lunes, 26 de agosto de 2013

Stanton MacDonald-Wright, cofundador del Sincronismo

American Organization.

Decíamos en el artículo inmediatamente anterior a este, que MacDonald Wright (1890-1973) y Morgan Russell habían sido los pintores que desde París, dieron carta de naturaleza a un movimiento de vanguardia que se conoció como Sincronismo. Eso fue en París gracias al contacto con algunos de los grandes nombres del arte europeo de aquellos años 10 y 20 del siglo XX.

Oriental Synchromy.

El tratamiento del color como si fueran notas musicales, de tal forma que el pigmento fuera capaz de hacer llegar al espectador emociones más allá de la composición, al modo que la música lo consigue, fue la base de las obras de estos dos norteamericanos.

Aloha Hula Girl, 1972.

Ahora le toca el turno a MacDonald- Wright, un pintor que nada más terminar sus estudios en la Art League de Los Ángeles, con 17 años, se casa y se traslada con su mujer a París para completar sus estudios artísticos en diferentes instituciones de la capital francesa y, como no podía ser de otra forma, conocer de primera mano los postulados artísticos más vanguardistas.

Blossom, c. 1946.

En el taller del pintor canadiense Percyval Tudor-Hart, conocería a Morgan Russell, y ahí empezará una colaboración que les llevaría a desarrollar su teorías sobre el color y llevarlas a la práctica con un éxito relativo, especialmente en su país de origen, al que volverán juntos con la idea de lograr un soporte económico que les permitiera seguir desarrollando su obra.

La Tempête, c. 1955.

Ese regreso a los Estados Unidos separará a los dos pintores de una forma casi definitiva, aunque eso no les hará abandonar el camino que iniciaron juntos. Después de un tiempo en Nueva York y a la vista de que la ciudad no terminaba de aceptar su arte, Russell regresará a Francia, mientras que MacDonald-Wright se quedará en la ciudad durante un tiempo hasta que regrese a Los Ángeles.

Nature Synchromy, 1924.

Al respecto de las obras que estaba haciendo por aquellos primeros años del siglo XX, MacDonald-Wright afirmó que la idea era la de “eliminar de mi arte toda anécdota con el objetivo de simplificar la obra hasta llevarla al momento en el que las emociones del espectador dieran el contenido estético a la misma, como si estuviera escuchando buena música”.

Persimmon Extrapolation, 1964.

En la ciudad de Los Ángeles, iniciará una fecunda actividad cultural, al mismo tiempo que seguía pintando al modo sincronista, como escritor y director de teatro, además de actor y autor de escenografías en el Santa Monica Theater Guild. Luego se enrolará en un programa de difusión cultural promovido por el estado de California y, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, el artista entrará en contacto con el mundo oriental, concretamente con Japón, iniciando una etapa de contacto intenso con el arte del otro lado del Pacífico.

Synchromy, nº 3.

A partir de los años 50, MacDonald-Wright perdió presencia en el circuito artístico estadounidenses, hasta que en los años 60 y 70 gracias a varias exposiciones sobre arte contemporáneo se recuperó en cierta medida la obra de los dos pintores amigos.

Más información: Newdeal; Tobeycmossgallery.

3 comentarios:

casss dijo...

Impresionante!

Alfredo dijo...

Unos artistas un poco arrinconados pero a los que merece la pena conocer.

Un abrazo!

Luis Alberto Reyes Santiesteban dijo...

Es "sincromismo", no sincronismo, solo una observación, saludos.