lunes, 10 de febrero de 2014

Swimming Pool, una historia oscura plagada de sol



Estamos ante una película francobritánica dirigida por François Ozon, estrenada en el Festival de Cannes de 2003 y con Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier en sus principales papeles, encarnando, respectivamene, a Sarah Morton, una madura escritora de novela negra de éxito, y a Julie, una jovencita con una vida sexual de lo más activa.




Ambas coincidirán en la casa que el editor de Sarah y padre de Julie, tiene en Francia, con el sol y una piscina como elementos importantes en una película rodada con una gran sensibilidad para ir desgranando sin prisa, sin elementos innecesarios, la relación que se plantea entre las dos mujeres. Una relación de choque de mentalidades, de rivalidad, pero también de voyeurismo, de atracción.




Son dos mujeres que terminan de influirse una a la otra a través de mecanismos sutiles, de ciertos paralelismos y de puntos de encuentro, casi como si una fuera el trasunto de la otra, en medio de un ambiente propicio para la calma pero que termia convirtiéndose en un microcosmos en el que cabe la tragedia, cabe el recorrido por los mundos recónditos de cada una de esas dos mujeres, a las que dan vida dos actrices que están espléndidas, especialmente Rampling.




Una historia en la que la tensión, también la sexual, va creciendo de nivel hasta resultar palpable, cotada a través de un puñado de imágenes de enorme belleza visual, tanta como el del paisaje bañado por el sol que pone el marco a la historia. Y es que en lluvioso Londres del que sale Charlotte Rampling, una historia como esta difícilmente podría desarrollarse de la misma manera o con la misma intensidad.




Después de seguir caminos divergentes, los pasos de Sarah y de Julie llegarán a converger en un camino que lleva a la película por nuevos derroteros, por senderos más acelerados, camino de un final tramposo y desconcertante, tal vez demasiado desconcertante para cerrar de una forma redonda una historia que atrapa, que seduce para terminar desembocando en un puzzle de piezas dispersas que abre tanto el abanico de las posibles interpretaciones de la película que pone un poco de niebla en un cuadro lleno de matices.


3 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Sin duda, la veré, tu reseña me ha hecho que me interese por esta película que promete ser altamente intersante.

Besos.

Alfredo dijo...

Espero que la disfrutes.

Un beso!

Pilar dijo...

Una película un tanto desconcertante, sobre todo su final que deja a la interpretación del espectador. Lo mejor : La interpretación de Charlotte Rampling. Lo peor: la lentitud y la forzada interpretación de Ludivine Sagnier. Recomiendo verla en grupo. La tertulia posterior puede ser lo más interesante.