La temporada de apertura de esta
serie norteamericana, con guión de un ex agente de la CIA también responsable
de firmar el guión de Falling Skies, Joe Weisberg, deja un buen sabor de boca y
ganas de echarle el guante a la segunda temporada que ya ha anunciado la Fox
que va a tener esta serie.
Desde el punto de vista de la
guerra fría, los años 80 fueron una década en la que el botón nuclear estuvo
cerca de ser oprimido, en plena escalada militar entre los dos bloques. Fueron
los años en los que Ronald Reagan decidió poner en marcha lo que se conoció
como “guerra de las galaxias”, que no era otra cosa que la creación de un
escudo antimisiles instalado en el espacio.
Una idea irrealizable por
aquellos años, pero que aceleró la tensión entre bloques, y que cuando se
analiza la caída de la URSS unos años después, se coloca como uno de los
factores que contribuyó a ello al obligar a la Unión Soviética a emplear unos
recursos que no tenía para seguir manteniendo el equilibrio de fuerzas.
Sirva esta extensa introducción
para poner el marco en el que se mueven los protagonistas de The Americans, muy
sucintamente, dos matrimonios, uno formado por dos ciudadanos soviéticos que en
su juventud fueron introducidos en los Estados Unidos para hacerse pasar por
una típica pareja y utilizar esa cobertura para llevar a cabo misiones de
espionaje y asesinato. Ellos son Elizabeth y Philip Jennings.
Por otro lado, está el formado
por el agente del FBI, Stan Beeman, recién salido de una misión encubierta en
las filas del Ku Kux Klan, y ahora volcado en la caza y captura de agentes
soviéticos.
A parte de las peripecias digamos
“profesionales” de todos los implicados, la parte personal es la que va a
determinar de una manera fundamental la forma de actuar de todos los
protagonistas, cada uno de ellos inmerso en su propia paranoia, en la
salvaguarda de unas apariencias bajo las que esconder las aristas de una
realidad despiadada.
Siempre al filo de los
sentimientos encontrados, no dudan en jugar con los de otros actores
secundarios convertidos en peones desconocedores de su posición sobre el
tablero. El descubrimiento de las mentiras y dejar paso a los verdaderos
sentimientos terminaran por desencadenar el drama en una historia en la que
pocas cosas son lo que parecen y en la que las fronteras entre la verdad y la
mentira son más difusas que nunca.
La parte menos atractiva de esta
serie es el tratamiento del sexo, muy abundante, demasiado, y a veces tan
pacato que termina por no ser creíble del todo, más bien todo lo contrario. De
todos modos eso no empaña una primera temporada de 13 episodios en los que la
tensión se palpa en el ambiente. Imprescindible para los amantes del género de
espionaje.
4 comentarios:
Tomo nota. Siempre tus recomendaciones son excelentes. (Todavía sigo prendida a los tres capítulos de Black Mirror).
Un fuerte abrazo, buen comienzo de semana y felicitaciones por el triunfo (cual? bueno, vos ya sabes....)
besos
Me la apunto Alfredo, pero, ayyy estoy engancha en el primer cap. de VIKINGS, jejeje, ya conoces mi neura por lo histórico histérico, pinta bien, canadiense-irlandesa, producción USA y rodada en Canadá e Irlanda, veremos.
Besito lunero
Excelente sugerencia.
Me gusta este tipo de series, me entretienen y evaden de muchas preocupaciones diarias.
Un abrazo.
CASS: Pues espero que te guste cuando le eches el ojo encima. Cada capítulo deja en el aire una intriga que engancha mucho.
Gracias por el ánimo!
Un abrazo!
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NATALIA: Pues hacemos intercambio de prisioneros y yo me apunto la serie esa de vikingos, porque así de entrada y porque viene recomendada por quien viene, tiene una gran pinta.
Un besote!
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BALAMGO: Creo yo que esta serie depara algunas horas de buena evasión.
Un abrazo!
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