sonidos para conseguir un conjunto inigualable, sorprendente y que te atrapa en su telaraña mientras intentas que tu intelecto asimile todo aquello que está sonando, hasta que te das cuenta de que no hay nada que entender, que se trata de sentir.

Unas dos horas de concierto en las que el grupo nos regaló un viaje de una intensidad absolutamente desconocida e imposible de explicar con palabras, después de haber vivido un directo en el que la magia fue el elemento más presente. A ratos tuve la sensación de que la música me cogía de la mano y me llevaba a conocer las calles de Cracovia (ciudad en la que nació el grupo en 1992), para luego subirnos al cielo más alto, dejarnos ingrávidos, para luego bajarnos a una velocidad vertiginosa para adentrarnos, con una suavidad extraordinaria en el fondo del mar, para luego darnos una descarga eléctrica que ya te deja en estado de shock.

El gran conductor de esa nave es el violinista, Tomasz Kukurba, del que Ramón Trecet (conductor del programa Diálogos 3 en Radio 3), ha escrito que “tiene firmado un pacto con los dioses”. Jamás había visto a nadie manejar un instrumento de esa manera, sacar una enormidad de sonidos, que cuando combina con su voz alcanza niveles de un sentimiento en el que la alegría, la melancolía, la tristeza, la fiesta se dan la mano en un continuo en el que sólo cabe dejarse llevar. “Kukurba es un rayo láser que inmediatamente toma posesión del escenario y establece contacto con tu yo más íntimo. Te puede ‘matar’ de diez formas distintas, depende de la noche, porque claro, hay que decirlo sencillamente, sin levantar la voz, sin alterarse mucho. Nunca repiten el mismo concierto. Nunca”, y vuelvo a tomar prestadas las palabras de Ramón Trecet.

De las dos horas de concierto, unos 20 minutos fueron de un único tema, en el que Kukurba hizo alarde de todo su virtuosismo, acompañado magníficamente por el resto del grupo, especialmente el contrabajista y el acordeonista que mantuvieron durante muchos minutos una única nota que sirviera de contrapunto a la melodía del violín y del flautín, con una sencillez minimalista pero de una gran efectividad, mientras nos sumergían en las profundidades del mundo submarino. Sublime.

La piel de gallina se me había puesto antes con la Dance of Snow Flake, un toque directo al alma, a la sensibilidad más profunda. Tendría que inventar adjetivos que no conozco para describirlo.

Regreso a Trecet y cierro: “Que disfrutéis, pero ya os anticipo que vais a tener un problema: vais a empezar a buscar como locos donde les podéis ver otra vez”.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía a este grupo del este europeo, los polacos de Kroke, o Cracovia en hebreo, por lo que no me extraña nada que Tomasz Kukurba de muestras de virtuosismo con el violín, ya que el pueblo judío nos ha regalado muchos extraordinarios violinistas, como YEHUDI MENUHIN, de padres judíos y otros muchos que ahora no me vienen a la memoria.
Ha sido todo un acierto acompañar tu entrada con este precioso vídeo del grupo, me ha fascinado el sonido de su música.
Gracias por tu valiosísima información.
Un abrazo

Jefe Dreyfus dijo...

pues ni idea de este grupo, pero tiene una pinta interesante!!

saludos!

Alfredo dijo...

Hola Milagros: No voy a dejar de insistir a todo el mundo para que, si puede, vaya a ver a este grupo. Es verdad que los judíos han dado un montón de músicos de relevancia, y Kroke es un ejemplo, y muchos de los que se mueven en la órbita de la música sefardí, que me encanta, también.

Un abrazo!

Alfredo dijo...

Hola Criticón: La pinta es más que interesante, y es un grupo para escuchar en directo, porque yo tengo algún disco suyo y no suenan igual. El directo es impresionante. Si puedes vete a verlos.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Pues yo también estuve en ese concierto de "los dioses" en el Jovellanos y efectivamente comparto la idea de que no fue tan sólo un concierto sino "un viaje por y con la música".
Desde el principio te enganchan con sus notas y no te sueltan hasta...
Más que recomendable ver su directo.

Alfredo dijo...

JIMENA: Creo que tuvimos la suerte de compartir un concierto único, de los que te entran en la piel y ya siguen contigo como si fueran un tatuaje.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Soy Jairo... Y en este preciso momento estoy escuchando el álbum Trío (1996). Y les cuento que nunca había escuchado algo tan asombrosamente original y hermoso. En cada uno de los temas de este álbum, es donde se percibe toda la asombrosa fuerza de la realidad humana reflejada desde la música de este grupo.