Verdaderamente
hubiera sido una lástima que esta serie no tuviera una tercera temporada, como
era la intención de la BBC. La presión de los fans hizo que Amazon pusiera su
vista en esta serie y se decidiera a grabar una tercera temporada, emitida para
sus usuarios premiun en noviembre y que a principios del año próximo se podrá
ver en las pantallas de la BBC.
Las dos
primeras temporadas, que son las que he podido ver hasta ahora, nos dejan una
serie magnífica ambientada en el Londres victoriano post Jack el Destripador,
en un momento de cambio profundo por acción de la industrialización, con
Londres convertida en una ciudad de aluvión, con sus consecuencias de pobreza,
violencia, corrupción, y degradación urbana.
Por esas
calles, más concretamente por las del barrio de Whitechapel, transcurren las
vidas profesionales y personales del comisario Edmund Reid, hombre educado,
culto, honesto; el sargento Bennet Drake, antiguo soldado, duro, violento,
boxeador magnífico, pero no exento de corazón; y el médico huido de los Estados
Unidos Matthew Judge, inteligente, cínico, mujeriego, jugador, borracho.
Tres hombres
que asisten al nacimiento de un nuevo mundo, de nuevas tecnologías como la luz
eléctrica, la fotografía y con ella el novedoso fenómeno de la pornografía; la
llegada de nuevas drogas, como la heroína;
la aparición de sectas religiosas. Un mundo de cambio en su apariencia
exterior pero que se sigue moviendo a golpe de puño, de navajazo, de disparo, y
también de sexo y de dinero.
Un mundo
masculino, dicho esto en el mal sentido del término, en el que las mujeres son
víctimas colaterales, que tienen que elegir entre un varón que las
proteja/explote, o luchas por sí mismas con las armas que tienen más a mano,
para asegurarse un futuro, una vida mínimamente digna en la que, a veces, no
hay lugar para los sentimientos. Suerte de castigo que comparten los personajes
masculinos, embebidos como están en su propia dinámica que logra romper el
barniz cultural detrás del que ocultar la verdadera faz.
Probablemente
ese ocultamiento sea la única manera que encuentran de hacer frente al mal que
les rodea, a las ansias de sus congéneres por extender el horror como una
mancha de aceite, o una forma de expiar los propios pecados, las decisiones
propias o ajenas, cayendo en un pozo de oscuridad del que sólo se puede salir
después de tocar fondo.
De una forma u
otra, todos ellos van a llegar a lo más bajo, a lo abyecto, nadie se salva, por
unos motivos o por otros, todos hacen su particular bajada a los infiernos
mientras intentan hacer el bien en la medida de lo posible, luchando contra
fuerzas muy poderosas. En fin, una serie magnífica que merecía, y mucho, una
tercera temporada.
Una crónica excelente que hace tentadora la tercera tempora /y la primera y la segunda...
ResponderEliminarA propósito de tu comentario en mi blog, te cuento que unos de los sueños que mantengo vigente es conocer tu hermosa Asturias.
;)
besos