lunes, 13 de agosto de 2012

El Palacio de Versalles antes y después de la Revolución Francesa


2 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

Alfredo, lo Versallesco (en general), antes o después de la revolución, me produce el efecto de que según qué revoluciones se hicieron por aquello de que cambie algo para que a la larga, nada cambie (o muy poco) En la galería de los espejos las mismas caras con narices distintas ansiosas de reflejarse y perpetuar en los excesos de antaño.
Amigo, quedo a la espera de tus nuevas.

Alfredo dijo...

Muchas veces la sensación que queda es aquello de vamos a cambiarlo todo para que todo siga igual, aunque por el camino alguna cosilla sí se logra cambiar y la Revolución Francesa alguna cosa nueva trajo.

Un abrazo!!