viernes, 1 de agosto de 2008

Tropa de élite (Elite da tropa, Jose Padilha 2008)



Trailer

Una película desconcertante. La historia con la que el documentalista brasileño, Jose Padilha, debuta en el mundo del cine, recibió el respaldo internacional durante el pasado festival de cine de Berlín al ganar el codiciado Oso de Oro, y de tener el respaldo del público especialmente en Brasil, país en el que se calcula que unos once millones de personas ya habían visto la película, versión pirata mediante, antes de su estreno, lo que obligó a su director a modificar el inicio y el final de la película. El impacto en el país carioca está siendo tal, que incluso se convirtió en la estrella en los pasados carnavales.

A partir de ahí, Padilha no da ningún descanso a un espectador al que mete de lleno en un mundo de corrupción absoluta, en el que no es posible dar un paso sin meterse en un charco. Policía corrupta, narcotraficantes, políticos que sacan su tajada, niños bien que mantienen el tráfico de drogas, y en medio de todo ello los BOPE, un grupo policial que pasa por ser poseedor de una integridad absoluta pero que no duda en utilizar los métodos más violentos para conseguir sus objetivos, y cada entrada suya en las favelas se salda con varios muertos y torturados.

Padilha parte de un libro del mismo título escrito por el antropólogo Luiz Eduardo, en el que se cuenta la historia real de la operación policial destinada a limpiar la favela en cuyas proximidades iba a dormir el papa Juan Pablo II durante su visita a Brasil. Esa operación policial se cerró con una treintena de muertos y decenas de detenidos.

Con ese punto de partida, el director nos cuenta las andanzas de un grupo perteneciente a la BOPE (Brigada de Operaciones Policiales Especiales), comandado por el capitán Nascimento, dividido entre su esposa que está a punto de dar a luz y su trabajo y, por otro lado, la historia de dos amigos de la infancia que entran en la policía para encontrarse un mundo totalmente corrupto en el que sus mandos y compañeros, tienen negocios con los narcotraficantes de las favelas, extorsionan a comerciantes, venden los motores de sus vehículos nuevos, o se pelean entre ellos por controlar las zonas de la ciudad.

El director nos plantea una situación en la que todos son culpables, unos por acción y otros por omisión, y en la que denuncia la hipocresía social de los sectores universitarios, que teorizan desde las aulas sobre la violencia policial, y que salen a manifestarse cuando uno de los suyos muere y que no tienen la misma actitud cuando es un policía el asesinado. Al mismo tiempo, los acusa de ser los culpables de perpetuar una situación de marginalidad, con su consumo de drogas adquiridas a los narcotraficantes de las favelas, mientras por otro lado intentan organizar organizaciones de ayuda a los habitantes de esos lugares, oprimidos por la pobreza y por la violencia.

En medio de toda esa situación, el BOPE aparece como un oasis de honradez, que prepara a sus integrantes con una dureza extraordinaria, y que el director nos cuenta con una crudeza total, sin ahorrarnos ningún momento por muy violento que pueda parecer, como hace con el resto de la película. La voz en off del capitán Nascimento nos va dando claves sucesivas, y deja claro que si se está de un lado de la línea no se puede estar del otro, algo que vivirá en sus propias carnes el recluta destinado a sucederle.


Padilha nos desgrana todo el poliedro de una compleja situación que se vive en Brasil alrededor de todo este mundo, y deja en el aire una serie de elementos muy interesantes para la reflexión. ¿En un contexto como el que refleja la película, puede tener justificación la violencia policial? ¿Hay una violencia buena y otra mala? 

Una película poderosa, de gran fuerza visual, contundente, incómoda.

8 comentarios:

CASANDRA dijo...

no he visto la película, pero voy a tratar de verla (después de tu comentario, cómo no hacerlo?) pero ya me has puesto en una situación incómoda....sin dudas hay que estar de uno u otra lado, y se peca por acción y también por omisión.... me quedo reflexionando. te mando cariños.

Alfredo dijo...

Una película ciertamente incómoda, porque uno se queda dudando a qué carta quedarse, y que en Brasil está generando un debate muy fuerte. A pesar de tener coproducción argentina, en ese país fue un fracaso de público, dicen que por lo violenta que es.

Sea como sea, una película de esas que merece la pena ver.

Abrazos!!

Monik dijo...

Ya estoy de vuelta!! Pues no me van mucho estas pelis pero gracias por tu forma de mostrarnos y narrarnos los contenidos!!

Besotes!!

Alfredo dijo...

Bienvenida otra vez por este lugar. La película es dura de ver pero el poso que deja es más que interesante.

Cuidadín con los calores veraniegos, que la cosa está que arde.

Besos!!

CASANDRA dijo...

Desde esta mañana un tanto fría, pero de un cielo luminoso, te mando cariño y te doy las gracias por tu visita.

Jesús dijo...

Pinta bien esta pelí. El caso es que el Brasil es un estado fallido, a ver si ahora con el petróleo lavanta cabeza, aunque no creo, al contrario.

Alfredo dijo...

CASANDRA: Visita que hago siempre con mucho gusto.

Abrazos!!

***********

COMANDANTE: Cierto que Brasil tiene muchas cosas para salir de la pobreza, pero el panorama desolador que pinta esta película explica muchas cosas.

Alfredo dijo...

Comparto contigo absolutamente la afirmación de que la violencia nunca soluciona nada. En la película se coloca al espectador en una difícil tesitura la respecto de ese tema, y cuenta muy bien la espiral de miseria, corrupción y violencia que azota a la sociedad brasileña.

Nos muestra, como tú dices, esa otra cara de sociedad de un país que brilla fuera por la alegría que atesora, y la belleza de todo tipo que lo define, y aquí nos sumerge en la realidad más "sucia". Tuve dudas a la hora de ir a verla pero ahora me alegro mucho de haber ido.

Abrazos!!