jueves, 8 de marzo de 2007

Leaving Las Vegas (I)



¿Podría salir bien una historia de amor entre una prostituta y un alcohólico con tendencias autodestructivas? Esos son los personajes que se dan cita en la película de Mike Higgis Leaving Las Vegas (1995), magníficamente interpretados por Elisabeth Shue y Nicolas Cage, quien recibió el Oscar por su interpretación.

Leaving Las Vegas me parece la más maravillosa historia de amor y destrucción personal, en una ciudad donde los bares nunca cierran, donde los neones ocultan bajo su resplandor deslumbrante toda la miseria humana que se aloja en cualquier ciudad. Una ciudad en la que todo es apariencia, donde los sueños parecen posibles, sobre todo los relacionados con el dinero, pero eso no es más que otra mentira más, otro espejismo con el que distraer el pensamiento de unas existencias difícilmente soportables.

Ben (Nicolas Cage) decide emprender un camino sin retorno, con fecha fija (cuatro semanas calcula), por los senderos del alcohol en un afán de autodestrucción tan poderoso que ni siquiera el amor puede modificar. Un amor sin sexo, convertido en un lujo que no se puede permitir y basado en la profunda comprensión de lo inevitable del resultado final, a pesar de lo cual, Sera (Elisabeth Shue) intentará luchar contra la fuerza de unos elementos totalmente desatados ante los que nada parece posible. Cuando llega el sexo ya será un sexo triste, agónico que pone en comunión la “pequeña muerte” con la “gran muerte”.

Historia desesperada, de profundas oscuridades a penas rotas por momentos de luz detrás de los cuales parece que se vislumbra un rayo de esperanza. Todo mentira, todo dolor, todo desesperación, todo miedo, en dos seres que ni siquiera se tienen el uno al otro para afrontar los momentos de mayor dolor, con una escena de Sera en la ducha después de sufrir una triple violación anal absolutamente conmovedora y de una dureza estremecedora.

Una historia de una hermosura triste, bella como sólo pueden serlo las historias tristes.

7 comentarios:

Noa dijo...

Te superas, Alfred XD

Es un cinta muy pesimista, muy triste y muy desgarradora. Cuando acabas de verla puedes sentir el alcohol en la garganta, como cuando lees (la película es una adaptación bastante recomendable también)"El Perfume" que se multiplica tu sentido del olfato.

A decir verdad también devoré en su día el libro de "Leaving Las Vegas", lo debo tener en alguna parte...

Y ahí están las interpretaciones de los protagonistas. Shue está muy creíble, qué pena que se haya quedado en el olvido. Y Nick Cage hace su mejor interpretación hasta la fecha. Su afán por participar en cuántos más films mejor está nublando un poquito su carrera en películas que dejan mucho que desear. Ojalá vuelva el Cage de Las vegas, el de "Adaptation" e incluso el Cage de Face/Off, peli de acción muy disfrutable, y que se deje de motoristas fantasmas y remakes pésimos como Wicker Man.

P.D. Recomendación con Nick Cage de protagonista por si no la has visto: "El Hombre del Tiempo", una pequeña joyita.

Un beso!

Alfredo dijo...

La verdad es que con lectoras como tú esto es un gusto tremendo. Muchas gracias.

Alcohol, pero también el amargo sabor amargo de la derrota en abandono, de la soledad, del dolor, de tantas y tantas cosas.

coincido en que Nicholas Cage es un gran actor, capaz de mostrar una amplia gama de registros, aunque, en mi opinión, está más capacitado para papeles dramáticos que cómicos. Últimamente es verdad que tiene una carrera un tanto errática. Será que no hay otra cosa. La película que me recomiendas no la he visto pero la buscaré. Gracias por la sugerencia.

Cierto que la adaptación de "El Perfume", libro increible de Patrick Suskind, es bastante buena teniendo en cuenta las dificultades de adaptar esa novela.

Buen fin de semana, espero poder ir a ver El buen alemán y el lunes comento.

Besos!

Alfredo dijo...

es verdad esa reflexion que haces en relacion a que las historia tristes como esta tienen esa belleza o emociones al maximo, es de esas peliculas que luego de verla, no quedas bien, no por que la peli sea mala ni mucho menos, es que las sensaciones que produce te llegan y te dan vuelta dentro de tu cabeza por un tiempo...esa es la cualidad que tienen algunas peliculas y que a mi juicio cada vez es mas dificil encontrar
saludos desde chile!!!
alfredo

Alfredo dijo...

En un mundo en el que cada vez todo va más deprisa, creo que el espacio para las historias de verdad, esas que mueven tus cimientos, es más pequeño y es verdad que cada vez cuesta más encontrar eso.

Por cierto, ¿has visto Dulces 16? Es de Ken Loach y también una película que te deja el corazón más que encogido. Su título original es Sweet Sixteen.

Un saludo!

Alvaro G. Loayza dijo...

Muy buena película con actuaciones de excepción, sobre todo me impacto la de Elisabeth Shue, que sin cargar el histrionísmo de un personaje alcohólico, muestra toda la congoja y pesar de la vida y la relación que lleva con Cage. Una de las mejores interpretaciones femeninas que he visto y un tipo de película de amor aciago que no se ve demasiado en el cine con un tratamiento tan bueno.
Saludos!!!

Alfredo dijo...

Elisabeth Shue demuestra en esta película que es una actirz con muchas posibilidades y a la que no le dieron oportunidad de seguir demostrándolo. El papel de Leaving Las Vegas es un auténtico "caramelo" si se trabaja bien como es el caso.

Luego la química con Cage es lo que termina de poner la guinda al coctel amargo.

Un saludo!

Spanish fly dijo...

A mí no me gusta el Cage porque sobreactúa en la mayoría de las películas que hace, y si encima trabaja en cine de acción...es bastante penoso.
Pero justamente el papel del alcohólico chungo que interpreté en Leaving las Vegas le queda como un guante. A mí me parece que Nick tiene algo de payaso triste bajo su máscara de macho perdedor.
La actriz que hace de puta también está maravillosa, interpretar a una puta es mucho más difícil de lo que parece.
La película es de las pocas película de amor que no me ha provocado sueño, e incluso me ha hecho llorar; a mí que soy un tio adusto y poco expresivo.
En el plano intelectual, Leaving las Vegas es de las pocas aproximaciones serias y realistas al amor psicosexual (Basta de comedias románticas buenrollistas y de melodramas donde el amor todo lo puede como Supermán o Dios, por favor...).
La sordidez de la vida de los dos pobres diablos es estremecedora, pero aun estando yéndose por la alcantarilla de Las Vegas intentan tener una dignidad y y un cariño entre ellos que enternece al más amargado. Pero a diferencia de la moralina cristianoide del poder redentor del amor que todo lo puede y supera, pues no: ¡los cojones! Amar a otra persona no te curará de vicios arraigados desde años, de una realidad social sórdida, y de una vida de mierda.
Acepta a la persona amada tal como es, compréndela sin disculpar sus miserias personales, y entonces no tendrás redención holywodiense, sino aceptación y compasión con ella.
Yo tuve una relación una vez con una mujer que sin llegar a las tendencias autodestructivas brutales de los personajes de este filme, era bastante inaguantable a veces por su mal carácter; ni siquiera era guapa. Y ha sido la única vez que me he enamorado; el resto de mis escasas relaciones han sido sucesiones de polvos con cuerpos bonitos, pero sin nada detrás. En esa relación, yo era la sufriente puta y no el borracho, pero había cierto parecido con Leaving...No puedes salvar a quien no quiere salvarse: acéptalo y ámalo simplemente.