miércoles, 18 de febrero de 2015

Eric Bibb, el trovador del blues.



Si con once años y llevas tocando la guitarra desde los siete, y nada más y nada menos que recibes un consejo de Bob Dylan: “hazlo sencillo”, y además creces en una familia en la que tu padre es cantante de folk y figura de la televisión, y tienes tíos también dedicados a la música, parecen demasiados elementos puestos de acuerdo para que uno termine siendo una figura del mundo de la música.
Eso le pasó a Eric Bibb un neoyorquino que lleva más años viviendo en Suecia que en los Estados Unidos, y ahí estuvieron los inicios de una carrera que tiene su base en el blues del sur de la Unión, en eso y en los espirituales. De fingir enfermedades para no ir al colegio y quedarse en casa escuchando música y tocando, a tocar los por las estaciones de metro de Europa y de sumergirse en la escena musical de los años setenta, en Suecia, ha llegado a convertirse en un auténtico trovador del blues, como él mismo se ha definido en alguna ocasión.



Eso después de iniciar estudios de psicología y de ruso en la Universidad de Columbia, abandonarlos y, todavía adolescente, iniciar su viaje por el viejo continente, determinante tanto para su vida personal como para su trayectoria profesional, siempre con el bagaje del blues de su país natal como elemento de fondo, un estilo musical que no deja de ser extraño para una persona nacida en una gran ciudad y no en el epicentro musical del blues situado mucho más al sur.
Si algo caracteriza la música de Bibb es su sinceridad. Él mismo ha dicho en entrevistas que estaría cayendo en la falsedad si intentara cantar como lo hacen los cantantes del sur de los Estados Unidos, especialmente aquellos que llevan una vida agitada, una vida diríamos al día, de ahí que sus letras no sean tan oscuras o con tanto sentimiento trágico que caracterizan a algunos cantantes de blues. Eric Bibb dice que no podría cantar así, que eso sería cantar de mentira, y de ahí que su estilo sea más suave, apoyado en una voz con matices, y centrado en sentimientos positivos.




Unas canciones sin urgencias, sin prisas, en las que se mezclan el blues acústico con la profundidad de los espirituales, para proyectar el lado brillante del blues, para convertir a la música en una herramienta espiritual capaz de dar sentido a la vida.



Más información: Wikipedia [en], Los Angeles Times [en], Southern Maryland Newspapers [en].

1 comentario:

Nat dijo...

Un excelente artículo. Le he remitido un correo por este motivo.

Atte.

Nat