domingo, 3 de febrero de 2013

Paz Erráruriz: “Creo que la fotografía es un trabajo muy solitario donde es posible abordar ciertas obsesiones”



“Estudié pedagogía primero en Cambridge, pero no es que yo me fuera a estudiar allí, me fui  de pareja de un becario y  tuve esa posibilidad de estudiar. Al volver, durante la Unidad Popular, como aún no me había titulado, aproveché de terminar el proceso en la Universidad Católica cuando Allende sacó una ley para todos los profesores que no se habían titulado y daban clases. Pero justo nació mi hijo y lo tuve que postergar nuevamente. Hice clases en la enseñanza básica y me encantaba, pero de repente me desvié y justo ahí empecé a practicar fotografía, digo practicar porque nunca estudié forma.”


“Sí, aunque desde antes siempre me fascinó, y no tuve cámara hasta grande, en Inglaterra me compré una cámara, lo que era un lujo en esos tiempos, pero en el fondo, yo siempre había querido estudiar arte y la fotografía se convertía en un campo que me atraía mucho, además practicaba sola. La pedagogía calzó con el fin de la Unidad Popular: pertenecía a un sindicato, todo empezaba a estar como en contra y justo hubo un gran problema con el centro de apoderados de uno de estos colegios, y me vino estupendo: dedicarme a mi guagua, desarrollar la fotografía, y así es como terminó mi cuento con la pedagogía.”


“Naturalmente hay una biografía, una situación muy fuerte que rompe con el origen. Para mí fue clave la salida de Chile joven, porque me fui a los 18 años. Hay una formación que yo elegí donde me encuentro con temas que no podía abordar aquí como era la política. Me tocó vivir un tiempo muy importante donde uno podía opinar, descubrir otras cosas, no quería volver, me iba a ir a  Cuba. Aunque después analicé la situación y pensé que también podía hacer un trabajo acá, consciente, en mi propio país y no volverme a escapar.  De ahí a la vuelta y al golpe hay un solo paso.”


“Puedes encontrar alguna emoción que motivó el trabajo, pero es un proceso que está tan imbricado en un tema personal, que finalmente veo todos los trabajos como parte mía, me cuesta separarme, explicarlos o incluso terminarlos, quedas con unos duelos eternos y además son cosas que nadie te pide que las hagas, no hay nada exterior que te impulse.”


“Creo que la fotografía es un trabajo muy solitario donde es posible abordar ciertas obsesiones, darles un cauce, por ejemplo, el trabajo de La manzana de Adán: previamente había estado ocupada con el tema de la prostitución, incluso me habían pedido ser madrina, a esos niveles ya de amistad, algo muy bonito, y lamentablemente no pude mostrarlo. Entonces fue terrible, quedé en blanco, al mismo tiempo había conocido a dos travestis que les encantaba fotografiarse, y no tenían problema en exponerse, y así iniciamos ese ensayo.”


“Siempre he trabajado en 35 milímetros, con una Nikon, y tengo otra cámara de medio formato, que es con la que he hecho algunos trabajos, algo más de retrato, por ejemplo los boxeadores. Con lo digital me ha costado entrar, prefiero lo análogo, es distinto, el tema del grano, el blanco y negro, el trabajo de laboratorio. Voy a los lugares, no trabajo en estudio.”


“Conocía los clásicos: Cartier Bresson, Quintana, Sergio Larraín. Mucho  después empecé a conocer mujeres fotógrafas,  y quedé impactada con Diane Arbus, Mary Ellen Mark, luego vas buscando una mirada más personal y finalmente indagas en qué mujeres habían hecho fotografía y te encuentras con  mujeres muy anteriores, las inglesas; por ejemplo Julia Margaret Cameron.”


“De Nan Goldin me encanta su trabajo, también Diane Arbus, Mary Ellen Mark, Graciela Iturbide, las mexicanas y las argentinas, pero uno pasa por etapas. A veces no me importa el tipo de trabajo que hagan, me interesan ellas como artistas, como personas. Y a Diane Arbus, la respeto muchísimo, pero el hecho de comparar es inaceptable, creo que básicamente es ignorancia.”


“Fíjate, en mi caso, a los 18 años lo único que quería era tener una cámara, y después todo este cuento de las vueltas, de las guaguas, de que te separas, y de que hay que trabajar, hay tanto problema. Creo que ahí las mujeres hemos tenido que solucionar el tema de la crianza, el tema económico, y claro, cuando llegas a vieja te encuentras con una lucidez impactante, y hay que ganar tiempo perdido.”


“Soy feminista, pero no militante, tengo una mirada más independiente. Todas mis amistades son feministas y reconozco que he participado siempre en la lucha, en las demandas, y estoy por todas las causas feministas, aunque creo que el movimiento como tal está muy dividido, hay muchas rencillas y duele ver eso. No  es falta de compromiso o flojera el no ser más activa en el movimiento, tal vez hay algo que una  no termina de resolver en una misma.”

Fragmentos de la entrevista concedida por Paz Erráruriz a Paulina González y que se pude leer completa eneste enlace.

4 comentarios:

PACO HIDALGO dijo...

Una mirada muy personal la de Paz, a través del objetivo. Rostros serenos, pero con dosis de melancolía, sin nada de dulcificación: la realidad misma.
Buena semana, Alfredo.

balamgo dijo...

Me ha encantado mucho esta fotógrafa. Tiene una buena mirada social y muy perspicaz, no exenta de dulzura.
Muchas gracias por traerla, ha merecido la pena conocerla.
Un abrazo.

casss dijo...

Le costó, pero encontró ese canal por donde fluye la creatividad y por tanto la vida. Una mirada que interesa y una palabra que cuenta y explica y nos acerca.

Un fuerte abrazo.

Alfredo dijo...

PAZ: Una mirada real a una realidad poblada de seres olvidados o a los que miramos sin terminar de ver.

Un saludo!!

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BALAMGO: Es cierto que la mirada de Paz establece una comunión con el retratado, una persona a la que comprende y a la que deja que comunique su propia existencia.

Un abrazo!!

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CASS: Cuánto de bueno en tu visita. Fotografías que cuentan sin decir nada y diciéndolo todo.

Un beso!!