Virtuoso de elegancia. Introspección personal, investigación, está cargada con tantas ideas que no puede plasmarlas en una sola, no hay un repertorio formal único.
Así ha definido esta arquitecta oriental de formación occidental, el estilo de la arquitectura que practica y que le valió ser la primera mujer que fue galardonada con el prestigioso Premio Pritzker en el año 2004, no sin haber tenido que superar antes múltiples reticencias. Ella misma dice: “El hecho de ser mujer, inmigrante, querer ser pionera, ser rica… Todo eso. La combinación entre una mujer inmigrante, árabe, autosuficiente y que hacía cosas raras no me facilitó nada las cosas. Pero estar tan marcada me ha favorecido. Me dejaban ser y hacer lo que quisiera. Pero a la vez me bloqueaban la entrada a ciertos encargos y terrenos profesionales. Empecé a trabajar en uno de los momentos más carcas del siglo XX, cuando la arquitectura estaba sumida en la recuperación de valores históricos muy conservadores. Aquello pasó. Y cuando se necesitó cambiar, las cosas fueron más fáciles para alguien como yo, que siempre había apostado por el cambio. A pesar de todo, seguimos teniendo mucha resistencia.”
Sea como fuere, el caso es que esta mujer formada en Londres, ya era uno de los arquitectos más famosos del mundo incluso antes de haber levantado el primer edificio, y es que sus diseños elegantes le habían dado una justa fama. Sin embargo, su carrera no despegó hasta que un empresario alemán, Rolf Fehlbaum, no le encargó construir una estación de bomberos en la localidad de Weil am Rheim, en el año 1993. Desde ese momento su estrella no ha hecho más que brillar con enorme fuerza. De esta arquitecta tenemos en España el Plan General de Zorrozaurre, en Bilbao, y el Pabellón Puente de la Exposición Universal de Zaragoza 2008, y algunos más que está en proyecto.
Su arquitectura nace de postulados próximos al deconstructivismo, un término que según Antón Capitel “identifica una arquitectura que hace de los problemas formales puros, y, más concretamente, del conflicto geométrico y de la huida de la lógica constructiva más inmediata su bandera formal.” Dentro de esa línea, la arquitectura de Hadid experimenta con los espacios logrando que sus edificios lejos de convertirse en unos extraños en el paisaje, potencien el espacio que les rodea dándole una nueva dimensión, gracias a una estética que, en muchos casos, parece sacada del futuro, o sería mejor decir, anticipan el futuro, y al que contribuyen todos los elementos por pequeños que sean.
Un estilo que ha ido evolucionando desde un enfoque más abstracto, fragmentario, hasta llegar a una arquitectura de “organización más líquida”, como dice la propia Zaha Hadid, quien es consciente de que sus diseños no son fácilmente aceptados, ya que su arquitectura “se caracteriza por una fuerte propuesta y para lograrlo cree que es muy importante construir los proyectos teóricos o sea, los proyectos ideológicos, pues de ese modo se trasciende la idea de hacer estructuras interesantes para lograr verdaderas estrategias construidas”, escribe Stewart Orozco.
Sus diseños y sus obras construidas, nos ponen delante de un código visual muy personal y que hay que decodificar para poder aprehender toda la complejidad que se oculta en unos espacios que, con frecuencia, se convierten en reversibles, en cambio permanente, en los que todo fluye como un líquido al que se libera de su envase. Es un estilo que tiene mucho de emocional, en los que moverse se convierte en algo intuitivo y en el que todo se cuestiona.
Devuelvo la palabra a Zaha Hadid para cerrar este articulo: “No me gusta imponer, sino liberar. Mire, a la gente le gustan los paisajes más extremos. Suben montañas, caminan en desiertos, bucean y encuentran maravillas. Se esfuerzan y vuelven con el espíritu elevado. Y eso es lo que yo busco hacer con la arquitectura, que engrandezca, que aporte experiencias a los usuarios. Trato de capturar una experiencia única en un espacio público porque no todo el mundo puede pagarse una estancia en los hoteles más caros del mundo. Me interesa ofrecer esa vivencia en salas de concierto, en bibliotecas, en museos.”
8 comentarios:
por supuesto que de este "fenómeno" se habló mucho en curso de diseño de interiores, así como de esa estación de bomberos. Tu le agregas tu impronta personal a estos datos (algunos no los conocía) y lo que más me parece admirable es su intención de llegar al hombre medio, porque como bien dice, no todos nos podemos pagar un hotel de diseño de los mejores. besos para el asturiano más amigo que tengo de una uruguaya que ya se puso en marcha de lunes.
Tiene unas ideas muy estimulantes acerca de la casa perfecta, a la que ha dedicado un montón de planos y maquetas. Por lo que veo has hecho un curso bastante completo, y yo sigo sin despertar.
Abrazos!!
depierta hombre!!! la vida te está esperando.... muxus (viste que "interregional" que estoy?
Aplaudo que esta arquitecta quiera estar al lado de los nombres más relevantes de la arquitectura del siglo XXI. Me gusta el riesgo de esta mujer y sus formas atrayentes. Se demuestra así que las mujeres también sabemos "estar a la altura".
Te mandamos besos felices.
CASANDRA: Hoy tocó vegetar. Mañana será otro día.
Saludos!!
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BONSAIMUSIC: Sin duda una mujer valiente de esas que tiene que demostrar que vale un par de veces más que cualquier hombre.
Abrazos!!
Me parecen unos diseños tremendamente aburridos además de unas considerables aberraciones insostenibles. Son sólo formas, lejos de ser experiencias vitales, pensadas para una sociedad consumidora ávida de imágenes impactantes.
por supuesto que todos tenemos diferentes puntos de vista pero si eres conservador gamas dejaras de ser un simple cubo que no puede transformarse. las obras de Zaha son impresionantes, espectaculares, hermosas, elegantes son un todo pero se nota que el que no guste de este arte es porque no sabe vivir la vida.
si...son aburridos
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