lunes, 7 de julio de 2014

Cecil Beaton: “La belleza es sinónimo de perfección, esfuerzo, verdad, bondad”



Llevó tan lejos su gusto por la belleza que se cuenta que cuando daba una fiesta en su casa elegía a los invitados por su fotogenia. Algo no tan extraño si empezamos a entender algo de la personalidad de Cecil Beaton (1904-1980), un dandi de los pies a la cabeza coherente con los ideales estéticos que animaron su carrera a lo largo de los años, unos ideales en los que las palabras glamour y dramatismo son claves fundamentales.


Fue su niñera la que empezó a inculcarle el gusto por la fotografía, dirigiéndole así, seguramente sin saberlo, por una senda que ya nunca abandonaría. Ella le dio las primeras clases de cómo obtener las instantáneas y los fundamentos del revelado. Sus primeros modelos fueron sus hermanas a las que hacía posar adoptando poses teatrales y rodeadas de lámparas.


Ingresa en Cambridge para estudiar historia del arte y arquitectura y en 1925 abandona la universidad sin titulación alguna, y después de unos meses trabajando en la oficina de una empresa de cemento, se lió la manta a la cabeza y decidió emigrar a los Estados Unidos para empezar allí una nueva vida profesional ya con la fotografía como anclaje.


Al mismo tiempo empieza a trabajar para Vogue, una relación que se extenderá hasta los años setenta, y en los años 30 empieza a experimentar con las sombras en sus fotografías de moda en una aproximación a postulados artísticos del surrealismo, en un proceso que generar unas fotografías que, como decía antes, acentúan la elegancia de las modelos con el dramatismo conseguido a través de la luz y la sombra.


La combinación de sus experiencias europeas con las adquiridas en los Estados Unidos, darán a luz el estilo sofisticado y elegante con el que serán conocidas sus obras, centradas sobre todo en los retratos de personajes de la alta sociedad, incluida la corte británica, y la fotografía de moda o de estrellas del mundo del cine.


Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Beaton se incorporará al Ministerio de Información como fotógrafo, convirtiéndose en uno de los fotógrafos de guerra más reconocidos, sobre por la fotos en las que retrató los destrozos causados por la aviación alemana durante sus bombardeos a las ciudades inglesas. Una de las más conocidas es la de una niña ingresada en el hospital herida tras un bombardeo y abrazada a su oso de peluche, una imagen que causó una honda impresión en los políticos y en la opinión pública norteamericana todavía reacia a implicarse en la guerra.


Como escribe Lourdes Gómez, “la belleza dominó el universo y el horizonte de Cecil Beaton. El influyente artista inglés, fotógrafo de la realeza y de las celebridades, además de galardonado escenógrafo, elevó este término cualitativo a las esferas del arte y la moralidad, equiparando su significado con perfección, esfuerzo, bondad y autenticidad.”



Beaton trabajó para diseñadores como Chanel, Christian Dior o Balenciaga, además de ser un reputado diseñador de escenografías para Broadway, vestuario e iluminación para distintos espectáculos.
Más información: El País, Vogue [en], Telegraph [en].

2 comentarios:

Sehpurpur dijo...

Muy interesantes tus publicaciones sobre Fotografía... y en general el blog. Títulos muy sugerentes que animan a leer íntegramente cada entrada. Saludos

Alfredo dijo...

Gracias por el comentario. Siempre es agradable saber que hay personas que encuentran algo de interés en este blog.

Un saludo!