viernes, 23 de febrero de 2007

Leopoldo María Panero (I)

BRILLO EN LA MANO

Locura es estar ausente
humo es todo lo que queda
de mí en la página que no hay
cae al suelo mi figura
y libre de mí se mueve
el papel de pura ausencia.


A QUIEN ME LEYERE


Los libros caían sobre mi máscara (y
donde había un rictus de viejo moribundo), y las
palabras me azotaban y un remolino de gente
gritaba contra los libros, así que los eché todos a
la hoguera para que el fuego deshiciera las
palabras...
Y salió un humo azul diciendo adiós a los
libros y a mi mano que escribe: "Rumpete libros,
ne rumpant anima vestra
": que ardan, pues, los
libros en los jardines y en los albañales y que se
quemen mis versos sin salir de mis labios:
el único emperador es el emperador del
helado, con su sonrisa tosca, que imita a la
naturaleza y su olor a queso podrido y vinagre. Sus
labios no hablan y ante esa mudez de asombro,
caigo estático de rodillas, ante el cadáver de la
poesía.


ARS MAGNA

Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.
Qué es la nada, preguntas,
saliendo de la habitación.
Y qué es un hombre saliendo de la nada
y volviendo solo a la habitación.


UN ÁNGEL PASÓ POR BROOKLIN

A los dos días fue detenido, y llevado a disposición del juez.
Se trataba de un traficante de marihuana.


DEDICATORIA

Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de pronunciar esta condena quiciera callar para no tener que maldecir a mi projimo con cada gesto moribundo en el fragor de la fabrica, en este presente donde los muertos obran para vivir y pensemos en el mañana. ¿Qué oculta el reloj en la arena del tiempo.? Hay un remolino de voces que devoran mi cráneo en los laberintos y un anciano que me mira y sonrie con sus manos al cielo...