Miniserie de siete episodios salida de la
factoría BBC, construida alrededor del submundo del tráfico de drogas con un
primer asesinato que ya nos pone todos los sentidos alerta, y empezamos a
sospechar que lo que va a venir después no puede ser nada claro, sino más bien
todo lo contrario. Y eso sólo es el principio.
A partir de ahí cada capítulo complica un
poco más la historia, la sordidez se va extiendo con la misma tranquilidad con
la que Gatehouse, va eliminando con una educada frialdad a los protagonistas
involuntarios o no, de una historia oscura, negra, en la cual, sin ellos
saberlo, son las mujeres las que va a marcar en buena medida su vida incluso de
forma dramática.
Y es que las vidas laborales o delictivas,
se van engranando con la vida particular de los personajes principales de los
dos lados, aportando un grado más de complejidad el desarrollo de una historia
rodada con buenas dosis de estilización, mientras se va abriendo la idea de que
sólo la desmemoria, bien adquirida de forma accidental o bien de forma
voluntaria, parece ser un salvoconducto para la supervivencia.
Todas las líneas se difuminan en una
historia que se va enrevesando, que nos obliga a estar con los sentidos alerta
intentando desentrañar el nudo Gordiano, distinto para cada uno de los
personajes. Desde un policía recién vuelto al trabajo con una bala en la cabeza
que le provoca amnesia, un testaferro del capo de la droga asesinado, un
sobrino por lo menos psicópata, un asesino silencioso y de exquisita educación,
un periodista, un chapero y mandos policiales de todos los colores, forman un
ecosistema de tipos humanos a la altura de la complejidad de la historia.
Una narración compleja en la que no se sabe
de qué lado de la línea están sus protagonistas, con idas y venidas que se
esconden detrás de la niebla, bien la del olvido bien la creada artificialmente
para ocultar otro tipo de acciones, y unas relaciones entre narcotráfico y
fuerzas del orden que no están nada claras, sino más bien todo lo contrario.
Si el desarrollo de la serie provoca
impacto tras impacto en el espectador, qué decir de ese final tan desolador,
tan sin esperanza, tan frío, tan simbólico, con el cierre de un círculo que
tiene bastante de maldito para abrir uno nuevo, no voy a indicar de qué tipo
para no dar ninguna pista al espectador, al que animo a que se acerque a esta
serie y la disfrute.
...la verdad es que dan ganas de acercarse a esta y otras series que has reseñado... Un poco por pereza y falta de tiempo (curiosa mezcla...) me costaría decidirme por una... Aun hoy sigue siendo la entrañable "Doctor en Alaska" mi serie favorita :D
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