Hijo de padres artistas nada hay
extraño en el hecho de que Joel Sternfeld (Nueva York, 1944), eligiera el mismo
camino de sus progenitores. En su caso optará por la fotografía en color desde
que iniciara su andadura en 1970, un año en el que todavía el uso del color en
la fotografía estaba muy asociado a la publicidad, lo que le llevará a ser uno
de los pioneros en el uso de la fotografía en color con fines artísticos.
Un color que poco tiene que ver
con la casualidad, de tal forma que si en el encuadre Sternfeld no encuentra la
combinación de colores que quiere no llegará a tirar la foto, y eso a pesar de
que cuando miramos sus instantáneas estamos tentados a pensar que el colorido
que se ve es casual, pero no. “No hay nada de arbitrario en el uso del color.
Él utiliza el color pero lo hace de
un modo deliberado”, escribe Greg Fallis.
Un uso del color que aprendió de
las teorías de Josef Albert durante sus estudios en la Universidad acerca de la
Escuela de la Bauhaus, y la relación que establecía Albert entre los colores y
los estados de ánimo, con las experiencias y con el momento concreto, ya que no
se percibe de la misma forma un color cuando tiene relaciones con unos colores
que con otros, de ahí que la relación con lo que le rodea sea muy importante.
Es la relación entre color, forma
y emoción lo que hace que no podamos ver las obras de Sternfeld sin percibir
una forma de mirar irónica o abiertamente humorística. Eso puede verse en las
series fotográficas en las que los protagonistas son profesionales como
abogados o corredores de bolsa, chavales que vuelven a casa desde el colegio o
grupos de turistas que dejan al niño en un corralito mientras se asoman a ver
algún paisaje atractivo.
En otras ocasiones no será tan
así, como por ejemplo en esas instantáneas que extrae de calles anónimas, de
aparcamientos, de espacios naturales. Imágenes que adquieren una nueva
dimensión cuando sabemos que allí fue asesinado Harvey Milk, el primer cargo
público abiertamente homosexual, donde fue abatido Rodney King, o el lugar del
asesinato de Martin Luther King.
Eso lo cambia todo y nuestra
mirada también lo hace, esos lugares no son simples espacios creados por la
mano del ser humano, sino que además son espacios modificados en lo sustancial,
lugares que ya nunca más van a ser lo que fueron.
“El objeto de la imagen puede
cambiar, la cámara puede cambiar, el acercamiento puede cambiar, pero el
trabajo de Joel Sternfeld permanece intacto gracias a una visión consistente y
coherente”. Greg Fallis otra vez.
Otras visiones de la realidad increíbles con la luz y el foco de este fotógrafo, que refleja la realidad sin ambages. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Alfredo, ha sido un estupenda clase de autores de fotografía. Es un tema que me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
PACO: Una realidad muy particular, tanto cuando está habitada como cuando nos deja esas imágenes de calles vacías.
ResponderEliminarBuen finde!
*******
BALAMGO: Todavía me queda alguno más al que iré dando salida en los días siguientes.
Un abrazo!