martes, 10 de mayo de 2011

Barbara Kruger (Newark, New Jersey, Estados Unidos, 1945)



Los estereotipos que conforman nuestra identidad social son recreados una y otra por los medios de comunicación de masas y eso nos impide desarrollar nuestra propia identidad. “Tú no eres tú mismo”, nos dice esta provocadora artista estadounidense que tiene en los problemas de la identidad individual, el sexismo, el consumo, el machismo los temas centrales de los mensajes directos, claros que nos lanza Kruger.

Después de trabajar en la revista Mademoiselle, Barbara Kruger se empieza a interesar, en la década de los años 70, por una serie de cuestiones relacionadas con el feminismo militante siguiendo la onda de otras mujeres artistas como Cindy Sherman. Para lanzar su mensaje, Kruger opta por tomar fotos que los años 40 y 50 aparecían en revistas o manuales con los que se intentaban transmitir los valores socialmente aceptados para las mujeres.


Sobre esas fotos en blanco y negro, nuestra artista escribe frases provocadoras en negro, rojo y blanco con los que deja eslóganes con los que quiere denunciar los esquemas culturales, sociales, políticos que relegan el papel de la mujer en una sociedad dominada por los valores masculinos. Mensajes en los que utiliza las mismas estrategias que los medios de masas para poner en evidencia sus mecanismos y, al mismo tiempo, hacer llegar su mensaje de una forma clara y directa.

Podríamos decir que utilizando una forma sencilla envía mensajes de hondo calado como ocurre, por ejemplo, en el caso de Your body is a battleground (Tu cuerpo es un campo de batalla) frase dirigida a defender el derecho de las mujeres a su propio cuerpo y a tomar decisiones sobre el mismo, en este caso relacionado con la defensa al derecho al aborto.



Por otro lado, Kruger ve al consumismo como una manifestación más de una construcción social basada en el machismo. En esta línea ha lanzado eslóganes como Buy me, I’ll change your life (Cómprame, te cambiaré la vida) o I shop, therefore I am (Compro luego existo). Frases que Kruger estampa en camisetas, vallas publicitarias o bolsas de la compra con lo que adquieren un tono definitivo, un significado crítico reforzado.

La crítica al modelo social no podía dejar de lado uno de los grandes símbolos de Norteamérica como es su bandera. Una obra en la que sustituye las barras blancas por frases que empiezan por Who is free to choose? (¿Quién es libre para elegir?) y terminan con Who laughs last? (¿Quién ríe el último?), señalando claramente hacia los valores que dan forma a la sociedad norteamericana.


Y es que en última instancia, esos eslóganes casi se convierten en una suerte de propaganda, en lo que supone luchar con sus mismas armas contra los mecanismos de los que dispone el poder y sus élites para modelar a los individuos de un modo acorde a sus intereses. Un proceso en el que las mujeres se ven envueltas en una maraña que las condena a ser ciudadanas de segunda clase, obligadas a cumplir con roles sociales muy precisos y muy restrictivos de su libertad. Eso es lo que dice Kruger a través de sus obras.

3 comentarios:

calamanda dijo...

Alfredo, toda una novedad para mí!

Un beso.-

Alfredo dijo...

Sus mensajes son muy potentes. Es imposible no pararse a pensar en ellos.

Un abrazo!!

casss dijo...

Deberíamos reproducirlos, Difundirlos es un buen objetivo bloguero....
La brevedad del mensaje, lo conciso, lo hace super efectivo, bueno por lo menos a uno, que trata de no dejarse llevar por muchos de estas conductas.
Un fuerte abrazo.