¿Qué podemos llegar a hacer por miedo? ¿Qué dosis de miedo es tolerable? ¿Cometemos atrocidades sólo por miedo? ¿Todo el que tiene miedo es necesariamente un cobarde? ¿El miedo nos paraliza o es un motor de nuestras acciones? ¿Porqué nos da miedo enamorarnos? ¿El miedo es creativo? ¿Podríamos vivir sin miedo? ¿Existe el miedo o nos lo inventamos?
Preguntas todas alrededor del miedo, y precisamente alrededor de eso crea el bailarín vasco Asier Zabaleta (Ertza) su espectáculo El agujero de la avestruz, que se pudo ver el pasado día 23, dentro de la programación Danza Gijón 08, en el teatro de la Escuela Superior de Arte Dramático.
Un espectáculo en el que los movimientos del cuerpo se ponen al servicio de una emoción tan primaria como es el miedo, ese fantasma que nos acompaña todos los días desde que nos levantamos hasta que nos dormimos, y que, a veces, se empeña en hacerse dueño de nuestros sueños. La angustia del ser humano contemporáneo, aturdido por los ruidos de la ciudad, vigilado permanentemente por sus propios congéneres. El bailarín se retuerce, lleva a su cuerpo a todas las posturas inestables posibles, se balancea, nos transmite la soledad más profunda, esa que sólo se siente cuando se está rodeado de otras personas, directamente extraños o que nosotros percibimos como extraños.
A la angustia le sustituye la sonrisa dura, cuando imita un número de musical de Broadway, mientras por las pantallas pasa el mensaje que nos dice que el miedo no existe, que el miedo nos lo inventamos. Pero ese breve y tenebroso optimismo, pronto deja paso de nuevo al sentimiento de pérdida de las referencias, y las palabras toman cuerpo de monólogo para dar voz a distintas voces que hablan del miedo, de lo que es, de lo que significa.
Y mientras medio mundo mata al otro medio, por miedo, el otro medio está embarcado en una vorágine a ritmo de música de discoteca de drogas de diseño, enfrascado en su propia rutina sin salida, alienante, en la que ni el volumen de la música logra ahogar lo que llevamos en lo más profundo.
A pesar de toda la angustia, Asier Zabaleta deja un resquicio a la esperanza, esa que anida en nuestro corazón, y esa es la última imagen que se nos queda en la retina, un hombre que va al encuentro de un corazón que late con energía.
“Por miedo se deja de lado lo que verdaderamente se quiere hacer, para sustituirlo y conformarse con premios de consolación que rondan alrededor de lo deseado; … y a veces ni eso”
“Quiero retar al miedo. Al que nunca desaparece de mi vida y siempre reaparece con nuevos motivos, y con fuerzas renovadas, hasta hacerme sentir como si fuera un superhéroe que acaba de perder todos sus poderes. Al que marca los límites e mi permisividad, acotando y reduciendo considerablemente mi campo de actuación en la vida. Quiero retarlo y decirle que no me da miedo ¡Qué ironía!”
“Quiero rascar sobre ese parásito del ser humano; rascar hasta que sangre, aunque sepa que nunca me lo voy a arrancar de mi piel, y aunque sepa también, que de lo único que sirva sea para alimentarlo más y más. Quiero coger esa arma utilizada tanto por nosotros mismos como por los demás para manipular, incidir en decisiones ajenas y lograr objetivos personales y colectivos, para empuñarla hacia mí.” (Texto incluido en el programa del espectáculo)
(Este video no se corresponde con el espectáculo reseñado. No he encontrado otro y lo pongo como muestra del trabajo que lleva a cabo este bailarín)
7 comentarios:
Uf.....admiro a estos artistas que se plantan con un simple traje de chaqueta, algunas pantallas y juegos de luces para transmitir tanto...y encima lo consiguen!! Tuvo que ser muy interesante!!
Besotes!!
¿Y no será que las músicas estridentes que llenan el vacio de mucha gente los fines de semana es por miedo a oir el grito de la soledad que envuelve sus vidas?
Me gusta la valentia que envuelve a este artista en su espectáculo y porque le sabe hablar al miedo.
Te mandamos besos de otoño.
el asqueroso miedo que nos paraliza, que nos vuelve dependientes, inseguros,
cada vez más lejos de la ansiada
y nunca alcanzable libertad. Miedo al silencio con nosotros mismos, miedo a esa soledad que es la peor de todas: la de estar rodeados y sentirnos solos, la del aislamiento, miedo a morir, miedo a vivir, miedo, asqueroso miedo que nos paraliza. Asumirlo, luchar contra él, convivir con él... y a veces burlarnos en su propia cara. un abrazo y un beso, ahora una hora más cerca, verdad?
MONIK: En este caso más admirable porque se enfrenta a sus miedos, y con ello nos ayuda a lo que hemos visto su espectáculo. Una pasada.
Besos sin miedo!!
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BONSAIMUSIC: Estoy convencido que tienes razón en la pregunta que planteas. En este país se nos de demasiado bien hacer ruido, del tipo que sea, para disimular miedos o carencias. Ertza le habla el miedo incluso con el silencio o desde el silencio, y esa es una buena lección.
Abrazos!!
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CASANDRA: Efectivamente, con el cambio de hora estamos una hora más cerca. Sin duda, tenemos que acostumbrarnos a vivir con miedos, pero manteniéndolos controlados para que no nos paralicen, y seguir adelante.
Besos!!
Prueba.
Holaaa
No soy anónima, soy Fuga, jo no me deja comentarte, cachisssssss
Creo que el miedo paraliza, te deja fuera de combate, es muy difícil de controlar, la edad y las circunstancias personales pueden ayudar a sobrellevarlo.Fuí una niña miedosa y lo pasé mal, ahora ya no tengo miedo :-), bueno alguna ventaja tiene hacerse mayor.
No sé si me gustaría el espéctaculo de Ezra, disfrutaste o sufriste?
Saludos envalentonados, ohhhhhhh
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Intentaré dejarte el comentario del otro post, lo copié en word, con la pereza que me da escribir !!!!
Anónima Fuga, el espectáculo lo disfruté un montón, aunque hay momentos en los que te sientes extraño, o con miedo, pero si te hace llegar su inquietud, esa sensación extraña de que cualquier cosa puede llegar a pasar.
Te agradezco el esfuerzo para dejarme los comentarios.
Abrazos sin miedo!!
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