lunes, 26 de julio de 2010

El rey del banjo: Béla Fleck



Este músico que debe su nombre al compositor húngaro Béla Bartok, ha conseguido elevar su instrumento, el banjo, a niveles desconocidos gracias por un lado a su virtuosismo y, por otro, a los conceptos musicales que definen el estilo de nuestro músico de este mes, y del grupo que le acompaña en muchas ocasiones: The Flecktones.

Con 15 años inició su relación con este instrumento que, a pesar de parecer un elemento de la cultura musical norteamericana, en realidad tiene su origen en África y fue llevado por los esclavos negros al nuevo continente, y con el que se empeñó en adaptar el bebop, primero, y el bluegrass, el jazz y otros ritmos, después, a la peculiar sonoridad del instrumento.

Nacido en Nueva York en 1958 y como se explica en su página web oficial, las primeras influencias musicales le llegaron a través de la televisión mientras veía a los Beverly Hillbillies, o los sonidos bluegrass de Flatt & Scruggs, y precisamente sería la sonoridad que conseguía sacar del banjo Earl Scruggs, lo que llevaría a Fleck a interesarse por ese instrumento que le ha llevado a ganar 11 Grammys en categorías tan diversas como el jazz, la música clásica, el gospel, el pop o el country, y a sumar 28 nominaciones.

A esas primeras influencias se unirán después la de gente como Chick Corea y Stanley Clarke, y con todo ello Béla Fleck irá construyendo su propio camino que le ha llevado a frecuentar territorios antes casi inexplorados para el banjo. Después de pasar por alguna banda, Fleck desembarca en la banda de bluegrass progresivo, New Grass Revival, formación con la que grabará varios discos y entrará en los terrenos del rock y el country, además, claro del bluegrass.



Cuando deje esa banda que alternó con periodos de músico en solitario, contactará con Howard Levy, en lo que será el germen de The Flecktones, que tomó carta de naturaleza absoluta con la incorporación del bajista Victor Lemonte Wooten, y, un poco más adelante, de su hermano Roy Wooten más conocido como FutureMan.

La confluencia de cuatro músicos muy originales, generó el sonido de la formación al que se llegó a definir como blu-bop, para recoger bajo esa definición la peculiar mezcla de bluegrass, jazz fusión y jazz. La formación de cuarteto tuvo años de ofrecer hasta 200 conciertos anuales, además de aparecer en los principales programas de las televisiones norteamericanas. Eso unido a un gran éxito de público y de crítica.

Béla Fleck se ha preocupado, además, por explorar los orígenes africanos del banjo y tiene editada una serie de trabajos en los que colaboran músicos de Uganda, Tanzania, Senegal, Malí, Sudáfrica o Madagascar, reunidos en una colección con el título genérico de Tales from the acoustic planet. “Cuando llegué a África, encontré unos instrumentos y unos músicos que me dieron una mayor comprensión acerca de cómo habían empezado las cosas. En Gambia y en Malí, encontré lo que estaba buscando”, como dice el propio Fleck.

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