miércoles, 27 de mayo de 2009

John Baldessari (National City, California, 1931)


“Siempre he sentido una fascinación por el lenguaje y la palabra. A menudo, me considero más un escritor frustrado que un artista.”

Unos dicen que en 1969 y otros que en 1970, pero el caso es que un buen día este artista norteamericano cogió toda su producción pictórica anterior, la que iba de de 1957 a 1965 o de 1955 a 1966 (según el autor que se lea), y decidió quemarla, recoger las cenizas para meterlas en una especie de urna con forma de libro y materializar así su “muerte” como pintor y su “renacimiento” como artista que tomó el lenguaje como forma fundamental de transmisión de su obra. A ese acto lo denominó Cremation Project.


Ese fue un ejemplo extremo del permanente cuestionamiento al que Baldessari somete a su propia creación, lo que le lleva a abrir múltiples caminos y a emplear una variedad de formas artísticas como la fotografía, la escultura, el libro, el cine, proyectos pensados para Internet, carteles, intervenciones en espacios públicos… En todo caso siempre abriendo o planteando interrogantes, preguntas, dudas, o lo que es lo mismo, embarcarse en un “continuo proceso de nacer, morir y renacer. De lo contrario estaría sólo muerto” o, como dice, Vicente Todolí: “se debate en una continua interrogante que nunca abandona”

Con unos inicios vinculados a los postulados del pop pero siempre con un contenido conceptual, estilo del que está considerado como uno de los grandes maestros, a finales de esa década decide abandonar la pintura para empezar a dar una mayor presencia a las palabras, al concepto, en detrimento de la imagen, y como consecuencia crea un corpus de obras en las que sólo aparecen frases o pequeños textos. Son las que llama pinturas narrativas, a las que se unen fotografías reveladas sobre tela, generando un enfoque original, novedoso en el que se juntan imágenes y palabras que en principio no parecen guardar correspondencia las unas con las otras, y que contienen un fuerte contenido irónico.


Entre finales de los 60 y principios de los 70, Baldessari, como otros artistas relevantes del momento, se adentra en el terreno del vídeo con una pieza titulada Folding hat, una cinta rodada en blanco y negro de media hora de duración, en la que el artista aparece jugando con un sombrero al que somete a toda clase de manipulaciones manuales, como si de un juguete se tratara, en una suerte de interacción entre el artista y la cámara que da lugar a una “creación plástica y una composición de imágenes bidimensional” (Arte del siglo XX, Editorial Taschen).

En todo caso Baldessari es más conocido por las obras en las que las imágenes extraídas de los medios de comunicación de masas son las protagonistas, y con las que elabora montajes fotográficos que dotan a las imágenes primigenias de una multiplicidad de significados y de posibles lecturas, en unas obras híbridas que tienen mucho de juego y de crítica hacia un determinado tipo de cultura popular.

“Este genuino artista se asoma al interior de nuestra mente con imágenes robadas, aclaradas e intervenidas cuyas relaciones alteradas e ilógicas (entre ellas, con el color, o con textos escritos por sí mismo) rebobinan asociaciones ya asumidas por nuestros mecanismos culturales para mostrarnos su origen, su condición, la motivación postrera y resultado matemático.” (Abel H. Pozuelo)

“Si por un lado aborda, aunque lo haga de modo inverso, algunos de los dispositivos de engaño propios de la pintura (así, el trampantojo) para hacer que los volúmenes devengan planos a la mirada o la aplicación de colores inverosímiles a imágenes naturales, por otro alude al cuerpo a través de, me atrevo a decir, sus partes menos estéticas o menos elevadas por las artes, como la nariz, los codos (de los que creo, como de las rodillas, que le atrae el ángulo con el que son capaces de abrazar otras formas más lineales-, los brazos y las piernas. Un cuerpo, pues, cortado y fraccionado, reducido a aquellos elementos menos significativos, pero que, convertidos en signo y mancha de color activan su vida sobre el muro y nos hacen tanto advertirlos en su simulación como recomponerlos en el cuerpo que somos.” (Mariano Navarro)

6 comentarios:

CASANDRA dijo...

qué complejo juzgar el arte! en todo caso, no hay que juzgarlo, tampoco entenderlo, entonces, de qué se trata, de raport con el artista, que el artista nos seduzca? se trata de que la obra pulsa una tecla en nosotros disparando algo que nos sensibiliza ante su obra?... en fin, yo expondría los dibujos que hago jugando en autocad, para mi son muy divertidos, hasta muy estéticos... pero no creo tener la misma suerte que muchos de estos artistas. Bueno, disparé el inconsciente y dije lo que se me ocurrió. No me trasmite mucho este creador. Lo respeto, pero no llega a sensibilizarme. Como siempre gracias por aportar más a nuestro conocimiento. Voy a ver si consigo la música de la película de El marido de la peluquera. un abrazo.

Anónimo dijo...

Me despertó curiosidad este post, pero tan solo lo he ojeado.
Volveré para leerlo con más detenimiento.

Un beso*

Alfredo dijo...

CASANDRA: Ciertamente el arte es un mundo muy complejo por cuanto que en él interviene una parte muy personal tanto la del creador como la del propio espectador, y esos dos mundos no siempre se funden, sino que pueden chocar y la obra no termina de llegarnos en función de nuestra propia personalidad, gusto y bagaje.

Y la música de la peli es una gozada, especialmente las canciones árabes.

Besotes!!

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SO: Aquí seguirá y espero que me hagas llegar tus impresiones.

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Creo que las ideas en las que se sustenta para trabajar sus obras son interesantes, mientras que en la práctica deja algo que desear...
Para mí, se le va un poco de las manos.

Sinceramente lo que más me ha gustado de este artista es el impulso que tuvo de quemar todos sus cuadros, para morir como pintor y renacer como artista. Eso si que lo considero yo un acto de expresión pura.

Alfredo dijo...

Un incendio como si de una performance privada se tratara para iniciar un nuevo camino sin ninguna atadura de su vida anterior como artista. Una idea sugerente en cualquier caso.

Buen finde!!

romina dijo...

a mi me sirvio ,estoy haviendo un trabajo sobre la materia esteticas contemporaneas y este post ha contestado unas de las preguntas que me quedaba por hacer ,es bueno conocer mas sobre los artistas que no se conocen y tambien aceptar las diversas fomas de expresion de los artistas ....