martes, 26 de agosto de 2008

Wilbur se quiere suicidar (Wilbur wants to kill himself, Lone Scherfig, 2002)


Tres personajes desolados y desoladores compartirán sus soledades en este drama que firma la danesa Lone Scherfig (Italiano para principiantes), que deja al espectador con la sensación de tener un enorme peso sobre los hombros. Una película en la que la muerte está muy presente, pero también el amor como fuerza de esperanza, como única salida para la soledad y para encontrar eso que se llama el sentido de la vida.

Es bonito que las personas se unan a alguien cuando no tienen a nadie. Eso se lo dirá Harbour a su hermano Wilbur, una frase sin duda hermosa pero que adquirirá un tinte dramático cuando lleguemos al final de la película y entendamos lo que se esconde detrás de esas palabras. A Wilbur, un hombre simpático y de éxito entre las mujeres, le falta lo fundamental, que son las ganas de vivir, mientras que a su hermano, optimista nato, le va a faltar algo aún más fundamental. Entre ellos surgirá Alice, una madre soltera despedida de su trabajo, y que se convertirá en un auténtico catalizador para los dos. A uno lo sacará de su monotonía, y al otro le hará recuperar su parte más humana. Al lado de estos personajes, están un médico cínico enamorado, sin reconocerlo, de una limpiadora que también tuvo tendencias suicidas; una enfermera que busca ser la elegida de Wilbur; y un grupo de terapia de suicidas ahogados en su propia angustia.

Ellos formarán el triángulo sentimental que define a este drama, no exento de un sentido del humor que permite que la historia respire y no se convierta en insoportable, elegante en el que todos los personajes que aparecen en ella buscan la redención a sus silencios, a sus abandonos, a sus soledades difícilmente soportables, en la compañía de otros seres humanos, precisamente para eso, para sentirse humanos otra vez, o por vez primera.

La directora pone ante nosotros a unos personajes inadaptados, que se esconden detrás de máscaras, del silencio, hasta que no tengan otro remedio que salir a la luz, enfrentarse con el mundo, de dejar a un lado sus vidas desnortadas apoyadas en falsas seguridades. Todo apoyado de forma fantástica por una música que hace que sintamos la vida que palpita debajo de la piel de cada uno de los personajes, pero que también nos hace sentir mucho frío.

Una obra que contiene una belleza de esas que sólo pueden tener las historias tristes.

5 comentarios:

CASANDRA dijo...

otra película más que anoto para ver!!!! espero tener pronto vacaciones para ponerme al día. Retengo esta última frase: "Una obra que contiene una belleza de esas que sólo pueden tener las historias tristes." Algo así como la melancolía de algunos tangos.

Alfredo dijo...

Escribí este comentario nada más terminar de ver la película en televisión, y es que las sensaciones que me dejó fueron muchas. Otra gran historia de una gran belleza triste es Cartas de una mujer desconocida, la versión de la china Xu Jinglei, sobre la que escribí ya hace varios meses.

Esa melancolía de muchas de las letras de los tangos, creo que les da ese algo especial que hace que lleguen tan adentro.

Un abrazo!!

CASANDRA dijo...

ALFREDO: no me parece nada lógico dar premios a nada...sobre todo aquí, que pienso que cada uno ocupa un lugar especial solo por estar presente. Pero lo tuyo.... es especial: siempre atento a la respuesta, desde un blog que es todo un esfuerzo, un logro, una puerta abiera a la novedad, al descubrimiento, al rescate de mucha cultura que DEBE permanecer y difundirse, y tú logras con tus post hacerlo. Así que te daría un premio a todo eso, si no fuera, que no me gusta dar premios...jajaja. SALUDOS ASTURIANO!!! haces honor a tu tierra.

Anónimo dijo...

Si hubiera leído tu post antes..., jo, la tuve en pantalla y no le presté atención, no se pueden hacer varias cosas a la vez, escuchar música, trastear con PS y ver tv, suelo cambiar a documentales o debates, me entero a medias, cachisssss.

No acabo de entender por qué nos gusta tanto lo triste, a más tristeza mayor belleza.

saludos muy alegres ;-)

Alfredo dijo...

CASANDRA: Muchas gracias por tus palabras que, la verdad, me abruman por la generosidad que destilan, y esa buena intención que se esconde detrás de ellas, y que son un aliento fundamental para que siga en esta tarea de escribir de las cosas que realmente me interesan, y de la manera que a mí me gusta contar las cosas, y no sabes la satisfacción que siento cuando alguien me deja un comentario de estímulo como este.

A veces las palabras se nos quedan cortas, y no encuentro otra que gracias, para agradecerte tu comentario.

Un abrazo transoceánico!!

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FUGA: Yo no sabía nada de esta película antes de verla ayer en televisión, pero nada más que terminó me tuve que sentar delante del ordenador para escribir mis impresiones. Si la puedes repescar por ahí no dejes pasar la oportunidad porque es una gran película.

Una sonrisa de colores!!