jueves, 7 de agosto de 2008

Yasmine Levy: la voz más hermosa de Sefarad

El texto del artículo fue publicado originalmente en la revista digital Alenarte.



Nací en Álamo (La Judería)

No tengo lugar / y no tengo paisaje / yo menos tengo patria / Con mis dedos hago el fuego / y con mi corazón te canto / las cuerdas de mi corazón lloran / Nací en Álamo / nací en Álamo / no tengo lugar / y no tengo paisaje / yo menos tengo patria

Con tan solo tres discos a sus espaldas, está israelí nacida en Jerusalén en 1975, se ha convertido en la voz llamada a renovar el canto ladino, esas canciones que los sefarditas se llevaron de la península Ibérica en su diáspora por el Mediterráneo después de su expulsión en 1492, y que se cruzaron con los sonidos y las lenguas de los países que los acogieron.

Yasmine Levy viene de una familia muy enraizada en la tradición sefardita, ya que su padre, Yitzhak, fue un gran estudioso de esa música de la que logró reunir un ingente trabajo recogido en 10 libros con canciones religiosas y 4 de temática profana. Su madre, Kochava, era una cantante que dejó su carrera cuando se casó, y que después de enviudar (cuando Yasmin era aún muy niña) la fue recuperando poco a poco. Yasmin no parecía llamada por el camino de la canción ya que su ambición pasaba por estudiar veterinaria, y tenía la música más como un complemento educativo que como una profesión para el futuro.



Happiness (La Judería)

Yo bebo y bebo y bebo / para olvidarte / yo duermo y duermo y duermo / para no pensar / Mundo maldito / vivir para pagar por el pecado de amarte / maldita tú / suéltame / Te digo que vida no tengo / y es por tu culpa / las noches igual que los días / de soledad / Oh, Dios mío / ayúdame para matar este amor que está en mi corazón / bendito Dios / sálvame / Solo caminando en el camino de este mundo / y no tengo mas fuerza para luchar / Pensaba que amarte fue el remedio para el dolor / pero el dolor se hizo grande más y más. / Te dejo para siempre vida mía / no te olvides que soy hombre que existe para ti / y el cante de mi vida te regalo para siempre. / Te dejo para siempre vida mía / no te olvides que soy hombre que existe para ti / y el cante de mi vida te regalo para siempre / hasta que llegue el día del morir.

Durante 12 años estuvo acompañando a su madre como pianista, pero no sería hasta que viaje a Sevilla para estudiar flamenco (para ella España es su segunda casa), cuando descubra que podía ser cantante. Ella lo cuenta así: “Mi profesora de flamenco me pidió un día que cantara, y yo le dije que no podía porque no había cantado nunca. Ella insistió y yo abrí la boca por vez primera y ahí descubrí que era una cantante”.

Su primer disco, Romance & Yasmin lo grabaría en el año 2000, con el que ya logró estar nominada en los premios que concede la BBC dentro del apartado de World Music, y lo mismo le ha ocurrido con sus dos trabajos posteriores, La Judería (2005) y Mano Suave (2007). Entremedias de éstos dos últimos, en 2006, grabó un disco en directo titulado Live at the tower of David, Jerusalem

Yasmin Levy introduce en su música elementos novedosos, que han supuesto una auténtica revolución en la sonoridad de unas canciones que ya tienen más de 500 años de historia, ya que introduce instrumentos como el oud, el violín, el cello, el piano, e incluso el cajón peruano. Pero lo que más destaca, y es lo que le da a sus canciones un poso aún más profundo del que tienen esas letras con más de 500 años de antigüedad, es la forma de cantar del flamenco, demostrando que pueden fusionarse ambos elementos para conseguir un hermanamiento del que sólo pueden salir buenos frutos.



Mano suave (Mano suave)

Ay, mano suave tenía / A tocarla, nadie se atrevía / Ay, madre, a tocarla nadie se atrevía / Su alma le entrego / El corazón entero / Ay madre, el corazón entero.

Algo a lo que también contribuye significativamente, el hecho de que se haya rodeado de una banda en la que conviven músicos de procedencias diversas como Irán, Armenia Egipto, Grecia, Portugal, Chile y España. Eso ya habla del componente multinacional, multiétnico y multireligioso que consigue aunar esta cantante en cuya voz se dan cita todas las esencias del Mediterráneo, esa cuna de culturas durante milenios, que, como su nombre indica, está en el medio bañando costas que la música hermana más allá de otro tipo de diferencias.

En su último disco, Mano suave, nombre que toma del segundo de los cortes y en el que sobre una melodía beduina suenan las palabras escritas por Zalman Shnior que dicen: Ay, mano suave tenía / A tocarla, nadie se atrevía / Ay, madre, a tocarla, nadie se atrevía / Su alma le entrego / El corazón entero / Ay madre, el corazón entero. Un disco en el que los sonidos del sur de España y sus formas de cante, cobran un protagonismo especial dentro de un conjunto que brilla por unas letras de amor y de desamor, la mayor parte de ellas sacadas de la tradición sefardí.

Una voz a seguir.



Me voy (La Judería)

Quiero olvidar el aroma de tu cuerpo / quiero olvidar el sabor de tus labios / quiero tener por una vez una vida feliz / por eso… / me voy… / Gracias por todo lo que me diste / gracias por amarme / pero no tengo ilusión / que tu eres mi linda flor / por eso… / me voy… / Dime, qué es lo que tienes / que yo no puedo olvidarte / mira, mírame mi niña / mira que mi alma sangra.

10 comentarios:

CASANDRA dijo...

mientras trabajo en la computadora (ordenador...según uds.) escucho la música de tus videos..luego leeré el artículo. gracias, siempre gracias por compartir arte.

CASANDRA dijo...

solo una palabra para describir esta cantante: bellísima. gracias y hasta mañana.

Alfredo dijo...

Me alegro de que te haya gustado esta cantante que yo he descubierto hace muy poco, pero que ahora mismo no puedo dejar de escuchar. Una música tremendamente evocadora y que acompaña muy bien.

Besos!!

Estel Julià dijo...

Qué gran descubrimiento Alfredo, de estas hay unas dos o tres que ahora mismo no recuerdo el nombre pero que no tienen tampoco desperdicio.

Un gran voz que se enreda con pasión a veces, en ritmos flamencos.

Especialmente me ha encantado el video de Happiness, me resulta de una gran belleza en conjunción con la voz de Yasmine y como siempre tus comentarios que nos ayudan un poquito más a profundizar en esos temas que a algunos nos interesan.

Un abrazo,



Estel J.

Alfredo dijo...

Un descubrimiento reciente que ha reavivado mi interés por la música de origen sefardí, y la conjunción de esa tradición con los aires andaluces, y esa voz, es una combinación maravillosa.

Publicar mis comentarios es mi forma de lanzar botellas con mensaje al mar cibernético, en este caso, y ver que llegan a playas fértiles es una alegría tremenda.

Abrazos!!

CASANDRA dijo...

con tu permiso enlazo a mi post el tuyo de Sonia Delaunay con música de Mayte Martín (otro descrubrimiento gracias a Estel Juliá) Una conjunción de colores humanos. te parece? gracias.

Revista Calma ¡Participa! dijo...

No esta mal, esperemos que vaya triunfando es algo nuevo en el campo del folk.
He abierto de nuevo el Calma,renovado.

Jesus

Alfredo dijo...

CASANDRA: Claro que puedes poner el enlace. Muchas gracias. La combinación resultante no puede ser de lo más interesante.

Abrazos!!

***************

JESÚS: Lo de la música sefardí no es tan nuevo en el panorama de las músicas del mundo. Respecto a la Revista Calma voy a esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos, de todos modos eso que planteas de que cualquiera pueda modificar el artículo de otra persona no me convence.

Saludos.

Monik dijo...

Preciosa voz!! Gracias por mostrárnosla!!

Besos!!

Alfredo dijo...

MONIK: Gracias a tí por la visita, y me alegro de poder compartir cosas como esta con otras personas.

Besotes!!