domingo, 6 de febrero de 2011

Dawn Clements


El dibujo con tinta es la técnica más utilizada por esta artista norteamericana que tiene en los interiores de viviendas, sacados tanto de la vida real como de los fotogramas de películas de Ophüls o Sirk, como de los folletines televisivos, el espacio que reproduce en sus obras que pueden llegar a ser de grandes dimensiones.

Dibujos que en 1993, durante un viaje por Europa, empezó a realizar en un formato expandido. Ella misma lo explica en una entrevista cuando dice que estando en una habitación de hotel intentó dibujar un teléfono que había allí y se dio cuenta que no le cabía en la pequeña cuartilla de papel que tenía. Entonces se le ocurrió pegar otra con pegamento, y pensó “aquí está la razón real para trabajar con el papel, porque puedo hacerlo tan grande cono quiera”.


Esa idea la irá desarrollando hasta que en el 2000 inicia sus trabajos panorámicos, aunque ya años antes había tenido alguna idea a este respecto. Sin embargo, fue en el 2000 cuando empezó a dibujar una silla que tenía en su apartamento, y siguió sin parar de dibujar hasta que consiguió, después de cuatro meses de trabajo, tener dibujado todo el apartamento.


“Con los dibujos panorámicos estoy interesada en la forma en la que vemos como nos movemos por la vida, incluso cuando estamos sentados”, afirma Clements en la misma entrevista. Luego añade que quiere que los espectadores “tengan una primera impresión de que es una pieza ininterrumpida, pero cuando la miras de cerca y visualmente recorres todo el dibujo empiezas a darte cuenta de que está fragmentada”.


Rota en una suerte de fotograma cinematográfico, una narración que tiene conexiones con el cine. Así es habitual que coja fotogramas de películas para quedarse con los interiores únicamente, ignorando la presencia de las personas, y dejar así constancia de su ausencia hasta convertir al espacio en una especie de personaje principal. Dibujos que en ocasiones complementa con frases sacadas de las propias películas o de la televisión a modo de pistas que deja para el espectador.


Las vanitas del Barroco, y el expresionismo de Max Beckman son dos influencias que Clements reconoce, lo mismo que su interés por el melodrama y el cine negro. Influencias que recicla para dar vida a sus obras en las que intenta transmitir “mi propio drama en mi propio mundo, y por eso empecé a hacer dibujos de mi apartamento, de lo que podía ver desde mi cama, dibujando encima de la mesa de la cocina. Me interesan los folletines televisivos. Durante bastante tiempo mi único espacio de trabajo fue la mesa de mi cocina, y la televisión llegó a ser una ventana a otro tipo de mundo”.

7 comentarios:

Monik dijo...

Pero que genial!! Yo dibujo algo...hace tiempo ya no, y recuerdo mi profesora que siempre decía que dibujaba las cosas más grandes de lo que eran...con bodegones me pasaba pero es que no me gustaba pintar manzanas ni peras :P Me gusta más dibujar retratos...naturaleza viva!!

Natàlia Tàrraco dijo...

Se empieza por una silla y se termina envolviendo espacios, meticulosamente, amontonados, o a su aire, en ese vacio de líneas exquisitas, nos atrapa y nos implica a estar a sentirnos dentro.
Los objetos, sombras de personas, cobran aquí una importancia sutil sin fin sin comienzo.
Excelente autora, Alfredo. Besitos.

Alfredo dijo...

MONIK: Personalmente, las naturalezas muertas no me gustan demasiado. Coincido contigo en preferir la naturaleza viva. En el caso de esta pintora es algo extraño porque es naturaleza doméstica por llamarla de alguna manera.

Un abrazo!!

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NATALIA: Espacios ausentes de vida y que tal vez por eso, parecen más habitados o, por lo menos, ofrecen la potencialidad de ser habitados. Paradójicamente, la ausencia se convierte en presencia.

Besos!!

balamgo dijo...

Magnífica autora y excelente trabajo el tuyo, como siempre.
Algo me dice, que tienes mucha relación con el arte.
Abrazos.

Alfredo dijo...

Mi relación con el arte es como estudioso y como espectador. Nada más y nada menos :)

Besos!!

casss dijo...

Desbordante, delirante, apasionante, impactante. Sigo? porque esta obra y su artista me provoca decir adjetivos. Me gusta, me inquieta, cierto aire dramático, algo obsesivo quizás? Insisto, me gusta, me contagia actividad,
no buscaría ver su obra un día de mucho estres, pero sin duda trasmite pasión y eso es necesario casi todos los días.
Amigo Alfredo, días que no te visitaba y como siempre vengo con las manos vacías y me voy con el alma plena de sensaciones e ideas.
Un abrazo

Alfredo dijo...

Ese es el buen arte, el que nos hace llegar sensaciones, vivencias, que nos obliga a poner nuestras experiencias en juego, el que nos hace interactuar. Por lo que dices, los dibujos de Clements te producen un montón de sensaciones. Es genial.

Abrazos!!