Es imposible abarcar todos los
recovecos que la historia guarda y desvela a lo largo del tiempo. Pequeñas y
grandes acciones que han pasado a los libros de historia, ocultan entre líneas
aspectos curiosos, inesperados, llevados a cabo por hombres y por mujeres que
en el momento, seguramente no son conscientes de lo que están haciendo va a
provocar en el futuro, opiniones encontradas y análisis más o menos sesudos por
parte de los especialistas. Episodios que incluso pueden llegar a convertirse
en música.
En ese último aspecto, en el de
la historia convertida en música o la historia musicada que no sé si son la
misma cosa o se parecen mucho, me voy a parar hoy con este disco ya del año
2010, salido del talento musical del mítico grupo irlandés The Chieftains y del
no menos mítico Ry Cooder, quienes juntaron sus talentos, junto con el de mucha
otra gente como Los Tigres del Norte, Lila Downs, La Negra Graciana, Chavela
Vargas, Carlos Núñez o Linda Rondstat, entre otros, para recuperar del olvido a
una unidad militar conocida como los San Patricios.
Unidad que tuvo su formación en
el contexto de la guerra entre Estados Unidos y México desarrollada entre 1846
y 1848. La hambruna que se desarrolló en las islas británicas en general y en
Irlanda en particular, por la plaga que afectó a la patata, alimento
fundamental por aquellos años, obligó a muchos irlandeses a emigrar a los
Estados Unidos. Allí, muchos de ellos recibieron nada más bajarse del barco, la
oferta de enrolarse en el ejército de los Estados Unidos a cambio de una paga y
la promesa de tierra para asentarse una vez finalizado el periodo de servicio.
Eso hizo que muchos irlandeses
optaran por esa vía para ganarse la vida en el nuevo mundo, a los cuales les tocaría
luchar contra los mexicanos dentro del contexto de expansión de las fronteras
de los Estados Unidos a costa de su vecino de habla hispana y católico. Por
distintas razones, entre las que se citan el maltrato recibido por sus
oficiales, la represión a sus cultos católicos, la simpatía que sentía por la
causa mexicana, y el hecho de compartir con ellos la religión católica, entre
otras, algunos de esos irlandeses terminarían por desertar del ejército para
enrolarse en las filas del ejército mexicano.
Eso daría origen al batallón SanPatricio, una unidad abigarrada en la que no sólo había irlandeses, sino
también alemanes, canadienses, ingleses, italianos, polacos, escoceses,
españoles y suizos, todos unidos por su fe católica. El batallón terminó combatiendo
en cinco batallas de la guerra, con una derrota definitiva en los alrededores
del monasterio de Churubusco.
México perdió aquella guerra y
siguiendo la costumbre de no tener compasión el vencido, el ejército de los
Estados Unidos consideró traidores al grupo de irlandeses, quienes vieron como
los supervivientes eran ahorcados, condenados a trabajos forzados, y marcados
con una D de desertor, en la cara como humillación final y para toda la vida.
Un batallón del que en Irlanda no
se menciona apenas mientras que en México sus miembros son recordados como
héroes, y a todos ellos dedican este disco los Chieftains y Ry Cooder, como una
forma de sacar del olvido a unos hombres que dieron su vida por sus ideales,
siguiendo la costumbre de su nación de unir sus fuerzas a los ejércitos
católicos, algo que les había llevado en el siglo XVII a combatir a favor de
España o de Francia.
San Patricio es un disco que combina los sones
celtas que seguramente aquellos irlandeses llevaron consigo, junto con los
ritmos del resto de compañeros de aventura, y los mexicanos con los que
tuvieron que convivir. Un crisol musical en el que se pueden escuchar marchas,
sones, rancheras, boleros, música norteña, en canciones que hablan de amor, de
desamor, de la nostalgia por estar lejos de la patria.
Son 19 temas, alguno de ellos
completado con una narración de los hechos a cargo del actor Liam Neeson, que
son en sí mismos una página de historia a través de la cual nos podemos
imaginar los sentimientos de aquellos hombres de futuro incierto, sabedores de
que sólo la victoria los podría rehabilitar a ojos de los suyos, porque sabido
es que la historia la escriben los vencedores y éstos siempre escriben a su
favor.
Esta página musical de la
historia merece la pena ser leída a través de los oídos con todo detenimiento,
y es que si el poder de las imágenes es inapelable el de la música no se queda
atrás, ni mucho menos.
Me rindo absolutamente ante esto.
ResponderEliminarLa historia que citas y los artistas que integran este homenaje son irresistibles.
En una de las primeras batallas que se libró por nuestra Independencia nuestro héroe Artigas, al terminar como vencedor dijo una frase que siempre citamos:"Clemencia para los vencidos..."
un abrazo amigo.