viernes, 27 de febrero de 2009

Duke Ellington, el aristócrata del jazz



Los modales refinados de Edward Kennedy Ellington (Washington D.C., 1899 – Nueva York, 1974), le valieron de joven el apodo de “Duke” (Duque) que ya no le abandonaría nunca, y con el que se conoce a una de las leyendas del jazz, que junto con los no menos legendarios Louis Armstrong y Charlie Parker, formó un triángulo fundamental en la historia de este movimiento musical.

Sin preocupaciones económicas en su familia (en unos lados se dice que su padre era mayordomo en la Casa Blanca, y en otros que tenía el mismo trabajo en una casa pudiente), Ellington se convertiría con el paso de los años en un compositor enormemente prolijo, hasta el punto de que se cifran sus composiciones en unas 2.000, eso sin contar las que fue escribiendo en cualquier papel que caía en sus manos, y cuya influencia musical se sigue proyectando en nuestros días.



Pronto empezó a adentrarse en el mundo de la música gracias a lecciones de piano, y con 17 años tendrá lugar su debut profesional, y empieza a ver la posibilidad, que se concretará poco tiempo después, de dejar los estudios para dedicarse de lleno a la música. La primera formación de Duke Ellington serán los Duke’s Serenaders, que después se transformarían en The Washingtonians. A esas alturas, en los albores de los años 20, todavía sigue vinculado a su ciudad natal, hasta que se siente atraído por el ambiente musical de la ciudad de Nueva York, a la que se traslada en 1923.

Allí empezará a tocar en algunos de los clubes de mayor renombre, hasta recalar en el mítico Cotton Club, un local ubicado en el barrio de Harlem y regentado por el mafioso Owney Madden, en el que se codeaba toda la alta sociedad blanca de la ciudad y en el que desarrollará el conocido como jungle style (estilo jungla), nombre que le viene por la imitación tanto con las voces como de los instrumentos, de sonidos africanos y que daban un aire exótico a los temas.



Las retransmisiones que se hacía por radio en directo desde el Cotton Club, introdujeron la música de Ellington y su grupo en muchos hogares y eso les convirtió en un grupo muy famoso que, cuando dejó el club, ya era un grupo consolidado y muy maduro musicalmente hablando. Eran los años dorados de las big band, entre las que también destacaban y la de Benny Goodman, Glen Miller o Lionel Hampton, por citar sólo tres, y en los que Ellington ya había dejado tras de sí temas tan inolvidables como Mood Indigo o Sophisticated lady.

Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, marcaron el declive de las big band, lo que no arredró a Duke Ellington, que se empeñó en seguir al frente de su grupo al que mantenía gracias a los ingresos que recibía por los derechos de autor de sus temas, lo que no impidió que algunos de los mejores músicos se fueran en busca de otros horizontes musicales. Con la formación renovada, Ellington es invitado a participar en el Festival de Jazz de Newport en el año 1956, en lo que marcará el resurgimiento del ave fénix de sus cenizas.



“Con estos músicos y cierto escepticismo, Ellington es invitado a actuar en el Festival de Jazz de Newport de 1956. Lo que pasó aquella noche está escrito en los anales del jazz. Duke Ellington, sacó de su chistera creativa dos temas compuestos en 1937, Diminuendo in Blue y Crescendo in blue y decidió encima del escenario servirlos unidos, separándolos simplemente con un interludio a cargo de Gonsalves. Y ahí se produjo el milagro. Los arrolladores veintisiete "chorus" seguidos de jazz puro y duro que improvisó el saxofonista, empujado por una rítmica ejemplar le dieron la vuelta al historia. Las sillas volaban por encima de las cabezas de los atónitos y rugientes espectadores y a la mañana siguiente toda la prensa anunciaba en grandes titulares "Ellington ha vuelto" (Párrafo extraído de la web apoloybaco.com)

A lo largo de los años de su carrera musical, Ellington no dejó de componer en ningún momento, y no sólo temas de jazz, sino que también nos ha dejado baladas, blues, música para ballet y conciertos sacros, algo a lo que también ayudó la diferente procedencia de los músicos de los que se rodeó y su propia habilidad para absorber todo lo que acontecía musicalmente a su alrededor. “Tanto apreciaba Ellington las personalidades musicales de los miembros de su banda, que escribía cada parte de una composición para resaltar el talento y la habilidad de músicos específicos, mezclando con gran imaginación las ideas de ellos con las suyas”, escribe Roberto Barahona en un artículo publicado en el periódico chileno El Mercurio el 18 de abril de 1999.

Un cáncer se llevó por delante la vida de Duke Ellington, terminando con una leyenda viva convertida en leyenda imperecedera.

7 comentarios:

Alvaro G. Loayza dijo...

Alfredo, un verdadero crack el Duke!!! Excelente Post.
Un abrazo desde La Paz!!!

Alfredo dijo...

Excelente músico sin duda ninguna. Me alegro que te haya gustado el comentario.

Buen fin de semana!!

calamanda dijo...

Estimado Alfredo: Te quería
preguntar una cosa y veo novedades
nuevas que ahora cu
ando te escriba
miraré con tranquilidad.
Mi pregunta es:La razón por la que
mi cuadrito està siempre en el tra
bajo que hice hace dos meses y no
se actualiza,no sé todavía manejar
bien esto y no sé si he hecho por
ahí algo mal y he dejado algo bloqueado.Veo a todos en sus trabajos que si hace un día,cinco

...y el mío siempre está igual...
Si me lo sabes contar te estaría
enormemente agradecida.

Un abrazo.

CALAMANDA

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Es lógico que volaran las sillas...en sus conciertos...lo que hubiera dado por verle tan cerca..cuanta pasión y talento en su música...
Y claro su legado, su jazz... nos queda...siempre.
Gracias, un maravilloso post!!!

Alfredo dijo...

CALAMANDA: Ya me había dado cuenta de que el enlace a tu blog no aparece actualizado, y la verdad es que no sé porque ocurre eso. Ya he probado a quitarlo y volverlo a poner, pero veo que sigue igual. Algo similar a lo que me ocurre con Escuchando al filósofo que no consigo que enlace con el blog directamente. Mis conocimientos de todo este asunto son más que limitados y todavía no sé donde puede estar el error. Seguiré buscando y, por supuesto, visitando tu espacio.

Siento no poder dar solución al enigma.

Un abrazo!!

********

CARMENSABES: Ciertamente tuvo que ser fantástico asistir a ese concierto, porque si ya en las grabaciones su música suena maravillosa, en directo tenía que ser espectacular.

Besos!!

calamanda dijo...

Alfredo eres...¨El viajero
contemplando un mar de nubes¨...de
Caspar David Friedrich.

¨...era una imagen como solo puede
contemplarla quien viaja en una
aeronave...elevándose sobre las
nubes hasta el lugar donde...a
través del velo rasgado de las nubes se puede ver el azul límpido
del cielo¨

(así escribió en 1885
Gotthilf Heinrich von Schubert
sobre esta obra)
¿Es tu cuadro preferido?

Estoy preparando un trabajo sobre
Friedrich y quiero que sepas que
te lo voy a dedicar a ti.No te
conozco pero creo que eres una
persona encantadora.Ya que te
identificas con ese cuadro es lo
menos que puedo hacer por tu amabi
lidad.
Me hace gracia porque te has moles
tado en quitarme y volver a poner,
otros lo han intentado igual,pero
el problema está en mi blog,de
todas formas si pinchas Calamanda
sale actualizado y si pinchas LÁte
lier pues sale ese trabajo...La
verdad que si es un enigma y nadie
sabe que pasa y yo no me atrevo a
tocar mucho,imagínate si borro todo.
Bueno,yo espero que me sigas visi
tando porque me encantan siempre
tus comentarios.

Un abrazo.

CALAMANDA

Alfredo dijo...

Me dejas abrumado y no sé muy bien por donde empezar a contestarte. Lo primero, muchas gracias por la cita que incluyes de Schubert tremendamente acertada sobre las sensaciones que transmite esa obra de Friedrich, que es uno de mis pintores favoritos y la obra con la que me identifico en el blog, está en mi galería particular de imprescindibles.

El pasado 27 de enero colgué aquí un artículo sobre la obra de este romántico alemán que murió casi olvidado, así que espero con mucho interés el que vas a escribir porque seguro que va a estar plagado, como es habitual, de detalles que ayudarán a comprender la obra de este pintor. Y que hayas pensado en dedicármelo es un detalle asombroso por tu parte y que me pilla totalmente por sorpresa. Muchas gracias, te aseguro que lo leeré con un interés especial.

Y no te preocupes, porque seguiré visitando tu blog aunque la tecnología se niegue a la actualización.

Un abrazo!!