lunes, 12 de julio de 2010

Ed Ruscha (Omaha, Estados Unidos, 1937)


“Los artistas siempre se han enfrentado a la idea del hombre corriente, a la pintura de temas prosaicos. Tantos artistas la han expresado en maneras diferentes, y creo que es un asunto que merece la pena ser tratado. Lo ordinario es un tema realmente fértil. Hay algo de eso en las gasolineras, o en esas cosas junto a las que pasas todos los días y después olvidas”. (Según la cita de Elena Vozmediano en la entrevista publicada en Elcultural.es el 17 de julio de 2002)

Artista de padres emigrados de origen checo, creció en la rural Omaha, población perteneciente al estado de Nebraska, hasta que a los 19 años, es decir, en 1956, se traslada a estudiar a Los Ángeles, ciudad en la que desarrollará su carrera artística. Una trayectoria que le ha llevado a pasar del campo del cómic, al de la pintura y al del grabado y el diseño. Un recorrido diverso, fecundo, y que se ha intentado etiquetar de Pop y de conceptual, aunque el propio Ruscha cuando se le pregunta por esos temas suele mostrarse enormemente ambiguo.


Se le etiqueta de Pop, porque su obra fue incluida en una de las primeras muestras que dieron carta de naturaleza al movimiento Pop, como fue la New Painting of Common Objects, que tuvo lugar en el Museo de Arte de Pasadena, donde la obra de Ruscha compartió espacio con la de Rauschenberg, Warhol, Robert Dowd, Jim Dine y otros. Más allá de eso, lo cierto es que se pueden encontrar puntos de contacto entre la obra de Ruscha y la de otros artistas mas “puramente” pop, pero sin que eso se pueda traducir, a mi modo de ver, en una adscripción clara de nuestro artista a ese movimiento.

En lo que toca la etiqueta de “conceptual”, el propio Ruscha, en la entrevista que concedió a Elena Vozmediano, ya citada más arriba, dice que “mi obra puede considerarse conceptual sólo en el sentido de que ha sido elaborada mentalmente, de que es producto de la reflexión”.


Dejando de lado las posible etiquetas que se puedan aplicar a la obra de Ruscha, y centrándonos más en los aspectos más puramente artísticos, tenemos que ver que el primer punto de atención de este pintor está en el paisaje urbano de Los Ángeles, en sus calles, gasolineras, anuncios de neón, las piscinas, incluso en su ruido, interés que luego trasladará a los paisajes naturales en los que siempre deja una nota desconcertante.

Son, en definitiva, paisajes mentales, una suerte de “psico-paisajes”, utilizando el término que utiliza Laura Cumming, y en la línea de lo que escribe James Ellroy cuando se refiere a la obra de Ruscha en un artículo titulado Ed Ruscha: LA’s garish escrutineer, publicado en el periódico The Guardian en octubre de 2009. Ahí dice el novelista que Ruscha representa “el gran cambio de la geografía como psicología”. Cierto es que Ellroy en ese artículo únicamente analiza la relación de Ruscha con el paisaje urbano de Los Ángeles e ignora otros aspectos de su obra.


“Los paisajes urbanos respiran palpablemente, un sonido que nunca llega a ser cacofónico. El urbanismo queda reducido a un plano espiritual. Los espacios vacíos representan lugares en los que nos gustaría estar, y en los que nos asusta estar”, escribe el novelista James Ellroy en el mismo artículo.

Por su parte, Laura Cumming en el artículo también publicado en The Guardian, en este caso, en octubre de 2009, y que titula Ed Ruscha: Fifty Years of Painting, se fija más en los paisajes naturales, en esas montañas que “adorna” con palabras que de repente saltan a la vista y que causan sorpresa. “Ruscha pinta palabras fuera de contexto, a las que da una vida no verbal, una vida propia como figuras en un paisaje; y pinta palabras como si fueran imágenes”, citando a Cumming.

De la velocidad y el ruido de la gran ciudad a los paisajes silenciosos y reposados, la obra de Ruscha lo que destila es sentido del humor no exento de profundidad de significado.

2 comentarios:

casss dijo...

Una vez más me alegro de que me sorprendas con tus reportajes.
Un fuerte abrazo hoy a puro gol: FELICITACIONES ESPAÑOL!!!

Alfredo dijo...

Algún periódico inglés, decía que la auténtica final del Mundial tendría que haber sido España vs Uruguay. La verdad hubiera estado muy bien.

Un abrazo Mundial!!